Cinco puntos a tener en cuenta
Hace escasos días se puso a nuestra disposición la segunda alpha cerrada de Battlefield V, título que pudimos probar en profundidad durante todo un fin de semana. Poco después, además, tuvimos la oportunidad de catarlo nuevamente en la Gamescom de Colonia (Alemania), donde los chicos de Electronic Arts realizaron una presentación del juego a puerta cerrada, mostrándonos sus bondades y presentándonos dos nuevos mapas para el modo multijugador de la entrega: Rotterdam y Artic Ford. Fruto de ello, hoy os traemos nuestras primeras impresiones de la entrega, y, en particular, de la citada modalidad competitiva; todo divididido, como no podía ser de otra manera, en cómodos puntitos que no debéis de perder de vista. ¡Vamos allá!
Grandes Operaciones como el principal atractivo
DICE sorprendió a todo el mundo con Battlefield 1, no solo por su ambientación, sino también por muchas otras novedades de menor calado como la inclusión del modo de juego Operaciones. En Battlefield V dicha implementación está de vuelta con algunos cambios que pueden gustar más o menos en función, pero que no dejan de ser un soplo de aire fresco para la aventura. En este sentido, la modificación más notable es que ya no defenderemos ni atacaremos sectores, como si del modo Conquista se tratase, sino que ahora tendremos objetivos, como por ejemplo destruir unos misiles, tal y como ocurre en el modo Guerra de Call of Duty: WWII o en Asalto Galáctico de Star Wars: Battlefront 2. Esta serie de objetivos se distribuyen por días – obviamente, no en tiempo real -.
Durante la alpha tuve la oportunidad de jugar con la Armada Británica en el bando atacante y con la Wehrmacht (Nazis) en el bando defensor, aunque aún no sabemos si en su versión final contaremos con más facciones. El mapa escogido para la prueba fue Narvik, una álgida región montañosa situada en Noruega, y lo cierto es que nos dió tiempo a explorarla de sobra, pues una partida en esta modalidad puede durar fácilmente un par de horas, a poco que esté reñida. Definitivamente, si no os gustan las partidas largar, mejor será que ni siquiera os planteéis embarcaros en este modo.
Escasez de munición: el pensar dos veces antes de disparar
Una de las cosas que más nos llamaron la atención en lo relativo al gunplay es la gran escasez de munición que hay en todos los modos de juego de los que hemos podido disfrutar. Al reaparecer en cualquier punto tendremos a nuestra disposición, aproximadamente, tres cargadores completos, aunque esto obviamente dependerá del arma. Esto no solo pasa en la infantería, sino también en los vehículos.
Al igual que les ocurre a los chicos de Treyarch (este jueves profundizaré más en el tema), DICE ha querido fomentar el juego en equipo con este Battlefield V, y este detalle, aunque pueda llegar a parecer minúsculo, es todo un gamechanger, cambiando drásticamente nuestra manera de jugar y forzando la unión de un escuadrón de cuatro o cinco soldados que poco tiene que hacer si está desperdigado por todo el mapa. Jugar como un lobo solitario nunca ha estado dentro de la filosofía Battlefield, y por eso vemos este añadido como algo positivo, que aporta realismo al conjunto y le brinda una dosis extra de táctica que le sienta de fábula. Bien ahí.
La clase como arma, y no como rol en la batalla
Nunca antes habían servido de tan poco las clases en la franquicia. Por lo que hemos podido comprobar, en esta nueva entrega poco importará qué tipo de soldado escojas más allá de las armas disponibles, que seguirán asignándose en función de nuestra elección como asalto, ingeniero, apoyo o reconocimiento. El juego ha ampliado sus horizontes jugables, cediendo ciertas herramientas específicas a un público más amplio, lo que ha restado peso a subclases como la primera mencionada: ahora cualquier jugador tendrá la posibilidad de revivir a su compañero caído en batalla, sin necesidad de desfibrilador o adrenalina.
Por su parte, las fortificaciones, de las que os voy a hablar a continuación, podrán crearse con cualquiera de dichas divisiones. La clase de apoyo, por su parte, cuenta con la ventaja de poder autoabastecerse a sí misma en lo que munición se refiere, pero el resto de los integrantes de la patrulla también podrán encontrar suministros repartidos por el mapa; de nuevo, se resta importancia al trabajo en equipo, reduciendo la eficacia de las ideas y mecánicas implementadas. Un tirón de orejas para DICE, que, con este movimiento, contradice muchos de sus principios, asemejando la experiencia de todos los jugadores al mismo nivel.
Las fortificaciones, nominadas al premio ‘Parecía que sí’ de este 2018
Para bien o para mal, todos alucinamos cuando anunciaron que se podía construir en Battlefield V, pero ciertamente no resulta tan espectacular como nos creíamos. De hecho, no resulta nada espectacular, y tampoco es práctico. Vale, es cierto que nos puede servir en determinados momentos de la partida, pero en su mayoría de ocasiones resultará inútil. No podremos construir en cualquier zona del mapa, sino que solo podremos crear muros de cobertura en ciertas zonas, como carreteras o casas destruidas.
Olvidáos de, como en Fortnite, construir rápidamente un muro que nos haga las veces de cobertura, o de crear un cañón en mitad de la nada que nos permita acabar con ese tanque que viene hacia nosotros. La mecánica, desde luego, no está ideada para darle dicho uso, pues se nos hace demasiado lenta, concreta y farragosa como para llevarla a cabo en los momentos en los que más lo necesitamos. Un punto que sin duda se debería de revisar de cara al lanzamiento, con tal de pulir dichas asperezas y formalizar el correcto uso de las susodichas construcciones.
Audiovisualmente excelente, pero con un rendimiento aún por mejorar
Gráficamente, como es costumbre en la saga, estamos ante una obra audiovisual de proporciones inmensas, que supera con creces a la ya de por sí impactante factura técnica de Battlefield 1. Además, con la inclusión de la reciente tecnología Ray Tracing que incluirá la nueva serie 2000 de Nvidia, el título se encuentra cada vez más cerca del fotorrealismo, brindándonos estampas bellísimas con una carga gráfica ante la que nos es imposible imaginar cómo una máquina estándar es capaz de hacerle cara. Los efectos sonoros, por su parte, se suman a los sobresalientes modelados, animaciones y efectos de particulas para redondear un acabado visual realmente inmersivo y mimado.
Pero no es oro todo lo que parece, y, como no podría ser de otra manera, existe un pero. Un pero bastante a tener en cuenta, y es que el rendimiento, al menos durante la versión alpha del juego, era para hacérselo mirar. Con un equipo con un i7 8700K, GTX 1080 Ti y 16 GB de RAM DDR4, el juego iba a una tasa de 40-50 FPS poco estables a una resolución de 1440p, mientras que Battlefield 1, con el mismo equipo y resolución, era capaz de levantarse por encima de las 120 imágenes por segundo. Imaginamos, dados los plazos del desarrollo, que esto sí se mejorará de una forma bastante probable de cara al lanzamiento, aunque nos era necesario destacarlo en estas primeras impresiones. Nunca habíamos visto al motor Frostbite tan ajustado.
En conclusión
A falta de comprobar la calidad del resto de los pilares que componen su conjunto, Battlefield V parece ser un producto bastante redondo, que va a lo seguro, y que deja los riesgos a un lado para dar a sus fans exactamente aquello que buscan. Ni más, ni menos. No obstante, esto produce que, de manera indirecta, nos hallemos ante una propuesta realmente continuista, que transmite sensaciones muy parecidas a las de su predecesor directo, Battlefield 1, y que deja una gran responsabilidad, por tanto, a su modo battle royale, que se alza como una de sus principales novedades, y como uno de los mayores incentivos que los jugadores reincidentes encontrarán para volver a pasar por caja.
Tendremos que esperar para ver, además, si finalmente se cumple la promesa del contenido descargable gratuito, o si al final todo se queda en una anécdota más del desarrollo. Sea como sea, no tendremos que esperar demasiado para comprobarlo, pues el juego llegará a nuestras tiendas para PS4, Xbox One y PC el próximo 19 de octubre. ¿Le acabará pasando factura su aparante falta de innovación?