Activision podría estar ejerciendo presión sobre la desarrolladora con tal de polemizar la obra
Todo sabemos que está en las últimas fases de su desarrollo ya que la salida de Call of Duty Modern Warfare está planeada para el 25 de octubre de este año. Tras el estreno de su tráiler y del E3, ha recibido una gran cantidad de críticas de prensa y de los usuarios, si bien se ha bañado puntualmente en elogios por parte de aquellos que ya le han podido hincar el diente. Como es lógico, la mayor parte del público culpa de esta deficiente impresión mediática a la empresa desarrolladora de esta entrega, Infinity Ward, por todo lo que creen que está mal en el juego, pero, Michael Condrey, presidente de 2K Silicon Valley, ha decidido romper una lanza por el estudio.
Primero os pongo un poco en contexto sobre quién es Condrey y por qué sus palabras tienen importancia para el desarrollo de un videojuego que no es de su empresa. Michael Condrey era el máximo responsable de Sledgehammer Games, estudio responsable de varias entregas de la saga Call of Duty. Entre estas entregas podemos contar Call of Duty: Advance Warfare y el más reciente WWII. Es por ello que sus palabras, en las que ha comentado que “Modern Warfare podría ser un duro desafío para Infinity Ward“, tienen un especial peso, apuntando a que podría haber cierta presión desde Activision para hacer el juego más polémico y así conseguir llamar más la atención, como muy probablemente la hubo en un pasado.
Esta información se ha sabido en la entrevista que ofreció Condrey a Venture Beat, en la que el presidente tuvo una conversación distendida con el entrevistador. Cuando este último habló sobre que había probado el nuevo Call of Duty – comentando que la sensación transmitida no había sido completamente de su agrado -, el exdirector no se sorprendió en absoluto y contestó lo siguiente:
Michael Condrey trabajó en Activision antes de marcharse de esta empresa por las buenas – o eso creemos -. Por lo tanto, sus declaraciones están basadas en la propia experiencia, contando con rigor propio, ya que seguro que conoce cómo funciona la empresa y sobre todo cómo se trabaja en la saga Call of Duty. Aunque la información no es cien por cien fiable, ya que Condrey no tiene nada que ver con el desarrollo de la nueva entrega, sí que nos ayuda a tomar una opinión bastante realista sobre el desarrollo de la aventura. Por ahora, esta información parece ser una visión personal sobre cómo se ha enfocado Call of Duty: Modern Warfare.
Todo esto solo nos ofrece un ejemplo más sobre lo complicados que son los desarrollos compartidos de un videojuego o los estudios contratados por otros que desarrollan juegos, ya que normalmente chocan ideas muy diferentes en el desarrollo. Algunas veces, gracias a esto, salen juegos increíbles, y otras salen juegos mediocres que todo el mundo críticas, pero sin unos perderían importancia los otros. En mi opinión no creo que se pueda culpar a Activision de presiones excesivas sobre el desarrollo de la entrega, sino que los problemas que pueda tener el juego final serán causados por diferencias creativas.
Para comprobar esto no tendremos que esperar demasiado afortunadamente. Queda poco para la salida del título y está claro que una nueva entrega de la saga Call of Duty va a vender. Entonces podremos ver si lo que se dice de la demo a puertas cerradas es real. Y, sobre todo, sabemos si Michael Condrey tenía razón o si simplemente era una opinión más sobre el desarrollo.