Se abren las puertas de los recuerdos
Si hablamos de Anima, como juego, lo que mucha gente piensa de forma casi intuitiva es en el juego de mesa o en los libros escritos por Carlos García. No obstante, el estudio Anima Project con un equipo de pocos desarrolladores ha conseguido trasladar la experiencia del juego de mesa, gracias a Carlos García, a nuestros ordenadores y, recientemente, a nuestras consolas. De la mano de la distribuidora Badland Games, Anima: Gate of Memories – The Nameless Chronicles es un juego 100% español al igual que la anterior entrega, Gates of memories.
Pudimos jugar una demo del juego en la cual nos enseñaban las principales mecánicas y un poco del argumento. Pero antes de meternos de lleno en el argumento y en sus más y sus menos hay que dejar claro que para captar algunas partes del juego en cuanto a lo que el argumento se refiere, es necesario jugar la primera parte de la saga, no obstante, yo no he jugado la primera parte y aun así he podido disfrutar del juego.
Si jugáis sin haber probado la primera parte os costará bastante comprender ciertos aspectos de la historia, no obstante, a medida que vamos jugando vamos uniendo ideas sueltas y conceptos hasta tener una idea más o menos clara. La acción principal se desarrolla en ningún lugar, no es que me haya olvidado del nombre, sino que se trata de una dimensión ajena al tiempo, de ahí el nombre del juego. Nuestro personaje principal, “El sin nombre”, deberá reunir todas las memorias de“Los Mensajeros”, para evitar un mal inmenso. Para conseguir esas memorias debemos movernos por esta dimensión para llegar hasta los portales que nos llevan a los recuerdos de estos mensajeros, y hasta aquí puedo leer sin hacer spoiler.
Sin duda el principio del juego es lo más lioso de todo ya que no sabes absolutamente nada de tu entorno ni del objetivo de “El sin nombre”. Pues bien, el objetivo del sin nombre es bastante simple, encontrar su nombre y evitar un inmenso mal que podría amenazar a la humanidad. “El sin nombre” es un ser inmortal, que está ansioso por dar con la manera de morir, y en eso consiste en parte su misión.
Ahora bien, el juego tiene dos pecados básicos que hacen tediosa la experiencia de juego y una pequeña parte de la historia. Por un lado, la cámara; he podido probar el juego tanto con mando como con teclado y ratón. Se nota que el juego está diseñado para ser jugado con mando ya que es mucho más cómoda la realización de combos, y en teclado es mucho más lioso por la cantidad de habilidades. Pero jugar con mando tiene una gran desventaja, la cámara invertida por defecto y que no he podido cambiar aunque seleccionara la opción. El eje invertido es muy lioso y no hace más que entorpecer la experiencia porque a los que no estamos acostumbrados quebrándonos la cabeza, sobre todo en los combates que deberían ser más fluidos y sencillos de lo que son.
Dejando a un lado estos problemillas, el juego consigue crear cierta atmósfera siniestra que encaja totalmente tanto con el personaje como con el escenario e historia.
El otro gran pecado que comete el juego es lo tedioso que pueden llegar a ser los recuerdos. Me explico, para conseguir las memorias hace falta ir a los recuerdos de los mensajeros, y aunque cambien de escenario se trata de hacer lo mismo, Conseguir una memoria, luchar con un jefe, conseguir otra memoria, luchar contra otro y así hasta desbloquear la pelea contra el jefe final, no obstante, esta práctica solo se usa con dos de los tres mensajeros, y por lo menos los puzles que hay que hacer para desbloquear las memorias son diferentes los unos de otros.
Pocos juegos me han hecho disfrutar de este tipo de ambientes, tanto como Anima: Gates of memories – The Nameless Chronicles, a esto se le suma que la calidad argumental es alta y nos hace quedarnos enganchados durante mucho rato al juego, eso sí, a la hora y media/ dos horas, la gran cantidad de conceptos que nos hace asimilar, tanto con las conversaciones como con los monólogos del “El sin nombre” al recordar ciertas cosas o pensar en otras. Como he dicho hay una gran cantidad de conceptos que asimilar, estos, en un principio, no tienen mucha relevancia sobre la historia, no obstante, conforme avanzamos en la historia se van dilucidando conexiones entre ellos y consiguen formar esa calidad argumental de la que hablaba.
Pasamos ahora a las peleas contra los Npcs menores y los jefes. Aquí el juego no presenta ningún fallo, todos los ataques son perfectamente ejecutables y los combos fácilmente encadenables, no obstante, no hay bloqueos, es decir, no se pueden parar los ataques de los enemigos, sería comprensible si se tratara de los ataques especiales de los jefes, sin embargo, ni siquiera los ataque más básicos de los más insignificantes enemigos se pueden bloquear, obligando a esquivar todos los ataques, lo bueno es que el esquive de los ataque es muy sencillo y rápido, con una tecla o botón podemos movernos muy rápidamente a una distancia considerable, con lo que podemos tanto esquivar como golpear por la espalda a los enemigos. Para los jugadores que no estén acostumbrados a esquivar si no que prefieran, como yo, bloquear los ataque se hace un poco complejo, obligándonos a comprar gran cantidad de objetos curativos.
Esto nos lleva directamente a la gran cantidad de objetos que hay disponibles en el juego, desde armas hasta artefactos y todos tienen un gran efecto sobre el personaje y sus habilidades de las que hablaré más adelante. Los objetos que hay disponibles para comprar en la tienda se agrupan en tres tipos; Armas, el nombre lo dice todo, Artefactos, objetos adicionales que equipar a nuestro personaje para subir las estadísticas y objetos en general que son básicamente curaciones y aumentos de daño y defensa. Los objetos también los podemos conseguir explorando las zonas donde vayamos puesto que las mejores armas se encuentran en estos lugares protegidas o bien por puzles o por enemigos poderosos.
A las estadísticas incrementadas por los artefactos les podemos sumar los atributos, una serie de habilidades tanto activas, que desbloquean nuevos ataque y combos, como pasivas que aumentan las estadísticas.
Si unimos los ataques, los atributos y artefactos y las armas, podemos obtener un inmenso poder que nos hará casi invencibles, siempre y cuando estemos acostumbrados a esquivar como ya he dicho, ya que la gran cantidad de enemigos que nos atacará nos obligará a hacer uso de todo lo que esté a nuestra disposición para salir victoriosos de las peleas, sobre todo contra los jefes finales. En estas peleas, encontramos enemigos variados con ataques muy poderosos que le dan un buen toque de tensión al juego. Sin duda en las batallas contra jefes ha sido donde he disfrutado más ya que eran peleas bastante épicas que permitían hacer uso de todo lo necesario y todo el poder que hemos ido ganando conforme avanzaba la historia o el recuerdo en el que nos encontremos.
Un ser inmortal que salvará la existencia
Para ir concluyendo cabe decir que no he podido vivir toda la experiencia del juego ya que los pequeños guiños y misiones que tuvieran que ver con el anterior juego de la saga no los he podido analizar ya que yo no lo he jugado. No obstante, todo el batiburrillo de conceptos, información etc. que nos invade mientras jugamos se van asentando a partir de la segunda mitad del juego, donde muchas de las cosas se explican con más detenimiento. Por otro lado al haber dos finales tampoco podemos saber cuál de los dos es el verdadero, y eso nos obliga rejugarlo, y sin duda con ganas ahora que conozco muchos de los datos relevantes de la historia.
Este análisis se ha realizado con una copia del juego para Steam cedida por BadlandGames.