Cómo crear un videojuego de carreras (casi) perfecto
Seguramente ya habré mencionado en varios artículos que, si bien los juegos de carreras no configuren mi género predilecto, sí que se encuentran entre estos. Cuando era más pequeño prefería enganchar un fusil y cargarme a oleadas de enemigos en títulos como Ho Chi Minh antes que conducir bugas, pero los videojuegos son como todo: le añades algo de tiempo al asunto… y las cosas cambian. Realmente a partir de aquí todo lo que sigue ya es historia, pero hagamos un ‘fast forward’ hasta el año 2019 y el descubrimiento que hice explorando las profundidades (y no tan profundidades) del Game Pass.
No recuerdo bien qué mes del año era. Quizás julio o quizá agosto; sé que hacía mucho calor. Mi pareja me propuso jugar a un juego de coches, ya que yo anteriormente le mencioné en alguna que otra ocasión la posibilidad de jugar conmigo a Need for Speed Payback. No obstante, los títulos de la saga Need for Speed, dada su naturaleza como triples A, tienden a presentar un precio bastante elevado – al igual que el Game Pass, todo sea dicho -, pero al ser yo ya poseedor de este último, no me lo pensé ni un instante. De esa forma conocí Forza Horizon 4. No tenía ni idea de la locura que se me venía encima…
No os aburriré con mis “primeras impresiones” sobre el título. Más bien me gustaría, a través de mi criterio totalmente subjetivo, exponer por qué Forza Horizon 4 es uno de los juegos de carreras más divertidos que existen, y cómo extrapola su capacidad recreativa a prácticamente la plenitud de sus componentes. Antes que nada, hay que destacar que prácticamente todo está desbloqueado desde el principio: coches, subastas, lugares… Eso sí, que esté desbloqueado no significa que se pueda obtener fácilmente; más bien todo lo contrario, ya que necesitaremos créditos para disfrutar de diferentes elementos que nos ofrece el título. Aunque el juego se base en ir con un coche por todo el mapa ya sea en carreras o por libre, no todo se basa en una competición directa, y eso es lo que más me atrae de Forza Horizon 4. Es un juego donde no debemos estar en alerta y tensión constante de superar a jugadores o personajes del modo historia. Hay tiempo para ello, claro, pero el más valioso es aquel que nos permite simplemente disfrutar al volante.
Perfectamente podemos relajarnos estableciendo los controles que mejor se adapten a nuestro estilo de juego o podemos acceder a carreras únicas, series de carreras, retos creados por la comunidad, retos creados por los desarrolladores y muchas más cosas. Es increíblemente adictivo, ya que ninguna sesión de juego es igual a la anterior. Podemos comprar casas para hacer viajes rápidos o pasarnos horas rompiendo carteles de experiencia, descuento para viajar rápidamente o incluso comenzar a buscar coches abandonados por todo el mapa. Forza Horizon 4 da la sensación de premiar al jugador constantemente, en la carretera o en el campo, independientemente de en lo que decida gastar su tiempo. De cierta forma, es una sensación agradable de que cada segundo invertido en el juego nos sea recompensado.
No sabes lo que es la libertad que tienes hasta que te la roban… o te dan una mayor
Por otra parte, tenemos un sinfín de configuraciones de tuneos y vehículos que comprar. Podemos comprar unidades únicas subastadas por otros jugadores o ir a la feria del automóvil para adquirir coches de serie a un buen precio. De esta forma, podemos correr con más de 500 coches por el asfalto y las praderas de Gran Bretaña. Incluso podemos conseguir de forma bastante frecuente ruletas tanto normales como especiales, únicamente gracias a lo que hagamos dentro del juego. Nada de gastar dinero real como pasa con juegos como Counter-Strike: Global Offensive o League of Legends.
Sin embargo aquí no se acaban los pros de Forza Horizon 4. Si nos gusta la fotografía, ya sea en forma de afición o profesional, Turn 10 Studios nos ha dejado una serie de herramientas brutales para practicarla. Es posible manipular diferentes características reales como si de una cámara real se tratara como apertura del objetivo, enfoque, etcétera, para crear imágenes únicas y preciosas. En el juego incluso hay retos fotográficos por los cuales obtenemos experiencia y reconocimiento, ¿acaso no es absolutamente genial? Además, si quisiéramos grabar unas secuencias con nuestros vehículos favoritos como protagonistas, que nadie se preocupe, ya que en esto también han pensado los desarrolladores del título.
Y si lo único que queremos es pasar un rato agradable conduciendo de forma virtual, FH4 nos recompensa por pisar todos y cada uno de los metros de la red de carreteras del mapa. Si nos apetece saltar, cruzar ríos y montañas, y brincar entre la maleza haciendo derrapes infinitos con nuestra canción favorita de fondo – en este juego puedes hacerlo sin preocuparte por limitaciones o la policía misma como en otros muchos títulos. No me extraña que se haya llevado premios como el The Game Award al Mejor Juego Deportivo/Carreras, o el Premio BAFTA de Videojuegos al Juego Británico.
En términos generales, Forza Horizon 4 vale totalmente la pena el dinero que cuesta (aunque si no estamos dispuestos a gastar lo que vale, podemos probarlo en el ya antes mencionado Game Pass que cada vez consigue captar más y más jugadores). Gráficamente pulido y acompañado de cadenas de radio que dependiendo del jugador, pueden dejar que desear, aunque nunca decepcionan, me atrevería a decir que el título me ha captado de pies a cabeza. Además, estoy dispuesto a afirmar que es muy, pero que muy probable que siga suscrito a Game Pass; tan solo para disfrutar de este título y las demás ventajas del pase, aunque lo segundo ya sea algo más bien secundario.