Rememoramos el regreso del Caballero Oscuro
A lo largo de los años, las compañías de videojuegos han lanzado todo tipo de juegos para competir en el mercado, tanto en PC como en consola. Sin embargo, cuando pienso en el género de “superhéroes”, el primero que se me viene a la cabeza es Batman. Ha sido el único – y con bastante diferencia, me atrevería a decir – que ha tenido un rotundo éxito en este tipo de mercado, que ha sabido dar la talla en este tiempo.
Este mítico personaje del universo DC destacó desde sus inicios por sus cómics, que hacían gala de una ambientación macabra y de historias memorables. Sin embargo, no fue hasta el 2005 cuando dicho héroe se haría aún más popular con la saga cinematográfica de Christopher Nolan. Tras este “boom”, una compañía llamada Rocksteady, afiliada con Warner Bros., comenzó a desarrollar una de las mejores trilogías en los videojuegos (tetralogía si contamos el Origins desarrollado independientemente por Warner Montreal), y en la historia del propio personaje: Batman: Arkham.
En esta ocasión, y aunque ya cuenta con un par de años a su espalda, nos enfocaremos en su última entrega, lanzada en 2015 para PC, PS4 y Xbox One. Bienvenidos a Arkham Knight.
En este nuevo capítulo, la historia nos cuenta cómo el Espantapájaros vuelve a Gotham con tal de destruirla. Tanto a nivel arquitectónico como a nivel civil, pues la toxina del miedo provoca que la gente se enfrente a sus peores pesadillas. Como no podía ser de otra manera, el murciélago tendrá que poner fin a su reinado de terror, siguiendo el caso de cerca y acabando con los villanos que se encuentran divididos por las tres grandes islas por las que está compuesta Gotham City. Se tratan de lugares repletos de secretos y puzles, pero también de muchas referencias como los edificios de Lex Luthor, la mención de Superman en los diálogos de los milicianos y algunos carteles colocados por toda la ciudad referenciando a Flash. Puro fan service, al fin y al cabo, pero que en ningún momento llega a ser molesto o abusivo. Guiños que nunca están demás.
Cambiando de tercio, resulta interesante ver cómo este título nos muestra, una vez más, cómo de oscuro puede llegar a ser nuestro protagonista, Batman. Dicha frialdad también se puede palpar en la propia ciudad, desbordante en todo momento de objetivos secundarios que llevar a cabo. En total son 16 los tipos de misiones a completar, cada uno representado por un conocido enemigo del Caballero Oscuro. Y lo peor de todo esto (sí, Riddler, lo decimos por tí y por tus desesperantes acertijos) es que tendremos que completar el título al 100% para poder acceder al final secreto.
Este conjunto, no obstante, se sintiría vacío de no ser por la presencia de Catwoman, la simpática gatita que tendremos que rescatar de las manos de Nigma. Algo que me sorprendió fue que podemos controlar a esta mujer felina cuando estamos con ella. Pero ahí no queda la cosa, pues en las misiones secundarias colaboraremos con Nightwing y también tendremos la ventaja de controlarlo – al igual que a Robin en la historia principal. Aun así, esto no justifica la ausencia del multijugador. Habría sido bastante divertido pelear con tus amigos, cumpliendo los desafíos de la propuesta o nuevas misiones optimizadas para este modo.
Conduce, vuela y pelea: sé Batman
En las calles de la enorme ciudad, nos encontramos los típicos matones para poder pelear con ellos tanto de cuerpo a cuerpo como sorprendiéndolos desde las alturas. Sin embargo, después de una larga y tensa espera -POR FIN- introducen el queridísimo Batmovil (y, además, rediseñado) en un mundo tridimensional, que luce de lujo. Con solo saber que puedes derribar y perseguir coches, sabes que este automóvil es increíble, y sé perfectamente que no te apartarás de él. El sistema de combate con el vehículo está muy bien desarrollado en cada una de sus misiones tanto principales como secundarias, y lo tendrás que usar para completar algún que otro acertijo. En lo personal, tratando de extrapolar mi experiencia, me recuerda mucho al combate de coches en los videojuegos de Transformers.
El combate cuerpo a cuerpo sigue siendo muy similar a sus antecesores. En este caso las animaciones han sido mejoradas y se siente más fluido que en los otro (pero sigo quedándome con Nightwing). El vuelo también ha sido mejorado y no me tiembla el pulso al decir que es el mejor hecho de toda la saga por su realismo tanto en el planeo como en los movimientos de la capa, que se va deteriorando a medida que avanzas.
Una auténtica belleza audiovisual
Otro de los elementos que realmente nos vemos en la obligación de mencionar es el magistral apartado gráfico del que hace gala la entrega. Es impresionante el cambio de una generación a otra y, además, da otro enfoque. Sinceramente, los anteriores Batman eran más simples, pobres en ciertos aspectos. Este Arkham Knight, sin lugar a duda, es el mejor de todos en este aspecto. El diseño de los personajes es apabullante, al igual que el de la ciudad, y aún en pleno 2018 sigue contando con detalles que nos dejan con la boca abierta.
Se trata de una proeza técnica que combina estupendamente con unos efectos de sonido sobresalientes, y con una banda sonora trepidante, que se adapta a lo visto en pantalla como anillo al dedo. Puede sonar muy de novela, pero es así. La ciudad se ve espléndida, y esos momentos específicos cargados de épica en los que repentinamente entra la música me ponen los pelos de punta.
Un final a la altura para una trilogía impresionante
En resumidas cuentas, Batman: Arkham Knight nos ofrece un argumento a la altura de la leyenda del Caballero Oscuro, con un desenlace arrollador y una jugabilidad a prueba de bombas. Además, es bastante rejugable, teniendo en cuenta que en 15-20 horas podemos llegar a la pantalla de créditos, pero que hasta pasadas las 30 o 40 horas no lo completaremos al 100%. Las innovaciones introducidas, además, han sido positivas en su amplia mayoría, como la introducción del Batmóvil, pese a los problemas ocasionados en PC durante su primer año a la venta.
Eso sí, durante mi experiencia me he encontrado con algún que otro bug, aunque no me haya supuesto ningún problema. Todos los errores nos parecen pocos al lado de una obra como esta, que pese a sus fallos, fácilmente puede considerarse como uno de los mejores juegos de lo que va de generación. Un must en toda regla.
Esta review se ha realizado con una copia adquirida por la propia redacción.