Juego como servicio y características online
El futuro de la industria de los videojuegos siempre es incierto, complicado de predecir. Hay tantas posibilidades y variantes a tener en cuenta que cada vez que pensamos en cuál será la próxima tendencia se nos vienen a la cabeza muchas ideas. En el último año, sin ir más lejos, una de estas ideas ha ido cogiendo fuerza, la de los juegos como servicio, práctica que se ha visto aplicada en las políticas de EA, sin olvidar la apuesta por el streaming de Stadia y PSNow. Esta estrategia de mercado deja muchas dudas aún, y es que suscribirse durante X meses para jugar a un juego cuando comprándolo directamente podrías jugar siempre que quisieras no es algo que apasione a la gran mayoría. No obstante, es posible que, a juzgar por las tendencias actuales, esto, en un futuro, sea inevitable, lo que invita a muchas compañías a sumarse al carro antes de que les pille el toro.
El desarrollo de Dragon Age 4 fue anunciado en The Game Awards, pero hasta hoy poco se ha sabido de él, ya que tanto BioWare como EA se caracterizan por guardar sus secretos celosamente. Pero siempre hay cabida para todo tipo de rumores y filtraciones, los cuales toman un especial peso cuando provienen de una página tan relevante como Kotaku, que hace escasos días realizó una entrevista a dos trabajadores anónimos de BioWare, los cuales afirmarían un drástico cambio de rumbo para la saga con el siguiente título de la misma.
Primero se dieron pequeños detalles que clarifican un poco como será el nuevo juego del estudio padre de Anthem, como por ejemplo que el juego sería más pequeño que Dragon Age: Inquisition en cuanto a extensión de los mapas en pos de incluir misiones más concretas e indagadoras que las de ser un simple recadero. Otro aspecto dado es que, en principio, encarnaríamos a un grupo de espías en el Imperio Tervinter, y que dada esta naturaleza el juego sería mucho más dinámico en cuanto a decisiones, misiones u acciones.
Pero no es oro todo lo que reluce, y es que todo está dicho en pasado por una razón: sí, ese era el plan original del estudio, en el que había mil posibilidades en la cabeza de los desarrolladores. Sin embargo, durante estos últimos años el juego ha dado un volantazo con tal de incluir características un tanto alejadas de estas premisas. En un principio todo lo dicho se mantendría, no obstante, a la hora de hablar sobre el estado actual de la propuesta se hicieron alusiones la posibilidad del online o del multijugador – aunque no queda claro si el juego sería totalmente multijugador, como Anthem, o si simplemente sería una característica añadida para determinados aspectos del juego, como ocurrió en Inquisition -. Esto queda en un segundo plano cuando atendemos al plato fuerte del cambio de dirección, y es que parece ser que el juego apostaría por el modelo aludido al principio de este artículo: el juego como servicio.
Este modelo se implementaría precisamente por las características online que se pretenden añadir al juego, ya que estas serían una forma de alargar la vida útil del mismo. En mi humilde opinión, son cambios demasiado drásticos para una saga que tradicionalmente ha sido de rol individual, tanto el online como que se haya de pagar una suscripción para tener la oportunidad de jugar en línea o en solitario, al más puro estilo Diablo, por lo que podríamos decir que el juego se pondría en “modo Diablo”.
Bromas aparte, y a riesgo de que me tildéis de conservador, he de admitir que el juego como servicio no me convence, y menos para sagas que tradicionalmente han sido todo lo contrario. Por otro lado, gran parte del público tiene miedo de que EA haga con Dragon Age lo mismo que ha hecho con Anthem al convertirlo en multijugador obligatorio. La diferencia es que Anthem fue pensado así desde su inicio y la apuesta más rolera de BioWare lleva teniendo su esencia individualista propia casi 10 años, por lo que un cambio tan drástico a tantos niveles pude suponer una destrucción de lo que conocemos, y de lo que siempre hemos conocido, como Dragon Age.