La comunidad reaviva el multijugador del título con motivo de su llegada a PlayStation Plus
Por increíble que parezca, Bloodborne, posiblemente la mejor aventura de rol que ha parido el estudio responsable de la saga Souls, llegó a nuestras tiendas el 24 de marzo de 2015. Tres años han pasado desde entonces, y aunque a algunos nos han crecido un par de canas durante estos casi 36 meses, lo cierto es que el tiempo no le ha hecho ningún mal a una propuesta que sigue siendo igual de fresca, vasta, adictiva y compleja que el primer día.
La diferencia entre entonces y ahora, no obstante, existe. Y, de hecho, es una diferencia palpable a nivel jugable, pues cambia por completo la filosofía de la entrega, que no por ello deja de ser brillante. Como cualquier aventura de estas características, el paso de los meses ha hecho que el modo multijugador de la entrega, basado en un sistema de ‘invasiones’ cooperativas y competitivas, pierda su actividad casi por completo, reforzando así su vertiente para un jugador – que, eso sí, siempre ha sido su prioridad.
La cosa cambia cuando durante las últimas horas, como resultado de la llegada del RPG de FromSoftware a la biblioteca digital de juegos de PlayStation Plus, la base de jugadores ha pasado a registrar números inusuales, muy superiores a los que ha estado marcando durante los últimos meses. Se trata de un incremento normal, esperable dadas las circunstancias, y que ha despertado en la comunidad un sentimiento general de rejugar la entrega.
Varias voces se han hecho eco, así, de Return to Yharnam: un reto colectivo propuesto por los propios fans, y con el cual la comunidad, además de aprovechar para revisitar la tétrica ciudad, se vuelca en el juego para ofrecer a los nuevos usuarios una experiencia completa, cercana a la del estreno. Un evento coordinado con el que se propone darle una segunda juventud al juego, y en el que puede participar cualquiera creando un nuevo personaje y configurando su conexión para jugar con gente de todo el mundo. Se reta, además, a completar la entrega eliminando dos cazadores por zona en el modo PvP.
De Bloodborne a EVE Online: la influencia de la comunidad
No es la primera vez que los propios jugadores son los responsables de revitalizar un juego en concreto, ni será la única. Hoy en día, perdidos en un mar de servicios online y suscripciones, la comunidad es un factor muy a tener en cuenta a la hora de perderse en una propuesta. Aventuras como Skyrim o Minecraft, por ejemplo, han gozado de una vida excepcionalmente larga, completa y divertida gracias a las decenas de mapas, mods y assets que los propios usuarios crearon para la ocasión – y, de hecho, estoy completamente seguro de que, si no hubiese sido así, hoy en día se hablaría muy poquito de ellos. Por su parte, otras propuestas, como el siempre presente MOBA de Riot Games o muchos capítulos de la saga Call of Duty, se han cobrado decenas de bajas gracias a los hackers o a ciertos engendros que tienden a campear más de la cuenta (o a “”jugar táctico””).
Está claro que nunca llueve a gusto de todos, y que, dada la propia naturaleza humana, la comunidad nunca dejará de sorprendernos, para mal y para bien. Cuando unos trabajan día tras día para desarrollar sus propios remakes de Metroid, de Resident Evil 2 o de Spyro, otros se dedican a hacer estragos en forma de swatting. Está en nuestro ADN, aunque si queremos aportar nuestro granito de arena al conflicto, solo nos queda lidiar con esta clase de situaciones como buenamente podamos, mientras tratamos de centrar nuestra atención en las “cosas pequeñas con buen gusto” que tanto le gustan a Tequila Works. En esos pequeños proyectos carentes de interés para las grandes masas o para las distribuidoras, pero que, no obstante, cuentan con un trabajo, planteamiento y/o intenciones que, antes o después, deben de ser reconocidas.