Vintage

Hace un tiempo que estamos acostumbrados a las justificadas críticas populares y especializadas sobre los pocos cambios que podemos encontrar en títulos deportivos que se renuevan año tras año, y es que, aunque sea más que consciente de la situación habitual, el cliente, ilusionado, siempre espera un cambio en los aspectos visuales, una evolución, ofreciendo si cabe aún mas la sensación de realismo de estos. Parece ser que, en este sentido, este año WWE 2K se ha propuesto ser el centro de atención en el elenco de lanzamientos anuales, ofreciéndonos un particular salto en el tiempo que evocan directamente las sensaciones que la saga levantaba durante su época dorada, en el marco de PlayStation 2. Y pese a que esto pueda venderse sobre el papel como algo positivo incluso, ya os adelanto que las noticias que hoy nos ocupan no podrían ser peores: WWE 2K se ve literalmente peor con el paso del tiempo, pero – quizás, por la aparente escasa fama de la propuesta con respecto a otras apuestas del género – nadie parece preocuparse nimiamente por ello.

Esta tendencia tan pesimista comenzó hace no demasiados años, con el anuncio en 2014 por parte de Video Games Chronicle de que Yuke’s, el desarrollador de la serie desde su primera aparición en PS2, dejó de producir la serie, pasando todo su control a ser de Visual Concepts, subsidiaria de 2K Sports que también se encarga, irónicamente, de NBA 2K20, una de las franquicias que más mandíbulas han desencajado gracias a su factura técnica con el devenir de las décadas. El abandono de Yuke’s no trajo consigo un cambio en el motor del juego, por lo que Visual Concepts ha continuado desarrollando con el mismo motor, con errores y visualmente obsoleto, pero sin la ayuda de los desarrolladores que mejor lo conocían. 

Gracias a una reciente filtración de gameplay de WWE 2K20, en estas últimas horas hemos podido comprobar cómo el resultado de este año no dista demasiado de lo comentado, brindándonos un juego que parece haberse confundido de generación o de plataforma (sin ser demasiado destructivos, es de justicia admitir que realmente luce como un mal port a Switch, en lugar de como la gran superproducción que debería de ser). Lo peor es de todo es que, pese a ello, nos toca estar agradecidos, pues al menos se ha hecho que la jugarreta que se hizo con 2K15, donde en tráilers nos ofrecieron unos modelos de una calidad muy superior únicamente para los personajes más reconocidos, haciendo creer que todo el juego se vería así. En este caso, también podemos encontrar animaciones de personajes sobrenaturales, que se basan en reiniciar el plano una y otra vez, al mismo tiempo que vemos un cambio en el pelo de los luchadores, ofreciendo trenzas rígidas o barbas que parecen una masa sólida en la cara, a lo que hemos de sumar el mítico y tan irrisorio problema de unos cinturos de campeón que todavía no pueden adaptarse a las cinturas de los diferentes personajes. Los efectos de iluminación, por su parte, siguen dejando muchísimo que desear, pues las mejoras en este sentido brillan por su ausencia.

Al margen del músculo técnico, lo cierto es que todo lo que hemos podido ver del resto del título incitan a pensar que este está abocado al fracaso. Lo poco que hemos visto de él en términos narrativos nos ha dejado muy fríos, y no tanto por su storytelling, sino más bien por cuestiones relativas al guion y a las tan irrisorias situaciones a las que este da lugar. Si elegimos crear un personaje femenino, al inicio del título podremos ver una escena en la cafetería donde nuestra protagonista, al admitir su sueño de convertirse en la Campeona de WWE Divas, es burlada por un compañero masculino. Micromachismos aparte, se trata de una escena extravagante, sobre todo por la respuesta que nuestra protagonista da ante dicha situación, que deja con la boca abierta a cualquiera gracias a un ataque de rabia contra el acosador, que finaliza con una muy sutil amenaza sobre la abuela de este.

A escasos días de su estreno (se lanza este mismo martes 22), WWE 2K20 no solo parece traer de serie un apartado gráfico tan continuista como catastrófico, sino que también precisa de una historia con una narrativa sólida que nos permita crear un personaje con el que podamos identificarnos con más facilidad – dudo que un personaje malcriado capaz de amenazar a ancianos, independientemente de su género, color o proveniencia, sea el ejemplo a seguir de muchos -.

La ya asimilada marcha de Yuke’s  debería hacer que Visual Concepts barajase la posibilidad de tomarse un año sabático donde matizar y dominar el motor del juego, contratando a las personas adecuadas para crear un gran juego de lucha. El público fandom lleva décadas esperando. Se merecen un producto a la altura.