Excepto si es para anunciar que se retrasan, claro
La época de Bethesda bajo los brazos (monetarios) de Microsoft no podía empezar mejor. Tras anunciar que Starfield se retrasaba, incluso sin tener fijado su lanzamiento, allá por febrero del año pasado, esta vez la tesitura no es muy distinta, ya que tanto Starfield, como Redfall (a cargo de Arkane) se retrasan a la primera mitad del año 2023, a pesar de que ni siquiera tenían, de nuevo, fecha para ser lanzado a la venta. Todo esto, a apenas un mes de que se celebren las conferencias que sustituyan al E3, y en la que, con esta noticia, prácticamente podemos descartar cualquier presencia de Bethesda. Después de todo, si sus proyectos más cercanos se siguen postergando en el tiempo, ¿van a mostrar un teaser de The Elder Scrolls VI con vistas a la próxima década?
Tenemos una actualización sobre Redfall y Starfield. pic.twitter.com/pSEaN6JjJ7
— Bethesda Español (@bethesda_ESP) May 12, 2022
Pero… ¿hay algo de lo que hablar realmente?
El hermetismo con el que Bethesda está tratando ambos proyectos, dados a conocer en público en 2018 (Starfield) y 2021 (Redfall) no sorprende tanto con esta noticia, pero como no podía ser de otra manera, esto reabre directamente el eterno debate del anuncio de los proyectos. ¿Cómo puede ser que Bethesda (que ahora además cuenta con el respaldo financiero de Microsoft, por si fuera necesario a nivel de recursos) anuncie su primera licencia original en 25 años y 4 años después sigamos con prácticamente la misma información? Por contra, Nintendo, conocida por sus métodos de trabajo poco ortodoxos, puede permitirse no solo anunciar Xenoblade Chronicles 3 a escasos 7 meses de su fecha inicial, sino que puede adelantar su publicación 2 meses como si nada. ¿Quiénes son los genios del marketing y quiénes los estrategas suicidas?
Pero más allá de eso, es que ni incluso al margen de los problemas de desarrollo que seguro han existido (sin querer entrar en pandemia, ya que por el modus operandi de Bethesda, el impacto habrá sido menor que en otros casos, como el de Ubisoft) pero sí estaban usando un nuevo motor gráfico, tras la decepción que fue en ese sentido Fallout 4, lo cual habrá supuesto no solo un periodo de ajuste, sino también problemas técnicos al estar la propia herramienta en pañales, sino cambios en el flujo de trabajo que afecten tanto a programadores como a diseñadores, lo cual acaba acumulándose como una bola de nieve y acaba provocando este tipo de situaciones.
¿Soluciones para Bethesda? Consejos vendo pero para mí no tengo. La parte fácil sería decir “no anuncies tus proyectos tan pronto”, pero el problema no es realmente ese, tan solo es un síntoma, sino no mostrar nada en los años venideros, que es lo grave. A día de hoy, ¿quién se acuerda de Starfield? Ni siquiera es el mayor proyecto actual ni por temática ni por género, Star Citizen (que también es para darle de comer aparte, pero por motivos muy diferentes, está siempre en boca de todo el mundo, pero no por logros positivos exactamente) le eclipsa en ese sentido.
Y ya por último, entiendo que Microsoft tendría información sobre el progreso de los proyectos en curso en Bethesda, pero desde luego, es su primera inversión megatónica y de momento no ha dado frutos de ningún tipo, ni siquiera si tenemos en cuenta la adición del catálogo histórico a Xbox Game Pass. Al fin y al cabo, no es nada que no pudiera haberse hecho con un acuerdo puntual. El dinero sobra, quema en los bolsillos y mejor invertirlo en Bethesda que en criptomonedas (especialmente hoy) pero por ahora, ninguno de los dos destinos es especialmente rentable.