Una Guerra Fría sin igual

Hace cuestión de días llegó a nuestras consolas la decimoséptima entrega de Call of Duty, Black Ops Cold War. El nuevo título de Activision, desarrollado en esta ocasión por Treyarch y Raven Software (después de que Infinity Ward se encargase el año pasado del reboot de Modern Warfare) nos traslada esta vez a la historia real que la Guerra Fría dejó en el mundo; a una batalla campal y estratégica donde Estados Unidos y la Unión Soviética midieron sus fuerzas a base de pólvora, amenazas y pactos internacionales.

Call of Duty Black Ops Cold War

Lleva una cicatriz porque es ruso.

Quizás por tal enfoque histórico merezca la pena comenzar hablando del modo Campaña de la propuesta, el cual presenta una duración algo escueta, de unas seis horas, tal y como la empresa nos tiene acostumbrados. No obstante, que su duración no infunda la más nimia confusión sobre su calidad, pues contamos con grandes novedades a destacar. La primera reside en su exponencial rejugabilidad: deberemos de jugar un par de veces a este modo si queremos disfrutar de todo lo que nos ofrece, pues ahora podemos tomar decisiones en momentos clave del juego que determinarán el rumbo de la historia. Esta mecánica, impropia de la franquicia, ha resultado en acierto al ofrecer al jugador una nueva manera de enfocar la aventura, alejándose de la linealidad de antaño y brindando nuevos alicientes ya no solo para revivir la historia, sino para disfrutar de ella incluso después de haberla visto en vídeos o streamings, algo en lo que estamos seguros que han pensado desde Treyarch. Esta novedad, cabe destacar, se ve acompañada por la posibilidad de editar nuestro personaje tal y como hicimos en campañas como la de Black Ops III, permitiéndonos seleccionar su nombre, tono de piel, sexo y perfil psicológico.

Esta ansia por sangre nueva se extiende, asimismo, a sus misiones secundarias de espionaje, que se alejan de las típicas misiones de relleno que carecen de sentido para obligarnos a recoger pistas y resolver enigmas que nos desvelarán a los sospechosos a eliminar durante la misión. Estos cometidos presentan una relevancia especial en misiones como la de la sede KGB en Moscú, donde las mecánicas de infiltración y navegación fomentan la rejugabilidad e incrementan la sensación de inmersión notablemente, encajando a la perfección con el resto del conglomerado que ofrece la experiencia Call of Duty.

Por último, es digno de mención el hecho de que al inicio de cada misión podemos regresar al piso franco de la CIA al inicio de cada misión, donde encontraremos secretos que nos darán bonus, un ordenador para jugar aventuras de texto y una recreativa con los clásicos arcades de Activision. Sin duda, una manera divertida y diferente de desconectar de los frenéticos tiroteos que siempre caracterizan a las historias repletas de giros de guion de Treyarch.

Tan ligados están a la compañía los plot twists como el espectáculo audiovisual, y para alivio de todos los fans, este sigue presente tanto en forma visual como sonora: Cold War acoge escenarios recreados a la perfección, que se dejan ver a lo largo de decenas de secuencias cinematográficas que difuminan aún más la fina línea entre el mundo del cine y el videojuego. En cuanto al aspecto sonoro, soy de los que piensan que estos juegos debes disfrutarlos con unos buenos cascos que te aíslen y te trasladen al campo de batalla: las canciones de los 80, los disparos y pasos suenan a la perfección, y si los tratas como merecen a buen seguro te harán vivir la aventura como si estuvieses dentro de la Guerra Fría.

Un multijugador muy amigable con los nuevos jugadores

Como viene siendo costumbre desde hace un par de años, el modo multijugador de Cold War se divide en dos vertientes bien diferenciadas: los clásicos 6v6 y el modo masivo de hasta 40 jugadores, que quedan divididos en equipos de 4 (no confundir con el battle royale Warzone, del que hablaremos más adelante). Estos equipos deberían de poder llenarse ahora con mayor rapidez, y es que se ha introducido crossplay entre generaciones, por lo que podremos disfrutar de este modo con cualquier amigo tenga la plataforma que tenga (no hay que temer por los jugadores de PC, ya que la experiencia está siendo cuidada para que sea equilibrada, compensando el teclado y ratón con pequeñas ayudas de apuntado). Digo debería, claro está, porque en la práctica no es necesariamente así, y es que la inclusión del polemiquísimo skill-based matchmaking hace que las esperas sean algo más abundantes de lo que deberían. Aquí no hay SSD que valga.

Esta inclusión, que se encuentra vigente pese a las indicaciones y promesas previas de Treyarch que apuntaban a lo contrario, hace que el multijugador esté más enfocado al nuevo público que a los jugadores veteranos, junto a hechos como que las rachas de puntos ahora no se resetean al morir, siendo esta una manera de apremiar a los jugadores menos duchos que se basan más en defender o tomando banderas que en ir directos al fuego cruzado.

Algo que sí se postula como un punto decididamente positivo es la conexión permanente entre el modo campaña, Zombies, Warzone y multijugador, dado que el avance producido se extiende a lo largo y ancho del conglomerado: a efectos prácticos, si tenemos un arma mejorada, podremos disfrutar de ella en cualquier modo. En cuanto a los modos de juego del multijugador, solo destacaré la incorporación de un nuevo modo de juego, Escolta VIP,  donde el equipo debe plantear una estrategia para escoltar al jugador VIP al punto de extracción. Este modo es que no cuenta con respawn, por lo que si morimos nos tocará ver la ronda desde la cámara de algún compañero.

El regreso de una experiencia mítica

Lo mejor siempre se deja para el final, y es que uno de los modos que más hype ha creado en este nuevo Call of Duty es el modo Zombies. En esta vertiente volvemos a disfrutar del modo clásico que tanto gusta al fan acérrimo, ahora vitaminado, permitiéndonos combatir oleadas y oleadas de zombies que se entrelazarán con diferentes líneas temporales, easter eggs y archivos que deberemos buscar por el mapa para conocer la historia que se esconde entre mensajes crípticos y escenarios bañados en narrativa ambiental. Una modalidad donde el trabajo en equipo vuelve a ser un factor determinante, y que, especialmente en grupo, acoge una tensión permanente al mostrarnos cómo nuestros compañeros caen mientras una gran horda de muertos vivientes nos persigue sin freno.

El primer capitulo de este modo es Die Maschine, que nos traslada a un búnker de la Segunda Guerra Mundial lleno de zombies nazis. Una novedad dentro de este modo es que podremos solicitar la extracción a partir de la ronda 10, lo que nos permitirá abandonar el campo de batalla y conservar la experiencia obtenida y desbloqueos que llevemos hasta el momento. Cabe destacar, eso sí, que los jugadores de PlayStation están de enhorabuena, pues cuentan con un modo exclusivo para uno o dos jugadores con el nombre de Aniquilación, el cual se desarrolla en siete mapas del multijugador y presenta un avance basado no en el desbloqueo de puertas, sino en recorrer el mapa mientras los zombies salen a nuestro paso. 

Warzone tiene que esperar (junto a otros contenidos)

Call of Duty Black Ops Cold WarEl battle royale de Call of Duty, todavía no cuenta con las novedades nuevas que este Black Ops va a ofrecerle. No obstante, cada uno de los operadores del juego ya están disponibles en Warzone para que los seleccionemos, y se espera que la gran actualización que conecte la historia a este modo de juego llegue el próximo 10 de diciembre. Por otro lado, el próximo 24 de noviembre llegará la primera actualización gratuita de Cold War, cuya principal novedad será la inclusión de una nueva versión del mapa Nuketown, escenario clásico de esta saga y que los jugadores siempre solicitan. Junto a él llegarán un pack de armas y accesorios basados en este mapa. 

Activision, así, reafirma su compromiso con el juego como servicio, y espera suministrar nuevos contenidos a sus jugadores hasta al menos la próxima temporada de otoño. Por nuestra parte solo nos queda esperar para ver cómo que se cumple el trato: uno que esperamos que se vea cumplimentado con creces en pro de rellenar el hueco que ha dejado el catálogo de mapas más pequeño de la historia reciente de Call of Duty.

Juggernog

Call of Duty Black Ops Cold War ofrece esa experiencia que los jugadores de la familia tanto esperaban, alejándose nuevamente del futurismo de la última década y ofreciéndonos un gran título con toda la esencia de los primeros capítulos de Treyarch, donde la historia narrada, una vez concluida, te hace querer informarte más de lo sucedido durante esos años. El modo historia ha cogido un rumbo fantástico que espero que no cambie, y, junto, al modo Zombies, se corona como el mejor punto de todo el conjunto. Mientras tanto, el multijugador, lejos de la brillantez de otros capítulos de la franquicia, sigue funcionando a las mil maravillas, y esperamos que se expanda considerablemente a lo largo de los meses venideros (por favor, incorporad un modo competitivo pronto). En definitiva, Treyarch y Activision lo han vuelto a hacer y su franquicia estrella ha vuelto a estar en boca de todos por el gran juego que en líneas generales nos han ofrecido en este cierre e inicio generacional. 


Este análisis ha sido realizado con una copia para PS4 cedida por Activision.