Otra entrega de la saga de las que no dejan indiferente
La saga Assassin’s Creed es una de las que lleva con nosotros dos generaciones de consolas enteras, desde el lanzamiento de su primer juego en PS3 y Xbox 360 hasta nuestros días en PC,Xbox One y PlayStation 4. Se trata de una saga que, hasta hace dos años escasos, seguía el mismo esquema en cada entrega, lo que la llevó a recibir duras críticas. No obstante, con la salida de Origins la situación cambió para la saga y se le puso el viento a favor, cosechando críticas muy positivas. Este gran cambio se debió al planteamiento totalmente cambiado que presentaba, al cambiar de un juego muy guiado lineal a un RPG hecho y derecho. Este cambio, que se produjo tras acabar con la tendencia de Ubisoft de sacar un Assassin’s Creed por año, dio a entender que dejar la saga en barbecho dio un resultado muy positivo.
Ahora bien, el tema que nos incumbe hoy no es relativo a Origins, sino a Odyssey, que en un principio no pareció muy buena idea por el hecho de que se lanzó poco antes de que la anterior entrega cumpliera un año, creando temores entre los jugadores al pensar que se había vuelto a la rutina de un juego anual. No obstante, ha dado una gran sorpresa, ya que, aunque se trate de un juego que es relativamente continuista respecto a su predecesor, ha resultado ser bastante diferente, y se puede ver que los aspectos en los que destacan no son las mismos, en otras palabras, no son sus similitudes si no sus diferencias las que los caracteriza.
En resumen, el juego trata de, o bien Alexios o bien Kassandra, un/una mercenario/a que tiene sangre del legendario Leónidas, y trata de detener al culto de Kosmos, una organización que básicamente pretende dominar el mundo griego, por lo que, presumiblemente, podrían ser los orígenes de los templarios. A lo largo de la odisea habrá que vivir aventuras por toda Grecia y descubrir secretos del mundo antiguo.
Empecemos hablando de los aspectos más negativos del juego. En primer lugar, está la optimización; en juegos de mundo abierto, en los que no hay pantallas de carga a la hora de hacer la mayoría de misiones y de enfrentarte a casi todos los jefes o enemigos de élite, es presumible que requerirá potencia para moverlo, no obstante, y aunque la potencia no sea un problema, al juego sufre de importantes problemas de fluidez que hacen mermar la experiencia de juego.
Otro apartado negativo que se ha de destacar, en el apartado técnico también, es la aparición de bugs y errores visuales, no son de gran importancia ya que no afectan mucho a la experiencia de juego, no obstante, sí que en ocasiones se hacen notar, como por ejemplo enemigos que salen volando, enemigos que atraviesan el mapa, animales que se quedan encajados en rocas etc…
Odyssey es una experiencia satisfactoria dada la ingente cantidad de actividades presentes, que están acompañadas por una historia y jugabilidad dignas de los mejores títulos de la serie.
Pero además de aspectos negativos en el apartado técnico, hay otros elementos que chirrían bastante, ya sea porque están copiadas y pegadas de Origins o bien porque son ideas malas con una ejecución mejorable, o incluso ideas buenas con mala ejecución. Un ejemplo de este último concepto es una de las cuatro misiones principales que hay, en concreto la de encontrar cuatro objetos que están repartidos por el mapa entero. Para conseguir el primero sencillamente debes ir al lugar que se te indica y hablar con una persona que te dirá que hacer, pero para encontrar los otros objetos, simplemente te dan la región en que se encuentra, no te indican en qué zona, algo que hubiera venido bien teniendo en cuenta que las regiones son bastante grandes, y tú debes adivinar cuál de todas las misiones secundarias que hay en la región es la que empieza la misión. Esto es un claro fallo teniendo en cuenta que se trata de una misión principal, que no debería de incluir otras misiones secundarias, y no de una secundaria que no tiene ninguna importancia para la historia principal. La idea era buena, buscar en la región un artefacto, valiéndote únicamente de tu capacidad de exploración, pero no poder conseguir el objeto sino es por medio de una misión, es una clara mala ejecución, a mi modo de ver.
Al tratarse de un juego salido con tan poco margen de tiempo respecto a su predecesor, es normal que haya muchas cosas copiadas del anterior; el sistema de niveles y habilidades, jugabilidad y controles, la personalización del personaje, arquetipos de NPCs etc. Estos aspectos son exactamente iguales que en Assassin’s Creed Origins, por lo que supone un problema para los que querían una experiencia nueva, no obstante, y como ya he dicho, lo realmente importante no son sus similitudes sino sus diferencias. La más clara diferencia es el contexto y la historia narrada. Odyssey se ambienta en mitad de la guerra del Peloponeso, librada por Esparta contra Atenas, principalmente. Esta ambientación viene que ni pintada al juego, ya que todo lo desarrollado tanto en sus misiones principales como en sus misiones secundarias están relacionadas con este suceso, no dando lugar a situaciones totalmente aleatorias y que no tienen que ver unas con otras. Uno de los aspectos más destacadas del título es, precisamente, las batallas entre espartanos y atenienses en las que se disputan una región, y tu, como buen/a mercenario/a deberás luchar del lado del mejor postor. Estas batallas se centran únicamente en matar a todos los enemigos que puedas antes de que ellos acaben con tus tropas, sin duda una característica muy diferente a lo antes visto que ha dado mucha diversión y espectáculo.
Por otro lado, la historia principal, que tan bien está relacionada con el contexto, es mucho más interesante que la de Origins cuya trama podía llegar a resultar tediosa y careciente de ningún interés e hilo conductor sólido, en Odyssey vemos una historia y guion mucho más elaborado y coherente, además de que el poder tomar las decisiones por ti mismo es un plus muy a tener en cuenta ya que se va adaptando y moldeando a tu forma de jugar, y a la personalidad que va adquiriendo el protagonista, lo cual se va viendo reflejado a lo largo del juego.
Otro aspecto a tener en cuenta que resulta muy positivo para el juego es la libertad de la que dota al jugador, tanto a la hora de hacer misiones de una u otra forma como a la hora de explorar. El mapa está completamente abierto, no obstante, para pasar por determinadas zonas es necesario tener el nivel adecuado ya que los enemigos serán demasiado poderosos y las misiones serán casi imposibles de completar, por ello es necesario ir subiendo de nivel ya sea completando misiones secundarias o ya sea acabando con mercenarios. Y ya que he nombrado a los mercenarios explicaré este apartado nuevo introducido en Odyssey. El/La protagonista, al ser un/una mercenario/a, forma parte de una “Liga” en la que vas escalando conforme vas acabando con los que van delante de ti, hasta alcanzar la primera posición. Conforme vas avanzando irás desbloqueando mercenarios a los que matar, y otros mercenarios irán apareciendo detrás de ti para acabar contigo también. Sin duda esta es una buena idea con buena ejecución, porque además de que te puedan encontrar ellos, tú los puedes encontrar y acabar con ellos, existiendo también en el mundo a la vez que se desarrolla el juego.
Por último, habría que destacar el barco. Los fans, cuando se anunció que en Assassin’s Creed Odyssey había un barco que sería obligatorio de utilizar durante el juego, se echaron a temblar, porque temían que se produjera el gran horror de Black Flag, y que se convirtiera en un nuevo juego de piratas, pero finalmente esto no ha sucedido. Es cierto que es necesario estar navegando durante mucho tiempo en el juego, pero es básicamente para el transporte del jugador, apenas hay misiones que requieran de la utilización del barco y tampoco hay un continuo combate contra todos los barcos que encuentres, solamente contra los piratas o enemigos que, por exigencias del guion, vayan en barco, que aseguro que son bastante pocos, apenas unos 5 o 6. El resto del tiempo que emplea el personaje en su odisea es en tierra firme, a través de escenarios de lo más pintorescos y muy bien representados y ejecutados, todo sea dicho.
El destino de toda la Hélade podría estar en tus manos
En conclusión, podemos decir que Assassin’s Creed Odyssey es un juego con sus más y sus menos, que juega un rol correcto, aunque mejorable, dentro la principal serie de Ubisoft. No obstante, cierto es que los aspectos positivos destacables son de mayor peso que los negativos, resultando en una experiencia divertida, entretenida y con gancho, que al fin y al cabo es lo que pretende en todo momento. Se trata, para mí, de uno de los mejores Assassin’s Creed que se hayan hecho, superando a su predecesor más directo por bastante, a pesar de que beba muy directamente del mismo. Y eso, desde luego, no es moco de pavo.
Este análisis se ha realizado en base a una copia adquirida por la redacción.