Un descenso cada vez mayor
En el primer momento que Valve anunció un nuevo juego en el evento The International 2017, se hizo viral las expresiones de decepción que denotaron los espectadores. Un nuevo juego de cartas, en pleno auge de Hearthstone y Magic: The Gathering Arena, que por muy inspirado que estuviera en el universo de Dota 2, no convenció a quiénes esperaba de Valve alguna IP revolucionaria o el eternamente esperado Half Life 3.
Artifact se presentaba como un innovador juego de cartas (TCG) con unas mecánicas (en apariencia simples como Hearthstone) pero más desarrolladas. Con tres tableros diferentes simulando las tres calles que conforman el mapa de Dota 2. Los jugadores deben de destruir una torre y destruir la siguiente torre más fuerte llamada Ancestro para ganar la partida. Aunque resulta similar al Hearthstone pero con tres zonas de juego, incorpora una especie de tienda tras cada ronda y las cartas de héroe puede equiparse con objetos tal cuál lo hacen los héroes de Dota 2. Aparentemente sería un buen concepto para un juego de cartas pero, sin pecar de pitoniso, mi experiencia con multitud de juegos me decía que no daría resultado.
Como jugador frustrado de Hearthstone ante la subversiva componente Pay To Win y como entusiasta del anime/juego Yu-Gi-Oh!, probé todo tipo de juegos TCG recientes en busca del mismo afán con el que disfrutaban los jugadores de Hearthstone. Encontré juegos con una profundidad bien hilada como Spellweaver y juegos con una mecánica realmente innovadora como Faeria. Aunque también probé juegos más convencionales como The Elder Scrolls: Legends y tan ingenioso como Gwent de The Witcher. Partiendo de esa base, en el primer momento que vi las primeras imágenes de Artifact supe que estaba destinado al olvido.
Apenas dos meses después de su lanzamiento, el número de jugadores es cada vez menor. Según datos de Steam Charts, apenas lograría picos máximos de 3000 jugadores al día, lo que supone unas cifras decepcionantes para un título de Valve orientado al multijugador. Lo preocupante es que el descenso no parece detenerse y continúa ya con una caída del 55%. Valve estaría intentando reflotar el juego buscando nuevas formas de atraer a los jugadores, aunque de momento no se ha especificado ningún contenido adicional, torneos o eventos novedosos para los jugadores.
En mi opinión, todo podría resumirse en tres factores importantes. Primero, tuvo un comienzo mal ajustado, con una economía individual que obligaba a pagar por todo, sin ningún sistema de rangos o incentivos que diera progresión al juego. Lo que sumado al modelo de pago fue tildado de Pay to Win de forma irremediable. Segundo, por mucho que se añaden nuevas mecánicas parece, en conjunto, un barullo de las mismas mecánicas de siempre sin mucha sinergia entre ellas. Un sistema de juego tan delicado como son los TCG no pueden consistir en agrupar las mejores mecánicas de otros juegos o adaptar mecánicas de otros géneros. The Elder Scrolls: Legends, con su enfoque al estilo Hearthstone en dos campos, sufre exactamente de lo mismo pero supo compensarlo con un mejor comienzo y un mejor diseño de cartas. Y tercero, Artifact llegó muy tarde al panorama de los TCG actuales. Podríamos decir que ahora mismo es una moda en retroceso y por tanto aquellos TCG más débiles son los primeros en sufrir el abandono de los jugadores. De hecho, de este retroceso sólo han quedado fortalecidos títulos como Hearthstone y Magic: The Gathering. Sigo pensando que tanto Dota 2, por sus características, como la propia comunidad sigue siendo un universo muy cerrado para los nuevos jugadores. Si tenemos en cuenta que los TCG son juegos complicados de entrada de por sí tal vez sea el motivo por el que a Valve le cuesta tanto atraer la atención de nuevos jugadores.
En todo caso, Valve no está pasando por su mejor momento con la llegada de la competencia a Steam con Epic Games Store y la falta de nuevos títulos que cosechen el mismo éxito de sus sagas más emblemáticas. Esto podría ser un cambio de tendencias en la que Valve tendrá que adaptarse. En todos los nuevos mercados como la RV, el Streaming de juegos o los juegos para móviles ya surgen grandes compañías destinadas a convertirse en un negocio tan grande como Steam, para el cuál ya llega tarde Valve. Queda esperar a que Valve mueva ficha de una vez por todas y podamos sorprendernos con todo lo que Valve pueda ofrecernos tanto en Artifact como fuera de él.