Velocidad absurda
Sonic es un icono para muchos y una parte importante en la historia de los videojuegos. Fue esa mascota que se atrevió a un duelo a muerte con cuchillos contra la de Nintendo, que dominaba por donde pasaba (menos en el cine). Es el estandarte de la que otrora fue una de las compañías más relevantes del medio. Por suerte o por desgracia, la etapa en la que crecí con el erizo fue aquella en la que cada juego era peor que el anterior, intentando hacer despegar una fórmula que no cuajaba porque no estaba pensada para esos géneros. También viví la era de los fanarts más ridículos y que han cimentado la percepción de lo que es el fandom actual de Sonic, y la verdad, menos mal.
This is frustrating. I won't lie and say that there weren't issues in what we gave to Sega, but what is in Origins is also not what we turned in. Integration introduced some wild bugs that conventional logic would have one believe were our responsibility- a lot of them aren't.
— Stealth (@HCStealth) June 24, 2022
Ya hablé hace un tiempo de lo ridículo que era el anuncio de Sonic Origins, el juego por el aniversario que, solo para comprarlo, tienes que estudiarte un doble grado. El juego ha salido y deja bastante que desear. No emula los originales, sino que se han hecho desde cero con un motor distinto, algo que a priori está bastante bien porque puedes añadir cambios de forma mucho más sencilla, como la posibilidad de poner el juego en 16:9. El problema es que no se ha tenido el suficiente tiempo para pulirlo, y hasta los desarrolladores de Headcannon están descontentos con su trabajo. Lo mismo de siempre: una fecha cerrada y a ver qué pasa, y lo que pasa es que se tiene un título con una base muy buena pero que no llega a lo esperado. Por supuesto, las actualizaciones harán lo suyo, pero eso no quita que la salida haya sido la que ha sido.
Ahora es donde diría que SEGA tiene que plantearse muchas cosas, que esto no puede seguir así y demás, pero no. No es que SEGA no aprenda, es que a SEGA le da absolutamente igual que el juego te explote, porque tus cuarenta pavazos en cuatro juegos de hace treinta años ya los tienen. Sonic se está convirtiendo poco a poco en Pokémon en el sentido de que los juegos van a dejar de ser lo principal. El videojuego es un medio que se le queda corto, y es irónico que lo mejor que hayamos tenido del erizo en los últimos años sea la serie de Sonic Boom, las películas y Sonic Mania, un juego que se esfuerza en traer algo nuevo a una fórmula más que vista. Sonic Frontiers saldrá y volverán los lloros y los memes de personajes atravesando paredes, porque ahora Sonic es eso, un meme. Lo mejor que se puede hacer es abandonar toda esperanza, invertir ese dinero en empresas que realmente se lo merezcan y pasar página. O verse gameplays en YouTube, que siempre hay alguien tirando el dinero a un pozo.