Tras la polémica de Axiom Verge

Ayer, desde la cuenta de DEV (Asociación Española de Empresas Productoras y Desarrolladoras de Videojuegos y Software de Entretenimiento) se anunció la dimisión de Luis Quintans como presidente de la organización tras el escándalo dado a conocer en relación a la versión de Axiom Verge de Wii U que salió a la luz hace 2 semanas. El comunicado, que os dejamos a continuación, indica que además abandona la junta directiva de la Asociación, y que la presidencia será asumida de forma temporal por uno de los vicepresidentes, que según la propia web indica que son Xavier Carrillo, de Digital Legends, y Curro Rueda, de General Games, pero de momento no se ha especificado quien tomará el cargo a la espera de elecciones, según los estatutos de DEV.

D. Luis Quintas ha presentado su dimisión del cargo de presidente de DEV, así como su cese como miembro de la junta directiva de la Asociación. Según lo previsto por los estatutos de DEV, el videpresidente asume provisionalmente la presidencia de DEV a la espera que, en breve, los órganos de gobierno de la Asociación abran el proceso para la elección de nuevo presidente. La junta directiva quiere agradecer el compromiso de D. Luis Quintans como miembro de este órgano y, especialmente, estos dos últimos años al frente de la Asociación.

Al margen de juzgar o no el caso de Badland Games y Limited Run Games, al menos la posición de Luis Quintans le honra en lo que a DEV respecta, ya que ante la polémica, parece que ha decidido perjudicar lo menos posible a la Asociación, que vuelve a ver mermada su reputación con un nuevo cambio de presidente por motivos polémicos, tras la dimisión de Ignacio Pérez Dolset, tras ser detenido por la Operación Hanta. Esta agrupación de empresas, que no deja de ser una patronal de esta industria, que, al menos actualmente en España, se halla en crecimiento, no debería tolerar esta serie de comportamientos por la parte que les corresponde, más allá de ética y transparencia. Que la corrupción es un aspecto intrínseco del sistema y que en España, por desgracia, es algo muy arraigado, no puede negarse, y aunque lo ocurrido con Luis Quintans no puede compararse siquiera en intención (y por lo comunicado, ni en ejecución ha intentado estafar, ya que indica que Badland no puede hacerse cargo de su deuda en un único pago, y la otra parte se resiste a fraccionarlo por miedo a perder parte del dinero, pero según lo emitido, la intención nunca se ha retirado).

 

En cualquier caso, esta noticia no deja de suponer un nuevo golpe a la incipiente industria del videojuego a nivel nacional, que no logra terminar de despegar, no por falta de talento ni cantidad de propuestas (albergando entre los estudios destacados una filial de Ubisoft, Ubisoft Barcelona, o Mercury Steam), pero, entre la falta de inversión, ayudas por parte del Gobierno o simple confianza en el sector, no despega, y si ya las propias empresas supuestamente establecidas no son capaces de dar una imagen decente hacia fuera, ¿qué referencia van a tener de cara a buscar financiación los estudios más nuevos e inexpertos? ¿Cómo se espera que surjan éxitos independientes si no pueden obtener apoyo por este tipo de situaciones? El éxito en la industria del videojuego no se consigue únicamente con un título de calidad, y conseguir oportunidades a nivel nacional, como estudios o trabajadores que entran a un estudio ya consolidado, parece cada vez más complicado.