¿Un digno homenaje?
El tiempo pasa, para bien, para mal, para caer en el olvido o para ser recordados, pues desde la perspectiva de los años es más fácil juzgar los hechos, con puntos de vista generales para entender el contexto de la obra. Sin embargo, esto también tiene una dificultad, sobre todo para los que nacimos más tarde. Actualmente apenas consumo otras cosas que no se hayan producido en los últimos años, pues en raras ocasiones me remonto en el tiempo para probar juegos cuya edad me llega a superar. Este salto tecnológico que hemos vivido en apenas unos años crea una brecha que no hace más que aumentar, dejando rápidamente obsoletos a juegos que en su momento se consideraron punteros. A pesar de haber crecido con una PSX en casa, junto al pequeño pero en aumento bagaje que tengo, no me considero una excepción, y sufro de ese escepticismo hacia títulos que ahora mismo se llegan a considerar obras maestras, pues padezco de ese mal que se le achaca a mi generación. Aun así, una oportunidad apareció ante mi de manera imprevista como nos pasó a todos, Metal Gear volvía, pero de una manera algo curiosa, mediante un port a PC donde se incluían Metal Gear, Metal Gear Solid y Metal Gear Solid 2, tres de los títulos más importantes de la saga y los que dieron el pistoletazo de salida a uno de los recorridos clave y que sentarían la base para una gran cantidad de secuelas.
Con esto mencionado, quiero destacar que mi único contacto con la saga fue gracias a Metal Gear Solid V: The Phantom Pain, el juego del 2015, aunque no pude llegar a terminarlo. De esta forma, la colección me ha permitido acceder fácilmente a los comienzos de esta historia, un pequeño aperitivo de una obra que aparenta ir mucho más allá de lo mostrado actualmente. Durante mi tiempo de juego me he enfrentado a una aventura de la mano de Solid Snake, un reputado mercenario con el cual me he infiltrado en los mismísimos infiernos para combatir a seres con poderes y robots gigantes; he luchado contra personas, contra científicos y soldados por igual, contra armas humanas, contra robots y contra ideas, siendo estas las más difíciles de combatir. La amplia baraja de plot twists a lo largo de las partidas nos descolocarán más de una vez, pues estos giros argumentales, aunque tengan todo el sentido una vez los descubrimos, difícilmente los intuiremos, pues al final nada es lo que parece. De esta misma manera, muchas veces no estaremos luchando contra la esencia del mal ni nada similar, sino que lucharemos contra personas cuya visión del mundo difiere de la nuestra, pero eso no implica que sean malas, sino que este enfrentamiento nos situará en dos polos opuestos, y solo la lucha noble entre dos personas servirá como desenlace. En mis entornos Metal Gear es sinónimo de calidad, de esta manera mi buen amigo Eric, speedrunner de la saga, me ha insistido en disfrutar de su historia, preguntándole dudas y echándome una mano en mis descalabros jugones.
Y así lo he hecho, desde las tramas principales hasta las misiones o personajes secundarios que de primeras pasarían desapercibidos, las frases que los acompañan o incluso las citas que realizan. No voy a profundizar mucho más en este aspecto, pues merece la pena darle la oportunidad que se ha ganado a pulso y disfrutarla por uno mismo, pues a pesar del tiempo que ha transcurrido desde su lanzamiento, podríamos considerarlas atemporales e incluso cada vez más influyentes teniendo en cuanto la situación mundial actual.
Otro aspecto que también ha sobrevivido de manera más o menos sobresaliente al paso del tiempo ha sido el gameplay, pues teniendo los años que tiene me esperaba encontrar una experiencia mucho más tosca y difícil al volante, siendo esta todo lo contraria. Los controles sí se me han antojado enrevesados, pero considero que esto es más culpa mía que del juego, pues no estaba acostumbrado a este tipo de gameplay ni funcionamiento debido a mi inexperiencia con la saga. Sin embargo, y a pesar de haber sido lanzados en PC, recomiendo encarecidamente jugarlos mediante un mando de alguna consola o que compremos aparte, pues me ha resultado mucho más fácil habituarme a los controles, siendo el mando elegido en esta ocasión el de la PlayStation 4. Esta recomendación es perfectamente extensible a los tres juegos, pues comparten mecánicas en muchos aspectos, sobre todo entre Metal Gear Solid y Metal Gear Solid 2. Una vez dicho esto, quiero resaltar los logros alcanzados en 1998, año de lanzamiento de Metal Gear Solid (al igual que el de mi nacimiento), pues a pesar de sus 22 años las sensaciones que transmiten son bastante positivas. Se notan algunas costuras en el diseño, pues debido a la fecha en que fue lanzado, confío que sea debido a la falta de recursos y que esta obligara a reutilizar algunas zonas donde deberemos de volver una y otra vez, haciendo algunos tramos repetitivos debido a los continuos viajes que tenemos que hacer, aunque logran salvarse gracias al acompañamiento que harán las llamadas, mediante las cuales la trama irá avanzando continuamente.
Las fases de sigilo e infiltración son dignas de estudio, y de seguro que ha servido de influencia para más de un juego posterior, aunque ninguno bebe más que su secuela, Metal Gear Solid 2: Substance. Este no solo la recoge con cariño y atesora en lo más profundo de su ser, sino que la expande como un amplificador, incluyendo un amplio abanico de posibilidades que ofrecer, pues va desde lo más básico como es la mejora gráfica o los ángulos de la cámara, hasta nuevas ópticas mediante las que enfrentarnos a nuestros enemigos, como es la posibilidad de utilizar nuestras “herramientas” en primera persona o rodar para esquivar algunos de los proyectiles enemigos, elementos básicos que por aquel entonces comenzaron a ser habituales en los títulos del momento.
Adentrarnos en temas como el apartado gráfico deben de hacerse desde el prisma correspondiente, pues al final nos estamos enfrentando a una suerte de port que recoge el trabajo realizado anteriormente para así relanzalarlo en una plataforma como es la elegida. Después de todo, no podemos exigir más en este aspecto, el cual aún así no complica ni llega a resultar desagradable en ningún momento, sobre todo si hablamos del segundo juego de la saga Solid, mucho más atractivo y hermoso. Un punto inmutable y que fácilmente carga con los años en su espalda es la banda sonora, la cual ya en su momento resultaba llamativa, y que ahora perfectamente reafirma su posición como una gran obra a la altura del nombre.
Una conversión necesaria, aunque poco inspirada
A expensas de Metal Gear 2: Solid Snake, la segunda entrega de la saga, estos tres títulos llegaron a la plataforma de CD Projekt Red el pasado 25 de septiembre, trayendo de nuevo estos juegos a PC, pero de forma sencilla y asequible, pues el primero cuesta 5.99€ y los otros dos salen a 9.99€ cada uno. No se puede negar que, a pesar de haber sido una grata experiencia y que me haya servido como el primer paso para introducirme a este mundillo, cosa que haré de aquí en adelante, en parte concuerdo con las palabras de mi compañero Juan Pablo en su análisis de Castlevania y Contra, títulos lanzados el mismo día que este pack de Metal Gear.
El trabajo del port ha sido simplista, carente de una revisión general a las obras y con algunas pérdidas notables, como es el hecho del doblaje al español con el que contaba Metal Gear Solid. De la misma manera nos encontramos ante fallos en la traducción del segundo o el completo inglés con el que cuenta el primero de los Solid, complicando de manera innecesaria (pues como he dicho antes contaba con una traducción y doblaje) la experiencia para los jugadores de habla hispana. De todos modos, y pese a las críticas, considero que esta oportunidad es muy necesaria, tanto para el medio como para la obra, pues mientras que el primero se nutre de nuevo de esos títulos que lo marcaron y facilita su preservación, pues al estar lanzados en GOG los podremos descargar carentes de DRM, el segundo no se queda atrás, ya que tal vez sea el más destacable, pues un relanzamiento en una plataforma como PC, donde grandes cantidades de jugadores se dan cita, permitirá que una parte de ellos no solo descubran por primera vez la obra, sino que se animen a continuar con el resto de los títulos, como es mi caso.
Este análisis ha sido realizado con un código de descarga para PC cedido por Konami.