El nuevo Assassin’s Creed dará un paso atrás, ¿para coger impulso?
Assassin’s Creed cumple nada menos que 15 años. 15 años con más de trece juegos a sus espaldas. 15 años en los que no ha tenido otro remedio que renovarse, evolucionar la fórmula y buscar nuevas historias, mecánicas y géneros con los que llevarnos a más y más ambientaciones. Assassin’s Creed II ya fue una gran revolución, siendo el que de verdad creó las bases de la saga. Assassin’s Creed III dio una vuelta a la forma de contar la narrativa de los personajes. Unity lo hizo prestando más atención al dinamismo en la exploración. (Y a los bugs, para qué nos vamos a engañar). Y Origins, llevó la franquicia hacia un terreno más cercano a los RPG, siendo el farmeo y los niveles una parte fundamental. Y parece que ahora estamos en un nuevo punto de inflexión en la saga de asesinos. ¿A dónde nos llevará el Animus en el futuro?
Un espejismo del pasado
Hace más de un año, el medio Bloomberg hacía saltar todas las alarmas con la filtración de que en Ubisoft se estaba trabajando para llevar la franquicia al terreno de los juegos como servicio. Poco después la empresa francesa confirmaba que Assassin’s Creed: Infinity era un nombre en clave para referirse a este ambicioso proyecto, aún en fases tempranas de desarrollo. Esta es la explicación por la que Valhalla ha tenido la vida más larga de cualquier juego de la saga. Pero Infinity no estaba listo todavía. Aquí es donde aparece otro nombre en clave que surgió en redes hace unos meses: Assassin’s Creed: Rift.
Había rumores de todo tipo, pero parece que este proyecto nace de una expansión de Valhalla que fue creciendo hasta convertirse en un juego completo. Eso sí, más comedido que últimas entregas, inmensas, como Odyssey. Algo que cada vez escasea más y que muchos jugadores, me incluyo, agradeceremos. Este, es el origen del juego que esta semana hemos conocido como Assassin’s Creed: Mirage. Y aunque oficialmente no se ha anunciado gran cosa, muchos jugadores ya han investigado detalles muy interesantes sobre el proyecto.
Este nuevo juego supondría una vuelta al pasado de la saga. Volvemos a Bagdad, y volvemos a la esencia de los primeros juegos. Controlaríamos a un joven Basim, un personaje que aparece en Valhalla. Como decimos, un juego nace a partir del otro. Es decir, se eliminaría la opción de elegir nuestro personaje, ya que esto funciona como una precuela, contando los orígenes de este asesino. Pero este no es el único elemento rollero que desaparecería. Ya que parece que esa vuelta a los inicios pasaría también por recuperar las mecánicas originales, el espionaje, el sigilo, la linealidad de la narrativa. Reduciendo al mínimo los añadidos RPG de Origins.
Y es que, y esto es solo un rumor, la vuelta al pasado de la saga, no solo pasaría por volver a ciertas mecánicas. No se sabe de qué manera, Mirage podría contener, conectar o expandirse, volviendo al primer Assassin’s Creed de la saga. Altair volvería, no sabemos de qué manera, para celebrar los 15 años de la saga. Siendo este apéndice una especie de remake de esa primera aventura que vivimos en la generación de PS3 y 360.
Assassin’s Creed, hasta el infinito y más allá
Esta vuelta al pasado quizás, y solo quizás, sea un verdadero espejismo. Porque Mirage es el últimojuego que se prevé en el horizonte antes de la gran revolución de la saga que será Assassin’s Creed: Infinity. Pero, ¿qué supondrá que la franquicia se convierta en juego como servicio? Pocos detalles se saben de este gran proyecto en el que Ubisoft Montreal y Ubisoft Quebec llevan trabajando tanto tiempo. Parece ser, que el juego tendría un personaje en el presente, veremos si predefinido o en este caso podremos generarlo nosotros, que viajaría a diferentes épocas. Este sería el contenido que iríamos recibiendo periódicamente. Un juego formado por juegos más pequeños o expansiones, con los que encarnaríamos a diferentes antepasados, en nuevas ambientaciones. A priori, no suena mal.
De hecho, es muy interesante ver Assassin’s Creed: Mirage como un paso intermedio hacia lo que nos espera con Infinity. Hasta Syndicate, la saga había tenido un nuevo lanzamiento anual, hasta que el ritmo se hizo insostenible. Cada vez cuesta más tiempo y dinero desarrollar un juego y la escala de las últimas entregas era totalmente desproporcionada con los tiempos que exige un proyecto de esta magnitud. Es por eso que, a priori, hacer aventuras más contenidas, que recibamos periódicamente dentro de esta gran plataforma que será Infinity no parece una mala solución al problema. Pero claro, quizás precisamente en propuestas más pequeñas no tenga sentido que a nivel mecánico nuestro antepasado tenga un gran desarrollo RPG, con niveles, árbol de habilidades y farmeo. Sino que quizás sea nuestro personaje en el presente, el que funcione como hilo conductor y vaya adquiriendo ciertos “conocimientos” o aprendizajes que pueda trasladar a sus siguientes incursiones en el Animus.
Sea como fuere, Assassin’s Creed: Inifinity, como ya comentamos en nuestra reflexión sobre el desarrollo de videojuegos en la era de los servicios de suscripción, va a ser fundamental. Toda la industria tiene los ojos puestos en este experimento, con una de las franquicias más importantes del videojuego. Si sale bien, supondría haber encontrado la forma de trasladar las aventuras single player a una fórmula de juego como servicio, manteniendo ese componente off line (esperemos). Siendo una “plataforma” en la que alojar pequeñas aventuras, con una magnitud mucho más realista, en cuanto a tiempo y dinero, en el momento en el que nos encontramos en el medio. Y así, probablemente, poder mantener un ritmo de lanzamientos más ágil de cara a nutrir de contenido los servicios de streaming.
Solo nos queda esperar hasta el evento de Ubisoft Forward del sábado para conocer más de Mirage. Mirar al pasado para hacer un repaso de la saga y, quizás, revivir las aventuras de Altair. O mirar al futuro para descubrir de qué se trata por fin ese Assassin’s Creed: Infinity. Llevamos 15 años disfrutando de las aventuras de los asesinos viajando a diferentes momentos históricos y ambientaciones increíbles. Y seguro que tendremos otros quince por delante llenos de lugares e historias por explorar. O quizás no. Nunca lo sabremos con seguridad. Porque ya sabéis, nada es verdad, todo está permitido.