Sagrada Escritura

El legado del lobo blanco. La enciclopedia Dreamcast. La odisea de Shenmue. Tras un breve ejercicio de retrospectiva, muy poquitas plumas se me ocurren que hayan dejado su imprenta en más universos videolúdicos que la de Ramón Méndez. Menos aún, que la hayan dejado tan hondo. Referente en prosa de videojuegos, el académico gallego es, además, traductor y encargado de la localización de algunos de los más conocidos y ambiciosos proyectos que a día de hoy siguen llegando a nuestras consolas y ordenadores (desde los ya míticos The Elder Scrolls V: Skyrim y Far Cry 4 hasta obras de un corte más independiente como Cuphead, y pasando por trabajos inhumanamente vastos y verdaderamente elogiables como The Witcher 3: Wild Hunt o Divinity: Original Sin), y es, ante todo, un amante ferviente de su sector e industria. Es este sobrecogedor cariño por el videojuego que rezuma y destila de cada uno de sus trabajos el que invita a emocionarse y desesperarse cuando uno de ellos está a punto de llegar a nuestras manos, y el que le convierte en el autor ideal, en el más pleno sentido de la palabra, para acercarse a universos tan relevantes culturalmente como el que se trata, hoy, en Azul Historia: el de los siete anillos y las siete esmeraldas.

Publicada por GTM Ediciones, la pieza, que toma como subtítulo ‘la génesis de Sonic el erizo‘, llega en un momento más que oportuno, y se suma inconscientemente a los esfuerzos cinematográficos de SEGA por revitalizar una mascota divisiva que ha conocido éxitos y fracasos, pero que siempre ha sabido levantarse, mirar hacia el frente y hacer de sus mayores naufragios premisas con las que continuar enriqueciendo su historia. En este sentido, los esfuerzos de Méndez, a los que se suman los de ilustradores de primer nivel como Sergio Melero y Toni Mula, hacen justicia al relato de la criatura japonesa, y configuran un viaje que arranca con los primeros pasos de Sonic y pasa por “los loopings de su concepción, y por los los bumpers de la construcción de su universo” hasta alcanzar, tres décadas más tarde, la contemporaneidad que marcan obras como Sonic Frontiers, su serie de animación o la trilogía fílmica para la grna pantalla.

Es esta primera mitad, más lejana para la mayoría de lectores pero especialmente cercana para algunos pocos, la que se antoja como especialmente interesante al regalarnos no solo fascinantes datos sobre el nacimiento de la mancha azul, sino también nostálgicas estampas perfectamente esbozadas que muchos recordarán con gran cariño.

Postulándose como un texto de estilo directo y sencillo disfrutable por todo tipo de público debido a la agradecida carencia de artefactos o florituras, las palabras de Méndez no dejan de estar orientadas, de manera más o menos consciente, a aquellos niños y niñas que perdían las tardes en las recreativas y que se intercambiaban cartuchos de Mega Drive, y no hay palabra en su prosa que deje de estar sutilmente marcada por un recuerdo de lo que, se puede entrever, fue una infancia feliz construida parcialmente frente a un televisor de tubo.

En cuanto al resto de contenidos, encontramos algunos epígrafes —algunos de ellos protagonizados por contenido multimedia a golpe de QR— dedicados a ciertas curiosidades o proyectos que jamás vieron la luz, los cuales han llamado poderosamente nuestra atención y nos han acabado dejando con ganas de más. Asimismo, cabe destacar que, al encontrarse la opinión y perspectiva del autor ya diluida en cada una de las líneas, no encontramos mucho más contenido que aderece al repaso cronológico, a excepción de un bonus stage final que actúa como conclusión, y que vuelve a poner en bandeja, incluso después de 280 páginas, la idea de fantasear con un poquito más de contenido original, tal y como lo hubiere en anteriores trabajos de GTM.

Lo que se ha mantenido inmutable desde entonces, como no podía ser menos, es el tremendo cariño que la editorial ha depositado sobre el libro, el cual ha llegado a nuestras tiendas en dos ediciones de lujo (Sónica, con una encuadernación en tapa dura y sobrecubierta grabada con tinta ultravioleta, y Supersónica, con sobrecubierta especial troqueladas en papel oro, un certificado numerado, litografías exclusivas y un Medallón del Caos de 60mm). Indistintamente de la edición escogida, la experiencia de enfrentar un producto de Games Tribune vuelve a ser fascinante, con multitud de detalles que rebosan de cada una de sus páginas, un papel de buen gramaje y un peso algo elevado para ser sostenido durante largas horas, pero que deja claro que estamos ante un volumen relevante que se toma muy en serio a sí mismo. La maquetación, aunque algo excesiva por momentos, consigue retrotraernos a los noventa con sus letreros y patrones, y los colores, que en anteriores piezas habían adoptado un rol más secundario, están fantásticamente tratados; saturan y sorprenden con tino, gracias, en gran parte, al excelente trabajo de ilustración realizado, que resulta muy abundante hasta el punto de impulsar la lectura de una forma asombrosa.

Diálogo entre leyendas

Galardón-Plata-HyperHypeNo son pocas las palabras que se han vertido sobre el erizo azul; tampoco sobre su biografía. Sin embargo, Azul Historia convence, por momentos, de tener algunas de las mejores que se han escrito jamás. Un ejercicio de concreción y síntesis tremendamente dinámico, divertido, nostálgico, interactivo; ilustrado, maquetado y producido con casi tanto mimo como ha sido escrito, y cuyo mayor defecto reside en dejarnos insaciables por conocer y leer más sobre el que fue, y siempre será, uno de los más importantes nombres de la industria del videojuego. Larga vida al Rey.


Esta crítica se ha realizado con una copia física para prensa proporcionada por Games Tribune Magazine.