Alguien no firmó la separación de bienes
Más de 5 años han pasado desde el anuncio de Destiny, el primer gran juego de Bungie tras dejar la franquicia de Halo en manos de 343 Industries, y ayer mismo, prácticamente por sorpresa, la compañía anunció su separación de Activision (con la que en su día firmaron un acuerdo de distribución para los siguientes 10 años, que concluía en 2020) y su intención de mantener los derechos de Destiny para seguir trabajando en la franquicia de cara al futuro. Como han indicado en el comunicado publicado en su página, explicando la situación, anuncian que están preparados para trabajar de forma independiente en su propia IP, mientras que Activision podrá centrarse más en las licencias que posee.
Hace poco más de un mes comentamos el cambio – similar en apariencia, pero probablemente no en relevancia de la recuperación – por parte de Concerned Ape de los derechos de publicación de Stardew Valley en la mayoría de plataformas, y aunque el modelo de negocio de Bungie es completamente diferente al de cualquier desarrollador independiente, no deja de sorprender este movimiento que ha pillado desprevenido a prácticamente toda la industria del videojuego.
Pese a lo ocurrido, Bungie no debería desatender bajo ningún concepto Destiny 2, y si bien tal vez las expansiones no sean la norma y apuesten por contenidos gratuitos o pequeños DLCs, la necesidad de mantener una comunidad fiel al título se vuelve ahora necesaria, con la perspectiva del apoyo que pueden necesitar en un futuro a la hora de publicar un hipotético Destiny 3 (que deberíamos, por otro lado, dar prácticamente por confirmado) sin el respaldo económico de un gigante como Activision, pero también sin las presiones asociadas, como el hecho de tener que cumplir plazos de cara a agradar a inversores, sin tener en cuenta el estado del juego a lanzar. Por ello, un posible Destiny 3 podría dar lugar a un título mucho más arriesgado en lo creativo y jugable, sin necesidad de tener que ser un título que pueda agradar a todo el mercado y que, aunque resulte en un título algo más de nicho, pueda tener la magia de las primeras entregas de Halo. Por otro lado, aún es por pronto para hablar de plataformas en las que el título estaría disponible, así como la distribuidora que podría encargarse de ello (que bien podría ser Activision, aunque en términos diferentes a como hasta ahora).
En cualquier caso, lo primero que a muchos se nos ha venido a la cabeza es, por un lado, la posibilidad de que el próximo título llegue a la Epic Games Store, que se está llevando el gato al agua con títulos tanto independientes como AAA, pero posibilidad muy interesante, y que viendo el camino que ha tomado en los últimos tiempos, es la posibilidad de que Bungie vuelva a los brazos de Microsoft, y de la misma manera que han adquirido otros estudios para ampliar su catálogo, esta posible nueva incorporación podría resultar en beneficio para ambas partes, siempre y cuando no se comprometa la creatividad de Bungie y se les de luz verde para hacer y deshacer su proyecto a su gusto.
Por otro lado, y con desconocimiento total de las cifras que habrá en la operación, parece que a priori la gran damnificada sería Activision, que pierde una de sus grandes bazas comerciales en los últimos años, y que si eliminamos de la lista, podemos ver que el año pasado recibió la campaña navideña con apenas tres títulos además de Los Renegados, la expansión de Destiny 2, Crash Bandicoot N.Sane Trilogy, Spyro: Reignited Trilody y Call of Duty Black Ops IIII, de los cuales además dos son remasterizaciones, dejando casi sin catálogo de cara al futuro a la compañía, que además no pasa por el mejor momento en su relación con Blizzard. Solo el tiempo dirá, pero por el momento, parece claro quien sale ganando de esta decisión.