'Despite all my cage I still hate gays'
Dentro del frenesí de noticias que inundan la industria del videojuego cada semana, más aún en los meses cercanos a los grandes eventos como el E3, hay situaciones que destacan por encima de otras, que suelen quedar más que eclipsadas, o simplemente comentadas en redes. En ocasiones, lo ridículo de la situación, como es el caso que nos atañe, solo nos deja la opción de tomarlo con cierto humor. Al fin y al cabo, las polémicas en torno a David Cage llevan sucediéndose desde hace años como una suerte de meme constante.
Si bien ese humor nos salva (al menos temporalmente) de caer en el pozo infinito de desamparo ante la nula empatía social de los individuos en posiciones de poder (y sus seguidores) — gracias, Jaime, por tan acertado subtítulo que no he podido dejar de lado — hay que tener cuidado, pues estamos hablando de temas que, en fondo, siguen siendo un problema, por mucho que parezca un drama del siglo pasado.
Lo que veis en el titular es una cita de David Cage, archiconocido diseñador de videojuegos francés cuyas obras llevan dando vueltas por la industria desde hace más de veinte años y cuyas pretensiones narrativo-sociales han supuesto, cuanto menos, discrepancia. No entraré en opiniones sobre su calidad como diseñador, pues creo que es un caso bastante relativo, posicionándose como referente para muchos y como simplista y “engañoso” para otros. En esta línea, creo que mis impresiones sobre la postura tomada en Detroit: Become Human son más que suficientes.
Hace unos días, el medio francés Solidaires Informatique se hizo eco de las declaraciones de Cage en el proceso judicial abierto por Quantic Dream hacia los periódicos Le Monde y Mediapart por difamaciones. Estas van desde acusaciones de fraudes sociales, corporativismo tóxico y homofobia, transfobia, racismo, etcétera. Todo ello en el seno de Quantic Dream y denunciado por antiguos empleados.
“De todas formas, en mis juegos, todas las mujeres son putas”
Más allá del proceso judicial en sí mismo y sus motivos (las denuncias hacia medios de comunicación por ataques al honor y difamaciones son bastante comunes), las expresiones empleadas durante el juicio, como la que reza el titular de estas líneas, son las que deberían provocar el absoluto rechazo, aunque ya nos parezca parte de ese meme incesante. Expresiones como “de todas formas, en mis juegos, todas las mujeres son putas”. Y aún habrá quien diga “no metáis política en mis videojuegos”. Ya, bueno… lo que llamas política es visibilización y, visto lo visto, tal vez hace demasiada falta.
El ridículo pareció ir a peor cuando, al parecer, Quantic Dream presentó con orgullo documentos sobre el despido de un empleado, en muestra de buena fe corporativa, los cuales revelaban irregularidades que ilegalizaban dicho despido. Y como el propio Solidaires Informatique alega, todo esto causaría la risa si no fuera por el fraude asociado a la evasión de cotizaciones sociales y el maltrato de sus empleados, los cuales no se encuentran en una posición demasiado cómoda por enfrentar a una empresa de tal calibre sin un potente respaldo ante la posible intimidación y presión.
Recordemos que las actuaciones de Quantic Dream han sido, cuanto menos, de dudosa ética. Sin embargo, para muchos, Cage es un visionario creativo. Lo cierto es que las críticas le han llovido desde años atrás, desde la forma en que necesita justificar la violencia de las mujeres de sus videojuegos, siempre sometidas a peligro, maltrato o traumas, pues es lo que, bajo su punto de vista, las hace fuertes. No es de extrañar que sus reflexiones se acerquen a las expresiones reflejadas en el juicio, pero sorprende verle emplearlas como arma de forma orgullosa.