Haría falta frescura contenida
Jugué Alien Isolation en mi PlayStation 3 fat, el juego rascaba bastante, pero eso no me impidió disfrutar de un título que se acabaría convirtiendo en uno de mis favoritos de la generación. Isolation consiguió tal hazaña haciéndome sufrir a cada minuto que trataba de escapar del xenomorfo y buscaba lograr mis objetivos. La verdad, me preguntas qué es para ti el terror en los videojuegos y te respondería Alien Isolation. Todo era oscuro: la nave estaba abandonada, el enemigo era monstruoso y por si fuera poco había individuos perversos. Quizá los puntos de guardado eran lo único bonito. Aquellos aparatos, no muy habituales, eran como inhaladores que te permitían respirar tranquilo porque sabías que tu progreso estaba a salvo. Además, aportaban algo de luminosidad en medio de aquella omnipotente tenebrosidad.
No obstante, aquel viaje llegaba a su fin, pero con un desenlace que daba lugar a una posible secuela. Ahora sabemos que Disney, propietaria de la franquicia Alien, estaría desarrollando una segunda parte, según Small Screen. Esta fuente indica que la empresa estaría preparando el guion y buscaría una desarrolladora. Por supuesto, estamos ante un rumor, pero lo narrado no es descabellado. Hablamos de una obra que, si bien no vendió muchísimo – 2 millones –, forma parte de una franquicia conocida y fue bien recibida por parte de los más habituales en este mundillo. Existe un público al que llegar y un segmento del mercado que llenar. Aunque se avecinen mastodontes del terror en los próximos meses, la nueva generación no cuenta con un enorme catálogo de estos lanzamientos, por lo que destacar en el género no debería ser complicado. Sumado a todo esto, Isolation 2 se basaría en un primer episodio exquisito. No sería por falta de mecánicas jugables y ambientación.
¿Pero sería pertinente un Alien Isolation 2? Sí, si enriqueciera el universo de la saga. Empero, esto es algo arduo. La premisa de Creative Assembly tenía una jugabilidad tan reconocible y eficaz que corre el peligro de que su continuación sea una simple copia. Como he dicho, basarse en lo original sería fantástico, pero de ahí a calcar hay un trecho. Con una reproducción exacta tendríamos la sensación de estar ante una remasterización que solo habría cambiado su historia, lo cual nos podría llevar a preguntarnos ¿Merece la pena jugar a una versión que tan solo mejora sus gráficos? Sé que es engorroso plantear esta secuela porque habría que lograrse un equilibrio entre tradición y novedad. Y es que a la mínima que desapareciera esa armonía habría críticas debido al exceso de tradicionalismo o innovación.
Para mí, una gran continuación es The Last of Us Parte II. El viaje de Ellie rinde excelentemente al conservar y potenciar las mecánicas conocidas, al mismo tiempo que plantea un argumento que posibilita nuevas lecturas sobre el odio a los otros. Respecto a Alien, también habría lugar para sorprender. Una opción sería “darle las herramientas al jugador para defenderse pero no como medida definitiva, sino más bien como una paliativa”. Eso nos explicaba Jaime en su segundo volumen sobre Cómo los juegos nos producen terror. Comentaba mi compañero cómo en Isolation se proporcionaba un lanzallamas que rompía la monotonía, pero que no eliminaba la tensión. Pues bien, en esta hipotética secuela se podría añadir otro ítem que cambiara ligeramente el ritmo de la partida o incluso algún efecto de carácter más estructural. Es heavy, pero sería interesante que se fomentara la verticalidad del escenario y que, si estuviésemos heridos, no pudiésemos saltar hacia un lugar más elevado.
Pensar en Alien Isolation 2 me ha servido para comprender lo complejo que debe ser crear un juego de terror. En otros géneros, la naturaleza a seguir es más clara. Por ejemplo, si buscamos un simulador de fútbol tendremos que huir de lo arcade de FIFA, mientras que si queremos algo de rol podremos abrazar diversas escuelas, véase la que ensalza los turnos. En cambio, en el terror las líneas maestras son finas. Debemos mantener la tensión sin aburrir e introducir novedades sin convertir al jugador en alguien poderoso porque a la mínima podemos haber tomado el camino de la acción. En definitiva, si Disney se aventura en este proyecto tiene que conservar el terror original, pero aportando pizcas de frescura. Es decir, mesura, no como la que demostró la productora con el Episodio VII.