Termina (de momento) su relación con NetEase
Las relaciones internacionales nunca son fáciles. Los acuerdos, planes y negocios donde ambas partes siempre intentarán obtener el mejor resultado de la transacción, obligan a mirar con atención más veces de las deseables cada línea del contrato de turno. La situación se complica todavía más cuando se trata con industria tan alejada social y culturalmente de la occidental como puede serlo la de China. Así, en un mundo donde las normas se presentan estrictamente a la hora de determinar que se muestra y que no, obligando en muchas ocasiones a los desarrolladores a presentar versiones modificadas de sus productos, las últimas noticias alumbran la escisión del contrato entre Blizzard y NetEase, una de las cinco empresas más grandes del medio.
El fin de este acuerdo de licencia, el 23 de enero de 2023 supone el cierre de las compuertas que permiten el paso a Blizzard al gigante asiático, al menos temporalmente.
En los próximos días se suspenderán las ventas de los principales juegos afectados como son World of Warcraft, Heroes of the Storm, Diablo III, Overwatch y StarCraft. De momento, parece que Diablo Immortal mantendrá su servicio, dado a que el título fue mayoritariamente desarrollado por NetEase. Blizzard ha presentado su intención de buscar nuevas formas de entrar al mercado chino, posiblemente buscando otro socio, lo que hace resonar las campanas que marcan el paso de la gran T (Tencent).
El mercado oriental es uno demasiado suculento como para renunciar a él de buenas a primeras. Según el informe, el acuerdo con NetEase es responsable del 3% de los ingresos de Activision Blizzard, porcentaje que se multiplica notablemente si centramos la mira únicamente en Blizzard. Pese a haber llegado más tarde a él, Diablo Immortal presenta el mercado chino como el más beneficioso de todos, obteniendo ingresos superiores a los que junta en el resto del mundo.
Además de contar con una gran influencia en el medio, son conocedores de la situación, por lo que nunca han tenido miedo respecto a sus condiciones y exigencias. El propio World of Warcraft por ejemplo, se presenta en China con una versión modificada con distinto cliente, donde la sangre y las referencias a lo funesto, como cadáveres y huesos se cambia por otro tipo de decoraciones. Así, son muchos los títulos que deciden introducir variaciones en sus IPs para asegurarse un trozo del pastel. Este suceso aparece en un momento crítico para la compañía, teniendo en cuenta su proceso de adquisición por Microsoft, que está siendo investigado una vez más (da igual cuando leas esto). Ante los rumores acerca de cuanto tiempo lleva esta situación siendo conocida por Blizzard, sólo se puede de momento, especular.
En las próximas semanas veremos cómo evolucionan los acuerdos y cuales serán los siguientes pasos de Blizzard, siendo posible que esta disputa termine beneficiando principalmente a Tencent, estableciendo nuevas relaciones de prioridad entre el gigante y Blizzard. En caso de alargarse esta situación, el juego que más peligra en mercado occidental es Diablo IV, que sigue sin contar con fecha de lanzamiento (pese a que debería salir antes del fin del verano de 2023, en base a lo acordado en la conferencia de Xbox en el E3). De momento, como siempre, todo es cuestión de esperar jugando.