Las ventas continúan aumentando
La nueva versión de Nintendo Switch ya es una realidad desde hace una semana. El modelo OLED ha sido anunciado con la novedad de una mejor pantalla para la consola, pero sin ninguna noticia de ese aumento de potencia rumoreado. Tal y como nos contaba Nacho, no parece que estemos ante un sistema muy necesario, teniendo en cuenta las escasas mejoras que ofrece. En realidad, tampoco aparenta ser oportuno el lanzamiento de un modelo Pro. Pensémoslo bien: en la actualidad, ¿Le conviene a Nintendo lanzar este tipo de revisión? Si nos fijamos en las ventas de Switch, vemos que en absoluto. Desde su llegada en 2017, la híbrida ha ido manteniendo un flujo constante y positivo de unidades vendidas.
Durante el tiempo que lleva en el mercado, la plataforma nunca ha registrado una tasa de ventas inferior a los 15 millones en cada año fiscal. De hecho, en dos de sus cinco años ha superado los 20 millones, alcanzando los 28,83 el pasado curso, según Nintendo. Tan bueno es el rendimiento del producto que sus mejores etapas comerciales están siendo incluso superiores a las de PlayStation 4, que vendió 19,4 millones en 2016 y 2017, de acuerdo con el analista Daniel Ahmad. Varios factores explican la buena trayectoria de Switch, mas entre ellos destaca un hardware que está siendo vital para mantener las ventas a lo largo del tiempo.
Hay que tener en cuenta que Switch encandila al público fácilmente gracias a lo atractiva y clara que resulta su idea. Y es que con este sistema, Nintendo ha logrado definir lo excepcional de la hibridación, algo que no consiguió con Wii U, cuando disponía de un concepto que no supo transmitir. Además, a la ventaja expuesta se le suma una inherente a la Gran N: su singularidad. No existe nada igual a Switch en la industria. Debido a esta naturaleza, la consola no se ve tan amenazada por sus competidores como sí que le puede suceder, por ejemplo, a Microsoft. Esto es así porque, si bien los de Redmond son diferentes a Sony, ambas compañías proponen sobremesas técnicamente potentes. En cambio, Nintendo no afronta esa confrontación, lo cual le permite tener un público más fiel.
El gran desempeño del hardware trae mucho dinero y además facilita la planificación del catálogo. Volviendo a Wii U, Nintendo tenía la urgencia de sacar los máximos títulos posibles en el menor tiempo para enderezar el camino de su máquina. Cierto es que esta no contaba con casi ningún lanzamiento third party, pero hubo meses en que había sucesiones de exclusivos destacados. Por ejemplo, Super Mario 3D World y The Legend of Zelda: Wind Waker HD llegaron en 2013, mientras que Super Smash Bros y Mario Kart 8 aparecieron en 2014. Aun así, las ventas de Wii U nunca remontarían. Respecto a Switch, esta ha mantenido una tendencia al alza gracias a su catálogo, aunque ha habido períodos en los que ha recibido una cantidad de juegos relevantes similares a su antecesora. Sin irnos muy lejos, el año pasado tuvimos Animal Crossing: New Horizons y Xenoblade Chronicles: Definitive Edition y con ello el número de consolas ascendió a 84,59 millones. Dejando de lado la mayor robustez del catálogo de Switch, una de las mayores diferencias entre los dos casos es la plataforma. En una, el lanzamiento de obras era inútil, pues el dispositivo no atraía; en otra, la combinación es ganadora: tienes un sistema diferencial acompañado de tus populares sagas.
Con todo ello, Switch ha demostrado una fortaleza que está en disposición de conservar en el futuro. Si siguiera su ritmo de ventas, llegaría a los 100 millones antes que Wii y PS4, apunta Daniel Ahmad. No dudo de esa predicción, ya que Nintendo no tendrá dificultades para vender al menos 15 millones anuales. En resumidas cuentas, la situación actual le permite vivir de la inercia y no le obliga a plantear grandes inversiones como sería una hipotética Switch Pro.
Ahora bien, pongamos que los rumores son verdaderos y que el modelo existe. Dicha realidad tampoco sería negativa porque Pro le podría dar otro empujón a las ventas, más de lo que podría hacerlo OLED. ¿Cuál sería su fecha de lanzamiento adecuada? Aquí influirían dos factores. Por un lado, la época del año. Navidad es sinónimo de grandes réditos, por lo que lanzar la edición en ese momento podría convertirla en uno de los regalos estrella. Por otro lado, convendría vincular a Pro con algún exclusivo potente; es decir, con un vendeconsolas. La táctica lleva empleándose desde el pack de Megadrive con Sonic, y Nintendo podría replicarla con varias obras ya famosas. Por ejemplo, podría darse una promoción con Splatoon 3 – su segunda parte es el noveno juego más vendido de Switch – o con, ojalá, Breath of the Wild 2 – siendo el primero el cuarto título más exitoso de esta generación nintendera –.
Sin embargo, lo comentado no borra mi pensamiento inicial. Switch lo está haciendo genial, por lo que veo innecesario una inversión en su hardware. ¿Para qué gastarse más dinero en él si con los componentes actuales se consigue mucho beneficio? Podría darse el caso de que Nintendo diera el paso al igual que con 3DS o los episodios de PlayStation 4 Pro y Xbox One X. Empero, no me parece una decisión imprescindible desde el punto de vista empresarial. En este sentido, como me comentaba mi compañero Carlos, puede que OLED sirva para alargar más la vida de Switch y llegar así al lanzamiento de una nueva generación. Tendría sentido, pues la híbrida no requiere esfuerzos mayores como ejemplares avanzados para prolongar el negocio, sino que le es suficiente con pequeños empujones como simples revisiones.