De LawBreakers a Radical Heights
Puede que tengáis razón, y que este final catastrófico se viese venir desde muy lejos. Pero, en ocasiones, el hecho de que algo sea predecible no implica que, por ello, deje de ser doloroso; de ser un gran jarro de agua fría, que, pese a ser motivo de broma para los más graciosillos del panorama, no deja de coronarse como una derrota más para la industria, que durante los últimos años no ha dejado de perder mentes brillantes.
Ayer, 14 de mayo de 2018, el archiconocido desarrollador Cliff Bleszinski, padre de Gears of War y co-fundador de Unreal, anunció el cierre y disolución de Boss Key Productions, el estudio que él mismo había formado junto a otros veteranos del sector tras su marcha de Epic Games allá por octubre de 2012. Desde entonces, la empresa, que prometía y mucho, ha experimentado con diversos enfoques y géneros, pasando por el hero shooter más puro que nos ofrecía LawBreakers y llegando al más reciente battle royale de Radical Heights, alocado como él solo – en todos los sentidos. Ya fuese por las cuestiones de diseño y marketing que envolvían al primero, o bien por la excesiva prematuridad que caracterizaba al segundo, lo cierto es que ninguno de los dos proyectos llegaron ni tan siquiera a despegar, registrando mínimos históricos y resultando demoledores, tanto en términos económicos como psicológicos, para un estudio con grandes aspiraciones, pero con menos medios de los que presumía.
El anuncio se realizó a través de su cuenta personal de Twitter, donde Cliff habló, a través de un comunicado oficial, sobre su presente, su futuro, y sobre lo que es aún más importante, su pasado. Los aires de superioridad y la pedantería que han acompañado al bueno de CliffyB desde tiempos inmemoriales pueden llegar a ser un tonto morbosos para ciertos aficionados del medio, pero he de decir que, al menos para un servidor, e independientemente de lo apegado que éste pueda estar al desarrollador, dicho placer resulta casi inconcebible. Como Molyneux, Bleszinski fue, es y siempre será una de las grandes mentes pensantes de los videojuegos, capaz de poner la industrias patas arriba estandarizando el género de los shooters en tercera persona. No voy a decir que, sin él, no habríamos disfrutado de muchos de los grandes lanzamientos de esta generación (como Uncharted 4: El Desenlace del Ladrón), pero, desde luego, he de admitir que su ausencia habría significado un gran cambio en el orden actual. Bleszinski ha sido, así, una pieza clave para el desarrollo actual de los videojuegos, y, pese a sus últimos pasos en falso, todavía sigue teniendo muchísimo ingenio, pericia, y amor hacia la industria que tanto le ha dado, y a la que le ha dado tanto.
Por su parte, el creativo ha aprovechado el tramo final del comunicado para realizar una pequeña dedicatoria a todos sus compañeros de trabajo, así como a la comunidad que siempre le ha apoyado. Asimismo, expresa que sus deseos actuales se pueden resumir en pasar tiempo con su familia y en descansar y reflexionar; quizás sobre su trayectoria, quizás sobre el rumbo que está tomando la industria. El padre de Gears of War parece tener, por primera vez en muchos años, sus prioridades claras, por lo que difícilmente le veremos por aquí en un tiempo, aunque espera volver al ruedo durante los próximos años. Esperemos que así sea, y que realmente nos quede Cliffy para rato. Hasta entonces, solo nos queda esperar. Esperar a que cierren definitivamente los servidores de Radical Heights, que por lo pronto seguirán abiertos unas semanas más, y esperar al momento justo para que la leyenda tenga la oportunidad de resurgir de sus cenizas. Echaremos de menos tus paridas, tus fantasmadas y tus lecciones de humildad a los demás desarrolladores, pero estaremos esperando.
A statement: pic.twitter.com/LwJD54bCwL
— Cliff Bleszinski (@therealcliffyb) 14 de mayo de 2018