Comienza la emulación de la consola de Nintendo...

Yuzu es el nombre que lleva el emulador que correra el entorno de la Switch en ordenadores. Su desarrollo viene de la mano del equipo que está tras el desarrollo de Citra, emulador conocido por ser el que reproduce el entorno de la 3DS.

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¿De dónde ha salido este nuevo emulador?

Manteniendo su tradición, el equipo ha decidido ponerle el nombre de un fruto cítrico oriental a este nuevo emulador y, aunque se encuentre todavía en sus primeros pasos, ha sido uno de los más rápidos en salir: no ha demorado ni más de diez meses de vida de la consola para hacerse público.

El emulador, por lo que afirmó bunnei (uno de los autores originales de Citra), el proyecto conmenzó a partir de su inquietud por experimentar con el nuevo sistema de Nintendo unos cuantos meses atrás, de manera privada. Gracias a la ayuda de gente involucrada en Citra, bunnei pudo conseguir poner en funcionamiento este nuevo emulador, gracias a copiar la arquitectura del emulador para N3DS. Ambas, de ahora en adelante, compartiran las mismas mejoras, y estará diseñado bajo el lenguaje de programación C++ y protegido bajo la licencia GPLv2.

Todo esto no sería posible si el equipo que está detrás de este nuevo proyecto no pusiera todo de sí para conseguir, a través de la ingeniería inversa, la reproducción del entorno de Switch en un ordenador.

La dificultad que conlleva poder descifrar un sistema de una consola lleva mucho tiempo, por lo que el efuerzo dedicado de cada uno de los están metidos en estos proyectos es digno de elogiar. Aunque, bien es sabido, todo el contexto de la emulación y reproducción de videojuegos por medio de otros entornos que no sean los originales están inmersos dentro de posturas encontradas sobre su existencia y uso.

La industria y la emulación: un camino lleno de lagunas

Todos sabemos que los videojuegos, como otros productos, tienen consigo un copyright que los acompaña, y es aquí donde comienza el dificil camino por comprender qué uso debería tener la emulación dentro de la industria. Si bien no hay una ley específica que diga que la emulación es ilegal, su uso está mal visto dentro de la comunidad en general, siendo calificada como una práctica que atenta a sabotear las ganancias de los productoras, diseñadores y la firma que avala una obra. En simples palabras, los que hacen estos softwares son rotulados todos como piratas.

Sin embargo, lejos de estas graves palabras, escuchando opinbiones de diferentes medios y personas, podríamos llegar a un punto en donde todos podamos confluir en pensar a la emulación como un espacio que permita la conservación de los videojuegos para la posteridad, con fines culturales e históricos. En estos momentos los emuladores están siendo desaprovechados para cubrir tal fin, y  el que no esté regulado o, al menos, siendo debatido entre las compañías y los entusiastas que realizan estos softwares amplía más la confusión y los entredichos.

Quizás, en algún momento, cuando las compañías, las comunidades y estos equipos puedan acordar regular mediante la ley a los emuladores para tales fines, podamos quedarnos un poco más tranquilos de saber que los videojuegos, a los que tanto le debemos, puedan ser estudiados, analizados y conservados como piezas de un momento histórico de la cultura.