Una celebración del juego independiente
¿Qué es “indie”? Con esta pregunta empieza el directo de Kinda Funny Games Showcase, pero Greg Miller, uno de los presentadores, rápidamente transforma la situación en una broma para calentar los motores. Y la verdad… me gusta, es honesto, sin pretensiones ni charlatanería, 60 juegos independientes en menos de 60 minutos justo como prometieron, sin más. Todos se ven y se sienten completamente diferentes. Desde juegos que ya conocíamos, como el intimo One Night Stand, que ahora saldrá también para consolas, y el misterioso Lucifer within us, de Kitfox games, que te pone en la piel de un exorcista digital. Situándote en un mundo donde la tecnología no dio paso a un fuerte materialismo, pero se fundió con las creencias religiosas.
Aunque la verdad, lo que mas intriga de este último es lo poco que se ha mostrado del juego. Se trata de resolver misterios no lineares, según uno de sus desarrolladores. En las pocas capturas que pudimos ver del tráiler se ve lo que parece ser una especie de friso que nos permite ver y modificar todas las acciones que se producen y serán producidas, dándonos la capacidad de regresar en el tiempo y alterarlas. Parece que podremos manipular una secuencia de eventos que dará diferentes resultados, con el objetivo de identificar qué persona es poseída y por cual demonio.
Otro juego del cual se hablo más bien poco, pero que me llamó mucho la atención, es Superliminal, un trabajo de Pillow Castle Games, que parece centrarse en puzzles que juegan con las proporciones de los objetos y permitiéndonos jugar con estas, rompiendo la ilusión de realidad y permitiéndonos moldearla como queramos. Es muy fácil dejar volar la imaginación con lo que sería posible hacer con dicha mecánica, pero solo el tiempo nos dirá si se quedara en un truco interesante o sus desarrolladores podrán hacer algo grande de este.
Mare, el nuevo proyecto de Vision Trick Media también tiene cierto brillo propio. Se trata de un juego en VR, donde a través de nuestra mirada (es decir el movimiento de nuestra cabeza) controlamos indirectamente a un mecanismo enorme llamado BIRD y a una chica en un mundo mítico, que me recuerda un poco a la obra de Fumito Ueda. En parte por su gusto por el sentimiento de solemnidad que desprenden sus construcciones enormes y abandonadas que nos hacen sentir pequeños e insignificantes. Pero sobre todo por esa inspiración que viene de Another World, de controlar a dos individuos que no pueden comunicarse y que deben a travesar diferentes obstáculos y terminan comprendiéndose mejor conforme nosotros nos adaptamos a ellos.
Tómese por ejemplo The Last Guardian y Ico, donde nuestros compañeros tienen su propio peso y parecen tener vida propia, donde llevar de la mano a nuestro compañero se convierte una de las mecánicas principales de la obra, y donde la dificultad radica en hacerles comprender lo que queremos que hagan, siendo ellos a veces torpes o desobedientes.
De Mare todavía se sabe muy poco. Comparte ese amor por el silencio y la pequeñez de los personajes en un entorno que los consume, con ruinas abandonas que, en el caso de Udea contrastan con la intimidad que sus protagonistas desarrollan. Pero podría ser que también encuentre su expresión en la incomprensión que resulta entre la maquina BIRD y la pequeña niña, esta vez controlados por la mirada del jugador. Lo que esta nueva mecánica podría aportar a la mesa es inmensurable, y sus entornos románticos rozando esa solemnidad que los juegos de Ueda nos hacen contemplar no hacen mas que emocionarnos por lo que podría venir.
¿Qué es “indie”?
Volviendo un poco a la presentación como tal, nos damos cuenta que esta existe casi como una respuesta al resto de conferencias. Mientras que en estas la gente desespera por un pequeño anuncio, lo que sea, y se vuelven locos porque Keanu Reeves los quiere; aquí no hay ni invitados, ni charlas desesperadas intentando conservar la atención del gamer por más de un minuto. Juego tras juego, con algunos pequeños comentarios por aquí y por allá, “Los juegos son el hype”, dice Miller (y no toda la parafernalia alrededor de estos).
Es la segunda vez que se organiza este directo, y al menos podemos decir que parte de una buena intención. Sin embargo, no puedo mas que preguntarme si la presentación elegida (60 juegos en una hora, siendo mas o menos a minuto por juego), es la mejor defensa que se puede construir la comunidad de juegos indie. La cultura de la novedad y satisfacción inmediata sigue ahí. Tampoco pido que los chicos de Kinda Funny se saquen un ensayo sobre cada juego que presenten, iría en contra de su afirmación inicial, sin pretensiones ni charlatanería. Pero cuando las bromas que haces toman mas espacio que tus comentarios sobre los juegos que presentas quizás algo anda fallando. Quizás, después de todo la pregunta “¿Qué es indie?” sí es una que deberíamos hacernos.