La desarrolladora abre una productora de cine y televisión
La famosa desarrolladora de videojuegos Rebellion Developments, que ha dado a luz a notables juegos como la saga Alien vs. Predator o la franquicia Sniper Elite entre muchos otros, ha dado el campanazo anunciando su propia división dedicada a la producción de productos audiovisuales para televisión y cine. Sí sí, como suena: una empresa de videojuegos apostando por la creación del arte ajeno al medio, tanto a través de series como de películas. La desarrolladora ha hecho una inversión de 100 millones de dólares para sacar este proyecto adelante, y ha decidido empezar esa dura carrera con una serie de televisión de Juez Dredd llamada Juez Dredd: Mega-City One; y además con un proyecto para cine, llevando a cabo una película de Rogue Trooper que dirige nada más y nada menos que Duncan Jones, director de Moon y Warcraft.
Este movimiento arriesgado – ya ha sido tanteado previamente por otras desarrolladoras, hemos de recordar – generará unos 500 puestos de empleo en el sector audiovisual en Reino Unido, lo cual no está nada mal viendo que el proyecto está sobre plano aún. Los responsables, por su parte, han anunciado que se encuentran verdaderamente entusiasmados con el anuncio, y que confían plenamente en el buen fin de este… aunque lo cierto es que esto es algo que hemos escuchado anteriormente en incontables ocasiones, y muchas no han tenido un final bonito.
Pesimismo aparte, cabe destacar que las primeras declaraciones del CEO Jason Kingsley han calificado a este proyecto como ‘un salto necesario y realmente trepidante‘, y no solo para el estudio protagonista, Rebellion, sino también para toda la industria del cine y la televisión, que pide desesperadamente una mejor estructura que soporte las demandas de nuevo contenido. En el pasado ya han sido vistos pósteres promocionales de la serie de Juez Dredd, y también hemos escuchado declaraciones de Duncan Jones sobre el proyecto de Rogue Trooper, por lo que debemos suponer que las dos adaptaciones avanzan con buena salud y con buenos planes de futuro, más aún ahora que cuentan con el apoyo de Rebellion. Llegados a este punto, abro debate: ¿porque una desarrolladora de videojuegos trata de expandirse hacia otros medios? ¿Es, acaso, el videojuego una herramienta narrativa insuficiente a la hora de lidiar con ciertos temas o de transmitir determinadas emociones?
La última noticia de Rebellion no es la única que me hace reflexionar sobre el tema, pues se trata de algo con lo que tratamos continuamente, año tras año, con el estreno de las usualmente infames adaptaciones al cine de nuestros videojuegos favoritos. Assassin’s Creed, por ejemplo, fue llevada a la gran pantalla por parte de Ubisoft, de la misma forma que ocurrió con la adaptación del mundo de World of Warcraft, a modo de preludio del juego, o incluso, en su día, con la antigua película de Doom. Y no solo vemos esta expansión transmedia en las cintas, sino que podemos observar algo similar con los cómics de Overwatch, que buscan brindandarle un trasfondo a un juego de corte íntegramente online, o con los comics de League of Legends. Y únicamente estoy citando un par de casos.
Y es que, cuando una franquicia triunfa en un medio, su extensión al resto de ámbitos es algo orgánico y natural, antojándose no solo como una forma excepcional de promocionar sus anteriores productos, llegando a otro tipo de público, sino también como una forma de ganar dinero rápido sin necesidad de innovar extremadamente en el concepto de una idea. No solo es algo que ocurra en el medio de los videojuegos, pues entre películas y literatura es algo que se lleva haciendo desde hace lustros.
Que una empresa de videojuegos trate de incorporarse al mundo del cine y la televisión no debería de levantarle la ceja a nadie, ya que es una forma más de darle visibilidad a la empresa y así abrir puertas para futuros proyectos, ya sea convirtiendo sus juegos en películas o simplemente produciendo series o largometrajes sin ajenos a nuestra idnustria. Mirándolo desde un punto de vista de espectador, no deja de ser una forma de aplicar una nueva perspectiva a un medio que, en mi opinión, necesita renovarse, y qué mejor que la perspectiva que ofrecen los videojuegos.
Rebellion Developments ha tomado un camino difícil y arriesgado, sí, pero también uno que puede acabar muy bien, dándole buena publicidad a sus productos y pudiendo parir auténticas maravillas audiovisuales. Aunque eso no quita, claro está, que en el peor de los casos pueda quedar como un fracaso más para la historia del sector. Pero, como bien dice el dicho anglosajón, no pain, no gain. Solo el tiempo dirá.