THQ Nordic: esa empresa que siempre se sentaba al final de la clase
A prácticamente cuatro días del lanzamiento de Darksiders III, previsto para este próximo martes 27 de noviembre, los chicos de PlayStation Access han sorprendido a propios y extraños publicando, en primicia, un nuevo y muy extenso gameplay del juego. Dada la inminencia del estreno, esta publicación debería haber pasado sin pena ni gloria por nuestro feed de noticias… de no ser por la casi excesiva extensión del vídeo distribuido, de aproximadamente dos horas de duración, que ha hecho sonar las alarmas de los medios de todo el mundo. Un puñetazo sobre la mesa que demuestra confianza en el producto, pero que, visto con un mínimo de introspectiva, deja de tener sentido por completo, tanto a nivel mediático como en lo relativo a términos comerciales.
Hemos estado años sin saber nada de Darksiders III. Tras el cierre de THQ, es normal que la franquicia pasase por una mala racha, hallándose en mitad de un limbo del que, afortunadamente, pudo salir más pronto que tarde, acabando, en principio, en muy buenas manos. No obstante, creo que salta a la vista el mero hecho de que este tercer capítulo numerado de la franquicia no se ha desarrollado de la noche a la mañana – pues está claro que, dada su ambición, la aventura de Furia ha estado en desarrollo, como mínimo, durante un par de decenas de meses -. Sin embargo, en todo este tiempo, ¿de cuánto material audiovisual hemos podido disfrutar como posibles compradores? ¿Acaso la compañía nos ha facilitado de manera medianamente regular algún tipo de gameplay o de diario de desarrollo con el que mantener nuestra atención? La respuesta, ya os lo adelanto yo, es mucho menos positiva de lo que nos gustaría, y es que, desde su presentación oficial en mayo de 2017 solo hemos podido ver el juego en movimiento, de manera oficial, en seis ocasiones. Y desde entonces ha pasado más de un año y medio, que se dice pronto.
La comunidad dedicada, de esta forma, se ha visto obligada a subsistir durante todo este tipo a base de filtraciones, entrevistas cedidas a cuentagotas y previews que ciertos medios, como nosotros, hemos podido publicar en función de lo que hemos podido probar en determinadas ferias y eventos. Una comunidad que, de una manera u otra, ha ido menguando, desvinculándose de la IP y focalizando su atención en otros títulos muy interesantes que, seguro, arrasarán durante esta campaña navideña (ya sabéis a cuáles me estoy refiriendo, vaqueros). Y lo peor de todo ello es que se trata de una comunidad que, desgraciadamente, lo tiene verdaderamente difícil para remontar por méritos propios – especialmente de cara al lanzamiento; algo que debería de suceder, necesariamente, si pretendemos que los chicos de Gunfire Games acaben en algún momento el proyecto que empezaron en 2010 con la propuesta original -.
Porque, salvo contadas excepciones, ningún juego es capaz de llamar la atención del grueso del público en cuestión de días, y porque distribuir un vastísimo gameplay de tu propuesta a escasas horas de su estreno no es suficiente como para crear un ambiente de hype al respecto. Y, ojo, que tampoco estoy pidiendo que el estudio austriaco tenga que dejarse el presupuesto de sus desarrollos en costosas campañas de publicidad en el último minuto; simplemente creo que todo ha sido una cuestión de tiempos, fruto de una mala planificación inicial. Y es que, desde luego, está bien guardarse un as bajo la manga, pero pienso que mantener tu proyecto a la sombra hasta el último momento no deja de ser una auténtica insensatez en términos de marketing, y aquí ha quedado más que demostrado.
No quiero pensar mal de THQ Nordic. Realmente admiro su trabajo, y siempre les estaré agradecido por salvar franquicias como la que hoy protagoniza este pesimista artículo. Además, soy plenamente consciente de que ellos no son los únicos que llevan a cabo esta serie de malas prácticas (Square Enix, sin ir más lejos, lleva ya unos cuantos años haciendo gala de una comunicación pésima, y Kingdom Hearts III no se ha librado de problemas de este tipo; en dicho caso, por mostrar demasiado en poco tiempo). Pese a ello, ahora, tras este obvio tropiezo, no puedo evitar pensar en el destino que le aguarda a Biomutant, otra de sus obras que parece contar con un potencial tremendo, pero de la que prácticamente no sabemos nada, siendo un producto completamente ajeno para el consumidor más casual. Aún no sabemos cuando el título de acción en tercera persona llegará a nuestras tiendas, pero ojalá lo haga precedido por una buena campaña de marketing a través de redes sociales, diarios de desarrollo y patrocinios en plataformas como YouTube (que, a día de hoy, parece ser lo más eficaz a la hora de conectar con tu target). Sé que a lo largo del artículo he podido sonar un poco rudo, pero creedme cuando digo que solo busco que esto funcione, que vaya a mejor, y que sigamos disfrutando de esta clase de entregas durante muchos años. Porque el primero que quiere jugar a Darksiders 4, lo creáis o no, soy yo.