La relación entre Activision y Blizzard se deteriora
Un nuevo artículo de Kotaku refleja una creciente preocupación en la relación entre Blizzard y Activision. En estos últimos años Blizzard ha dejado de actuar de manera independiente de Activision lo que ha podido tensar aún más el vínculo con Activision. Al parecer, la principal preocupación reside principalmente en los trabajadores de Blizzard por un intento de reducir gastos después de la llegada de Amrita Ahuja, una nueva directora financiera, que trabajaba en los departamentos de finanzas y relaciones con los inversores de Activision. También ha supuesto un toque de atención a Blizzard para que publique sus juegos con mayor regularidad, después de que los jugadores mensuales se hayan estancado.
Según una fuente interna de la compañía, en la reunión anual de Blizzard conocida como “Battle Plan” donde Amrita Ahuja, para sorpresa de los asistentes, dijo que una de las metas para los próximos años sería ahorrar dinero. Siendo el primer año que escuchaban que lo prioritario era recortar costes y tratar de no gastar demasiado. Esto se sintió como no gastar si no es necesario. Un ex-empleado afirmó que era la primera vez que había oído que se necesitaba “demostrar” crecimiento. “Eso fue increíblemente desalentador para mí”. Todo ello se suma a la salida de Mike Morhaime, una persona muy querida dentro de Blizzard y por los fans, que profesaba un trato a los fans cálido y alejado de cualquier actitud corporativista. Una persona que fue descrita por los jugadores como un “anti-CEO” capaz de velar por la felicidad de sus trabajadores sin importar el rendimiento económico. A partir de ahí surgieron las inquietudes sobre futuras medidas de recortes de gasto donde se rumoreó que el propio CEO de Activision Blizzard, Bobby Kotick, tenía en mente esa política durante los próximos años.
Recientemente David Brevik, ex-CEO de Blizzard North, protagonizó una polémica en Twitter en la que afirmaba que Blizzard dejó de entender a sus jugadores con la presentación de Diablo Immortal. David Brevik, en un streaming en Twitch de su esposa y en un ambiente familiar de suscriptores con bebida incluida, afirmaba que Blizzard había dejado de ser lo que era. David Brevik bajo el contexto de especulaciones, criticó duramente a la empresa asegurando que muchos empleados sólo permanecían allí por “ser Blizzard” a pesar de que la empresa había retirado un programa de bonos que permitía cobrar significativamente más a sus empleados. Posteriormente Blizzard desmintió que el programa hubiese sido retirado y que se había repartido en el propio sueldo de forma mensual. Además, David Brevik auguraba en la retransmisión que la partida de la “élite” como Mike Morhaime sólo sería el principio de un éxodo y declive de la compañía. Afirma que el éxito de Fortnite afectó gravemente a Blizzard y ésta se quedó sin la influencia económica que antes poseía. Por último, en relación con Activision, asegura que “técnicamente” Blizzard compró Activision (no viceversa, y efectivamente Vivendi Games compró Activision) pero que en ningún momento Blizzard quiso tomar el control sobre Activision. Algo que al parecer está realizando Activision con Blizzard.
Lo que llama la atención es que el éxito relativo de Activision Blizzard proviene de juegos de Blizzard y que ha sido Activision quiénes han perdido una cantidad considerable de jugadores en sus productos, llegando a ser la recepción del último Call of Duty bastante preocupante. Si bien, todos sabemos que Blizzard no acostumbra a ser una compañía prolífica en hacer videojuegos y suele tardar bastantes años en publicar nuevos videojuegos con la filosofía de no lanzar un videojuego hasta quedar bien. Incluso cancelar a menudo nuevos proyectos hasta dar con el videojuego idóneo. Algo que Activision no entiende o considera un derroche de dinero, sin comprender, que más allá de la cantidad de videojuegos sacados cada año está una imagen que ahora está pasando factura a otras compañías como EA. Y es que tal vez esta presión que ejerce Activision sobre Blizzard puede estar relacionada con las caídas generalizadas que se están produciendo en la bolsa a raíz del retroceso de la bolsa china. Curiosamente, las compañías de videojuegos parecen bastante afectadas, especialmente aquellas que cuentan con peor reputación. EA con una caída del 45% desde el verano y Ubisoft del 40% desde septiembre. Aunque uno pueda pensar que es debida a las malas políticas de micropagos y la recepción de sus videojuegos, lo cierto es que se debe a factores más financieros que de producción.
En toda esa vorágine, Activision parece tener claro que lo que parecía ser “la gallina de los huevos de oro” no rinde tanto como les gustaría. Como jugadores, tenemos claro la repercusión de juegos como Destiny 2 o CoD (los cuáles se venden a través de la plataforma Battle.net) y no resulta comprensible que la principal preocupación de una compañía más allá de obtener beneficios sea promover una imagen sólida a los inversores antes que a sus propios clientes, los jugadores. Creemos que Blizzard deberá hacer un esfuerzo para desmarcarse de las políticas de Activision y tomar el liderazgo de su propia filosofía, escuchar a los jugadores y no caer más en el error de dejarse llevar por Activision. Diablo Immortal ya ha pasado factura a la compañía antes sus fans más acérrimos, lo cuál parecía imposible hace unos años pero a todos se nos agota la paciencia. Es hora de que Blizzard sea más Blizzard que nunca y nos sorprendan con una nueva entrega de Diablo (ahora que se han puesto de verdad con el desarrollo de este nuevo título) y con futuros videojuegos.