Personaje anodino, vuelta trivial
La segunda entrega de la franquicia Watch Dogs ha sido uno de los mejores juegos de mundo abierto que ha dado la generación. Ambientada en la Bahía de San Francisco, reunía todos los ingredientes básicos de un sandbox: las poblaciones eran diversas y eran divertidas de explorar, incluso pudiendo trepar paredes aprovechando una mayor verticalidad que en el primer juego. A eso había que sumarle un hackeo más variado y profundo – controlar vehículos como si fuesen coches teledirigidos era un puntazo – junto con una historia que, si bien no era la panacea, presentaba a un grupo de chavales de DedSec a los que les cogías cariño. En cierta manera eran clichés, pero a través de ellos se generaba una sensación de comunidad. De verdad te sentías parte de un grupo de hackers dispuesto a exponer las maldades de una corporación. En general, nos encontrábamos con un título con alma propia que resultaba mucho más sólido que su predecesor. Pero, Watch Dogs 2 también pasará a ser un antecesor cuando el mes que viene aterrice Legion, otra obra que parece tener su propia esencia gracias al potencial reclutamiento de cualquier NPC. Sin embargo, siendo obvio que la saga ha progresado cuando se ha distanciado de su pasado, ahora Ubisoft ha decidido que Aiden Pearce protagonizará uno de los contenidos descargables de Watch Dogs: Legion.
Antes de jugar a la primera entrega de la saga creía que la gente exageraba en cuanto a la mediocridad de esta. Pensaba que los cabreos eran fruto de las ilusiones truncadas por Ubisoft, por no permitir que aquella demostración del E3 2012 fuese real. No obstante, tristemente Watch Dogs era uno de los peores lanzamientos de la compañía gala en los últimos años. Sus mecánicas de hackeo eran repetitivas y su argumento era olvidable. De hecho, aun desplegando una exploración aburrida, me ilusionaban más las anticuadas misiones secundarias que la aventura principal. Esta indiferencia ante la historia no venía tanto por su guion – que también, de hecho la segunda es más interesante – sino por el personaje principal de Aiden Pearce.
En mi caso, entendía la sed de venganza que movía al protagonista, pero en ningún momento me atrapó. Y es algo extraño, puesto que ya había disfrutado la fórmula de la vendetta. ¿Por qué no rendía igual que en otras producciones de Ubisoft? El principal factor era el pasado de Aiden Pearce. Mientras que la mención a sus días con su familia es anecdótica y la muerte de esta se muestra rápidamente, en otras producciones de la desarrolladora sucede lo contrario. Por ejemplo, Assassin’s Creed II nos presentaba a los hermanos y padres de Ezio. Su presentación no era corta, no era un mero flashback, sino que se extendía a lo largo de los primeros compases de la aventura. Veíamos la relación del protagonista con sus familiares y así, en el momento de la traición a los Auditore, era fácil sentir la misma rabia que el joven Asesino. La conexión tan temprana del jugador con las motivaciones de Ezio hacía de la aventura un camino emocionante en la cual las ambiciones del protagonista nos atrapaban.
Despojado de unos orígenes atractivos, no veo qué puede aportar Aiden Pearce a Watch Dogs: Legion. Ni es un personaje interesante en cuanto a su historia, ni tampoco es alguien identificable con DedSec. En ningún momento desprende esa sensación de hermandad con la causa hacker que sí sucede con Marcus Holloway y el resto de sus compañeros californianos. En opinión de un servidor, creo que el rescate de Pearce es un error y que se debería aprovechar la naturaleza de Legion a la hora de crear sus DLC. La cantidad de personajes del nuevo juego es grande, por lo que es probable que algunos de ellos no gocen del desarrollo adecuado. En ese sentido, los contenidos adicionales podrían ahondar con más detenimiento en las personalidades de los sujetos. Empero, Ubisoft ha preferido edificar sobre lo conocido, cayendo de nuevo en uno de sus grandes vicios. Solo queda esperar que al menos las demás expansiones sean más novedosas y que se ahonde en los integrantes del DedSec del Londres post Brexit.