Paraíso vacacional
Estamos en plena Tokyo Games Show, esta vez con presentaciones online a causa de la pandemia. De todos los anuncios que se han hecho hasta ahora, los que más me llaman son el regreso de Virtua Fighter y las nuevas imágenes de NieR: Replicant y The Medium, pero sin duda alguna lo que se lleva la palma es Resident Evil 8: Village. El único juego de la saga que he conseguido terminar ha sido Resident Evil VII, una joyaza cuyos logros no sólo se limitan a lo técnico o a su capacidad de revivir una saga que dábamos por abandonada, sino también demostrar que no todo tiene por qué tener un sentido narrativo, que puedes experimentar verdadero pavor con un par de locos, una escopeta y una anciana en silla de ruedas. Este nuevo juego pinta aún mejor que su predecesor y es el lanzamiento AAA que espero con más ganas, y Capcom se está esforzando al máximo con ello. Pero más allá de lo bonito que se ve y la emoción que tengo por el mismo, lo que más me ha llamado la atención es que están intentando traer este juego a las consolas actuales, Xbox One y PS4.
Por lo que parece, el juego se planteó directamente para la nueva generación de consolas, ya que querían eliminar cualquier tiempo de carga que pudiera interrumpir la acción o nuestro viaje por su mundo. Es una decisión con bastante sentido, puesto que no merece la pena darte golpes contra un muro si vas a tener nuevas herramientas y mejores a la vuelta de la esquina. Por ello, han preferido lanzarse directamente con estas nuevas consolas y PC y luego intentar hacer lo propio con las actuales. No han asegurado que vaya a salir el juego, simplemente están trabajando en ello, pero no puedo dejar de pensar en otros dos juegos de la saga que también sufrieron lo mismo en su día, aunque con distinto resultado: Resident Evil para Game Boy Color y Resident Evil 2 para Nintendo 64. El primero no llegó nunca a ver la luz, a pesar de que su desarrollo estuviera a punto de terminar a juzgar por lo avanzada que está su última versión prototipada, y podéis encontrarla y jugarla vosotros mismos. Más tarde este juego sería porteado a Nintendo DS, otra locura técnica más. Resident Evil 2 para Nintendo 64, aunque no fuera directamente desarrollado por Capcom, pudo comprimir dos discos enteros incluyendo videos (aunque con menos calidad) en un cartucho a punto de reventar, encima añadiendo algunas cosillas extra.
Resident Evil 8: Village no va a ser un juego intergeneracional como Cyberpunk 2077 o Breath of the Wild, sino que fue concebido con las nuevas consolas en mente. Poder traer esa experiencia completa a PS4 y Xbox One va a ser una locura, pero tampoco podemos olvidar los logros del pasado. Se verá peor y quizá las consolas estén a punto de explotar, pero si esta gente consiguió crear la maravilla del RE Engine tienen toda mi confianza. Portear un juego no es tan fácil como copiar y pegar código, y menos cuanto estás optimizando y mejorando para una plataforma que ha llegado a su límite. Por supuesto, no podemos olvidar que las nuevas consolas van a contar con Smart Delivery en aquellos juegos que se lancen para ambas generaciones, así que si adquieres en algún momento una PS5 o Series X|S y tienes ya el juego podrás acceder a esas versiones mejoradas. Pase lo que pase, es un gran anuncio que nos recuerda no solo las turbulencias tanto de la compañía como de la saga, sino también sus proezas.