Take it easy
Battle royale, un concepto que se ha popularizado durante los últimos años, y cuya fama parece que seguirá creciendo en los años venideros. Auge en gran parte debido a la sencillísima premisa de la que parten: un número de jugadores es transportado a un campo de batalla donde deben luchar por obtener la victoria. Victoria que en muchos casos solo puede ser de uno de los participantes. Así pues, tenemos un tipo de juego que agrupa a un gran número de usuarios en una misma partida y que repercute en que cada partida se establezca sobre mecánicas de supervivencia pero con un resultado y situaciones totalmente diferentes a la anterior.
Creo que mi primer contacto con los battle royale, como el de muchos otros, fue con ese mítico modo de juego de Minecraft cuyo nombre heredaba de la famosa serie de novelas de Los juegos del hambre. Por aquel entonces creo que no creíamos que algo como Fortnite terminaría llegando a nuestras plataformas favoritas, ya que el simple hecho de juntar a unos veinte jugadores en un mismo escenario formado por bloques dónde estos debiesen sobrevivir para alzarse con la victoria era un simple modo de juego más dentro del ingente compendio que suponía y supone Minecraft. Y tras algunos juegos que fueron introduciendo el género poco a poco, llegó el que sin duda alguna se podría considerar el máximo representante de los battle royale (lo siento, PUBG): Fortnite. Esta vez 100 jugadores distintos deberían sobrevivir para salir victoriosos como el único superviviente de la partida, con una cantidad de nuevo contenido casi abrumadora y una accesibilidad que permitía a casi cualquier jugador con una videoconsola o un ordenador medianamente potente – e incluso móvil – unirse a la fiebre por el nuevo fenómeno del mundo “gamer”.
Con la salida de Fortnite me surgió una gran pregunta que me rondó por la cabeza durante bastante tiempo. ¿Por qué tuvo tanto éxito un juego como éste? ¿Por qué triunfó algo tan aparentemente simple?
Accesible y divertido, pero siempre sencillo
Buscar el éxito en lo simple parece que sea el lema de los battle royale exitosos, que incluye obviamente el más reciente y aclamado Fall Guys. Muchas veces en los videojuegos asociamos el concepto “simple” a aquellos juegos que nos parecen accesibles, ya sea por sus controles que no requieren de gran habilidad o, por otro lado, que consiguen establecer un objetivo que todos los jugadores logran entender fácilmente. Obviamente la accesibilidad también incluye el hecho de que un videojuego se pueda jugar en varias plataformas y más si dispone de juego cruzado.
Fortnite hizo bien todo lo que he mencionado. Unió a amigos en busca de un objetivo sencillo, lo hizo en diversas plataformas y permitiendo que se pudiese jugar aunque, por ejemplo, un jugador estuviese en Nintendo Switch y otro en ordenador. Y, además, consiguió crear una gran base de jugadores que se sentían atraídos por el estilo y las constantes novedades de este, que hacían que Fortnite siempre se sintiera fresco y nuevo. Pero hay un aspecto clave que ha marcado la diferencia entre el éxito de Fortnite y el reciente éxito de Fall Guys, y ese son los tortazos.
Si algo funciona, no lo cambies
Por alguna extraña razón al ser humano siempre le ha divertido ver como otros son golpeados por otros o por el entorno. Las caídas, los golpes en la cabeza, gente resbalando, y hasta batallas de tortas. Al ser humano le parece gracioso porque son cosas absurdas, y el equipo creador de Fall Guys lo sabe, y lo ha aprovechado.
Pero analicemos el pasado para saber el porqué estas situaciones llevan gustando a la gente desde hace décadas. En la época del cine mudo las primeras comedias que no tardaron en calar en los gustos de los espectadores, colándose como uno de los géneros favoritos del cine americano, eran las comedias “slapstick”. En estas comedias el humor era absolutamente físico a base de golpes y situaciones extravagantes. Esto también derivó en series de dibujos animados como fue, por dar un ejemplo muy conocido, Tom y Jerry, con una única fórmula narrativa que alude a un concepto muy básico, un gato que perseguía a un ratón, pero con rasgos que los humanizan haciendo del gato un personaje colérico e impulsivo y del ratón uno inteligente y calculador. Y en ambos tipos de obra el humor físico es el predominante, tal y cómo lo es en Fall Guys.
Aún así creo que no se puede negar que las influencias más claras que tiene este videojuego son programas como el que se conocía a nivel nacional como Humor Amarillo o Gran Prix, u otros como Wipeout que tuvieron bastante popularidad en las décadas de los 90, los 2000 e incluso el principio de la última década. En estos programas, al igual que en muchos battle royale pero sobre todo al igual que en Fall Guys, varios concursantes debían alcanzar la meta de un circuito lleno de obstáculos de todo tipo donde las caídas y los tortazos estaban casi siempre asegurados.
Pero vayamos aún más atrás en la historia de la humanidad. Antiguamente en las batallas de gladiadores en ocasiones éstos eran liberados para entretener al pueblo en el campo de batalla, donde solo uno podía quedar vivo. Y obviamente es un ejemplo muy extremo, pero puede que este sea realmente el origen de los battle royale que conocemos hoy en día, al fin y al cabo en ambos solo puede quedar un humano o jugador vivo y ambos se llevaban a cabo con el simple objetivo de entretener al público.
Diversión para el jugador y para el público
El público también quiere divertirse, y quiere hacerlo desde la lejanía, simplemente observando. Creo que uno de los principales factores por el que los battle royale son tan populares es por cómo tienen la habilidad de divertir no solo al jugador sino también al espectador. Aspecto que favorece, por cierto, la creación de comunidades de streamers y youtubers que retransmiten en directo sus partidas. Cada partida es un mundo, así que siempre será divertido verla aunque no estés jugando, al igual que pasaba en los anteriormente mencionados combates de gladiadores.
Analicémoslo por un momento. Tenemos un tipo de videojuego que es accesible, con un objetivo sencillo, que te permite jugarlo con tus amigos y que además es entretenido de ver. Parece que la historia del entretenimiento se repite constantemente. No es una nueva invención, es una reinvención.
Otro camino en lo sencillo
No siempre son los battle royale los que buscan crear una obra con un objetivo sencillo y que consiga tanto éxito, por eso no podía dejar pasar la oportunidad de hablar del que creo que fue sin lugar a dudas el juego de la cuarentena, Animal Crossing: New Horizons.
Creo que es importante remarcar que es obvio que el hecho de estar en cuarentena hizo que sus ventas incrementasen masivamente, pero aún así la premisa de este videojuego, aunque se aleje de los battle royale, es la misma, buscar aquello que es divertido en lo sencillo. Recoger hierbajos o entregar fósiles en el museo para posteriormente seguir pescando y decorando tu isla puede parecer a simple vista algo aburrido, pero es todo lo contrario. Es una gran sorpresa encontrarte con videojuegos con un objetivo tan sencillo como simular la vida diaria de un habitante de una isla desierta sean tan divertidos, así pues a lo que quería llegar era a justamente esto: no solo los battle royale presentan premisas simples para alcanzar el éxito, también juegos totalmente opuestos pueden hacerlo, y eso es de admirar.
Un género con mucho futuro
Los battle royale, nos guste o no, seguirán formando parte de la historia de los videojuegos en los próximos años, y parece que cuanto más sencillo sea la meta que el jugador deba alcanzar, más fama ganará el título. Porque como ya he comentado, el entretenimiento tanto del jugador cómo de su público es clave en los tiempos que corren, en los que cada vez más y más jugadores deciden compartir su contenido gaming en las plataformas de streaming más famosas.
Los diferentes y únicos parajes del mapa de Fortnite fueron los que nos conquistaron hace unos años, ahora lo han hecho unos pequeños personajes que deciden agarrarse para llegar a la meta. Y yo me pregunto: ¿cuál será el próximo battle royale que nos sumerja en su novedosa propuesta?