Ampliando y reescribiendo la novela
Mortal Kombat es un caso muy curioso en la industria; a pesar de algunos spin offs algo nefastos, derivados imagino del ansia de exprimir desaforadamente una saga de éxito, lo cierto es que sus entregas principales han mantenido siempre un nivel que ralla el notable. Incluso en épocas donde los juegos de lucha no estaban en sus momentos de mayor popularidad las entregas en 3D de la saga siempre intentaron aportar algo nuevo y no quedarse estancadas simplemente por llevar detrás un nombre de éxito, como pudimos ver en obras como Mortal Kombat: Deadly Alliance (Midway, 2002). Todo ello culminó primero con Mortal Kombat vs D.C. Universe (Midway, Warner Bros, 2008), pero sobre todo con la llegada de la novena entrega, la que se conoció simplemente como Mortal Kombat (NetherRealm Studios, 2011) que impuso definitivamente una vuelta a la lucha en dos dimensiones y una estructura narrativa muy cinematográfica, características que se mantuvieron en la décima entrega e igualmente en la última. A partir de esa novena entrega la saga no ha hecho más que mejorar, y lo último en llegarnos ha sido esta reciente expansión llamada Aftermath.
Es un hecho que Mortal Kombat se ríe en la cara de las demás propuestas del género de la lucha en cuanto a modos para un jugador, una característica muy de agradecer para los que no queremos vernos constantemente inmersos en combates online contra tipos que dedican su plena existencia a un juego y que no nos darán ni la más mínima oportunidad de respirar. A la experiencia para un jugador contribuye esta expansión, que da continuidad a la historia del juego original (empieza justo donde acaba la historia anterior) y nos propone reescribir los hechos sucedidos en esta, dando más protagonismo a los villanos, con un retorno del pérfido Shang Tsung y unos acontecimientos que resultarán relevantes para la trama, en un volver a empezar para desbaratar nuevamente los planes de Kronika y alcanzar un final mejor, esta vez con más garantías de poder reiniciar la línea temporal sin destruir las arenas del tiempo.
Es Shang Tsung el que se lleva, o mas bien roba, todo el protagonismo a los demás en este Aftermath, “interpretado” por un Cary-Hiroyuki Tagawa que ya se puso en la piel del hechicero en la primera película de la franquicia, Mortal Kombat (Paul W.S Anderson, 1995). El tono sarcástico, que usa como autodefensa ante la desconfianza que todos guardan hacia el, le sienta de maravilla, así como las expresiones faciales delineadas por el potente motor gráfico de NetherRealm Studios.
La historia se compone de cinco capítulos que no nos llevará excesivo tiempo completar, pero que ciertamente son muy divertidos. Al césar lo que es del césar, y es que hay que reconocer a Mortal Kombat lo bien que sabe hilar su telenovela de artes marciales de serie B y hacer que su historia nos atrape, consiguiendo que no nos resulte extraño que los personajes mueran, vuelvan a la vida, retornen en forma de alter egos de otras líneas temporales, se fusionen, vuelvan a morir y vuelvan a la vida de nuevo. Todo un batiburrillo de idas y venidas que sorprendentemente funciona, y que se ve redondeado por los altos valores de producción de los que goza el juego, que lo dotan de un halo cinematográfico que le sienta fenomenal a una saga que lo que mejor que ha hecho siempre ha sido no tomarse demasiado en serio a si misma, gracias a lo cual ha conseguido crear un legado y una iconografía que no resultan ridículos, ya que tiene claras sus influencias y lo que es, algo que ya quisieran muchas franquicias de juegos de lucha. Los toques de humor y el exceso vuelven a unirse a acontecimientos muy serios, siguiendo ese tono tan característico de Mortal Kombat.
Hablaba antes de los valores de producción, y es que no han cambiado desde el lanzamiento inicial, sigue impresionando ver lo bien que se conjuga la historia con los combates uno contra uno, en unas transiciones totalmente orgánicas, lo que hace que la experiencia sea la mar de fluida. La banda sonora también contribuye a toda esta atmósfera cinematográfica, creando un todo muy llamativo a los ojos del espectador. Pero además de atraparnos por lo divertido y efectista, los modos historia de Mortal Kombat tienen otro punto positivo, y es que capítulo a capítulo nos irán presentando y obligando a controlar a los diferentes luchadores del plantel, lo que siempre es de agradecer para ir viendo cual se adapta más a nuestros gustos. Así lo hace este Aftermath con los personajes que han ido añadiéndose tras el lanzamiento inicial del juego. Esto y lo relativamente sencillo que es hacerse con el manejo e ir encadenando combos hace que el juego sea apto tanto para acérrimos de los juegos de lucha como para neófitos en estas lides.
Tres nuevos contendientes se unen al plantel en este Afermath, dos de ellos participan de la historia como son Fujin y Shiva. Encuentro al primero más interesante y satisfactorio de utilizar, siendo muy veloz y versátil, ya que cuenta con ataques potentes tanto cuerpo a cuerpo como a distancia. Shiva en cambio me ha resultado más pesada, tosca, un personaje de agarres menos divertido y quizá con un protagonismo excesivo en la historia. En cuanto a la tercera incorporación no es otra que la de Robocop, que, claro, no participa en los eventos de la historia por motivos obvios (vale que el título hace virguerías para cuadrar todos los sucesos, pero incluir a Robocop ya sería demasiado), aunque sí podremos usarlo en los demás modos. Un personaje también algo tosco y lento, pero que encantará a los fans del policía robot de Detroit, pues viene cargado de guiños a las películas en cuanto a armas, ataques y fatalities.
Mejorando, posiblemente, el mejor juego de lucha de la generación
Esta expansión supone en definitiva un gran añadido, que incide en historia y más historia y que viene a sumar enteros a lo que ya era un gran juego de por sí, y aunque su adquisición por separado peque de un precio elevado sí que es un gran momento para hacerse con el pack completo que incluye el juego base, este extra y los personajes incluidos en el primer Kombat Pack: Shang Tsung, Nightwolf, Terminator T-800, Sindel, el Joker y Spawn . Un año después de su salida al mercado, Mortal Kombat 11 sigue mejorando y nunca es tarde para sumergirse en su universo de amoríos, traiciones, cíborgs ninja y una violencia cuasi lírica, que ya no sorprende como en sus primeras y digitalizadas entregas, pero que sigue atrapando gracias a su coreografiada y excesiva propuesta.
Este análisis ha sido realizado con un código de descarga para PlayStation 4 cedido por Warner Bros.