Para vosotros, jugadores
Empezamos una temporada cargada de lanzamientos muy brutos, como Dying Light 2, Elden Ring, Horizon: Forbidden West o Sifu. Por supuesto, todo esto tiene que ver con el del año fiscal y que hay que engrosar esas cifras como se pueda, aunque sea a patadas con el resto y en el mismo género. Sin embargo, entre toda esa marabunta de lanzamientos ansiados y muy esperados se encuentran joyitas chiquititas, pequeños placeres videojugabilísticos que nos recuerdan que lo importante no es pegarse por ver qué saga mola más o qué juego sale rana (por ahora Dying Light 2), sino que lo bonito es jugar. Entre esos juegos se encuentra Bloodborne PSX, una recreación por parte de una fan de la primera sección de Bloodborne si hubiera salido en la primera PlayStation. Lo tiene todo: desde árboles planos hasta las texturas que se mueven raras por cómo las calculaba la consola de Sony, pasando por una banda sonora en MIDI brutal y unos efectos de sonido comprimidos y sintetizados a más no poder. Incluso los controles evocan a esa época en la que los joysticks aún no eran la norma y hay que mover la cámara con los gatillos. Una pasada y una carta de amor a un juego que no parece recibir tanto por parte de sus creadores.
Este demake es uno de tantos que han salido en los últimos años, algunos hasta de forma oficial. Siempre se hablan de las remasterizaciones para que todo sea más impactante, o directamente rehacer un juego antiguo pero adaptándolo a las formas de diseño actuales, y todo eso está genial. Mantener esa conexión con el pasado nos ayuda a ver cómo hemos ido cambiando, cosas que antes tolerábamos y ahora nos parecen demenciales o lo visionarios que podrían llegar a ser. A su vez, es la excusa perfecta para venderte más consolas mejorando las texturas un poco y cobrarlo a precio completo. Sale aparentemente rentable tanto para los consumidores como para las desarrolladoras, y es que tener que enchufar la PS3 para poder jugar a un Uncharted no es lo más accesible del mundo. Con los demakes pasa una cosa muy curiosa, y es que por accesibilidad y por el uso de herramientas de desarrollo actuales no se suelen poder mover en las plataformas a las que intentan imitar, así que a tarea es aún más complicada: tiene que sentirse como si estuviera allí y que te olvides mientras juegas, y eso no lo hace cualquiera.
Paralelamente y tras ocho años de trabajo, por fin se ha lanzado esa restauración de Resident Evil 4. Un equipo de nada más que dos personas han estado recopilando y estudiando tanto las texturas como los sonidos del juego original, buscando las referencias reales para poder rehacerlas con una mayor calidad. También se han retocado un montón de modelados y reescalado las cinemáticas, y si os soy sincero no sé como Capcom no les está dando las gracias. Estos dos proyectos no solo son una demostración de lo mucho que quieren a los juegos originales, sino que es una carta de presentación por parte de estos fans a que les contraten donde sea.
Duele que las empresas, las que de verdad mueven las pasta y las que se verán beneficiadas por estos proyectos, no les den ni las gracias o peor: se los tumben. Bloodborne en PC se lleva pidiendo desde hace años y más aún tras traer títulos como God of War y Horizon: Zero Dawn, y lo más parecido que vamos a tener es este demake.
La restauración de Resident Evil 4 HD surge del poco esfuerzo que se puso en su lanzamiento, sin prácticamente mejora alguna, para darle el trato que un título como este se merece. Todo nace de la pereza de las empresas y termina con las empresas haciendo oídos sordos o dándole carpetazo. No es algo que tenga solución porque tampoco es un problema como tal, pero no sé, enrollaos un poco al menos. El que más te va a querer no es tu accionista, sino el que hace el fanart más pocho que te puedas encontrar. Sácame el dinero, pero al menos sonríe un poquito, que quizás con suerte llegues a marcarte un Sonic Mania y todo.