Endless Space 2

Rejugamos la obra magna de Amplitude catando por primera vez Supremacy, su última expansión

Espero en este análisis estar a la altura del juego de Amplitude Studios. A ser posible, que se asemeje, en cuanto a virtudes, a aquellos rasgos que podríamos destacar muy resumidamente de Endless Space 2: duración y complejidad. Un principio lento y costoso en los juegos de estrategia son el precio a pagar por una experiencia inmersiva, que no precisa de un dispositivo de realidad virtual para meternos de lleno en su universo. Endless Space 2 consigue hacerte sentir un verdadero líder espacial.

Vayamos por partes. Iniciado el título por vez primera, resulta sencillo llegar a un mismo interrogante: ¿esto tiene una historia? Pues, bueno, sí y no. Hay una especie de historia principal que podemos seguir por misiones, pero no es el principal atractivo del título. Puestos a hacer comparaciones… quizá es algo así como Star Wars. Sus películas no las hace grandes por su historia esencial, sino por su universo. Cuando inventas cientos de vehículos, seres, razas, ideologías y partidos políticos, configuras un caldo de cultivo que te permite generar cualquier historia. Aquí no nos atraerá la misión principal ni las secundarias (no la mayoría de las veces), pero todas esas invenciones narrativas realmente te harán sentir inmerso. La libertad de decisión y la cantidad de opciones jugables nos brindarán la oportunidad de hacer cada partida única.

Dispuesto a echar horas

No habrá más remedio que comenzar por el tutorial si queremos aprender a jugar. Sin embargo, no nos abrumará (o no mucho, al menos). Los que somos fans de los juegos de estrategia alguna vez nos hemos topado con algún título que nos explica con detalle absolutamente todo y después nos deja “tirados”. Aquí eso no pasa: Amplitude es el padre que te enseña a montar en su bicicleta. Al principio nos comenzará explicando lo más fundamental del juego y, poco a poco, nos guiará a los apartados más específicos… y mientras lo hace, nos va soltando poco a poco hasta que ya podemos mantener el equilibrio.

Jugarlo con conocimiento – no del todo, pero sí de los conceptos y mecanismos fundamentales – nos llevará entre 4 y 6 horas, dándonos la sensación de que no aprenderemos todos los entresijos que esconden sus mecánicas jamás. Solo contando con los seis tipos de victorias y las ocho facciones disponibles ya tenemos una gran combinación de distintas partidas posibles, pero el juego nos brinda muchas más opciones que esas. Pero tranquilos, no desesperéis, porque una vez esté bajo control vuestro Endless Space 2 se vuelve muy divertido.

Partida generada: comienza nuestro primer turno. Todos los inicios son humildes, y aquí no los iban a ser menos. Tendremos a nuestra disposición una flota inicial de naves, que se suele componer de una colonizadora, otra exploradora y una última de ataque/defensa, junto al planeta ya colonizado. Este será la capital de nuestro imperio y generará una serie de recursos, unidades y edificios a nuestra elección, mientras que las naves pueden moverse libremente por el mapa viajando de estrella en estrella pudiendo los planetas explorarlos, colonizarlos o invadirlos – en el caso de que estén ocupados ya -.

Los recursos clave en el juego son el polvo (oro), la ciencia, la producción, la influencia y el personal, y sirven para potenciar, dependiendo de nuestro interés, un sector u otro de nuestro imperio. En el fondo, todos los recursos sirven a todas las facetas del juego, aunque unas están más encaminadas para un estilo de juego que para otro. Por ejemplo, con el oro nos podemos ganar aliados, pero quizás sería más acertado hacerlo con influencia, que es la moneda de cambio en la diplomacia del juego.

Los “sectores” que mencionaba antes podriamos dividirlos en diplomacia, industria y economía, tecnología y ejército. Cada uno nos lleva a una victoria distinta, y aunque en parte viene determinado por la facción que escogimos al principio, de nosotros depende elegir que estrategia queremos seguir. La tecnología cuenta con un gran arbol de descubrimientos y mejoras. A nuestra elección si nos queremos especializar en algo y en que, o sí por el contrario preferimos abarcarlo todo. Descubrir estas innovaciones científicas llevarán una serie de turnos, pudiendo acelerarse con edificios, misiones y leyes que lo incentiven y… sí, leyes: Endless Space cuenta con un apartado de política. Tenemos seis partidos políticos: industrialistas, pacifistas, religiosos, militaristas, ecologistas y científicos; aparte, hay a nuestra disposición distintos tipos de gobierno: desde democracia hasta dictadura. No es aconsajable tomar cualquier decisión a la ligera por pequeña que sea porque todo está conectado. Construir una fábrica, por ejemplo, otorgará más producción, al mismo tiempo que hará que el sector político de tu población afin a estas acciones – los industrialistas- crezca. Una consecución de decisiones de esta índole puede provocar que ganen las próximas elecciones, aprobando una ley que premiará todos los actos que vayan encaminados a producir más – y quizá perjudique a otras o esa no fuera nuestra intención inical -, por lo que tenemos que ser conscientes de a donde nos queremos dirigir, como, y tomar decisiones dependiendo de ello.

La parte del ejército y las batallas combinará las características de un juego 4X con la de uno en tiempo real. Hay una apartado de creación de flotas y gestión de soldados y por otra, al entrar en batalla, seleccionamos tácticas o tomamos ciertas decisiones cuyo resultado observaremos más rápido. El juego se encarga de recordarte los eventos más importantes, como los resultados de las elecciones o un planeta al que no le has ordenado contruir ni producir nada pero, Endless Space no puede hacer esto con absolutamente todo el juego, por lo que debemos revisar las distintas ventanas por nuestra cuenta periodicamente o esto nos restará en el progreso de nuestra civilización durante la partida.

Acierto en el multijugador

Endless Space 2 es un escenario perfecto para crear de la nada cientos de situaciones e historias, y Amplitude trata por todos los medios de facilitarlo. El peligro de esta clase de títulos es la cantidad absurda de horas que nos puede llevar una partida terminarla, y existe el peligro de que el jugador contrincante en el multijugador la abandone a la mínima de cambio. No ocurrirá aquí porque, por una parte, podemos invitar a amigos que también hayan adquirido el juego a jugar una partida o… dejarla abierta a cualquier jugador. Esto quiere decir que en principio nuestros enemigos son controlados por la IA pero que, en cualquier momento, otra persona puede ocupar su lugar por los turnos que él – o el jugador que aloja la partida – quiera. Desde luego es una forma muy inteligente de abordar este  problema. Me habría gustado ver al juego también con un modo Hot-Seat, pero con la de logros que tiene no vamos a tirar todo por la borda por un capricho. Aunque esto de que la gente se puede unir a la partida es solo una posibilidad: también podemos crearla privada y punto. Junto a esta opción hay muchísimas más a la hora de crear una nueva partida. Desde las clásicas de la cantidad de turnos, jugadores y tamaño del escenario hasta la forma de la galaxia, la abundancia de constelaciones que queremos tener o si queremos que las estrellas sean jóvenes o ancianas. Como “plus”, DLCs disponibles para comprar y una comunidad que no descansa de crear contenido nuevo para el juego a través de Steam Workshop.

Amplitude intenta a toda costa que el escenario sea algo más que un puñado de estrellas y planetas.

No hablamos de los números de Spore o No Man’s Sky, pero es lo suficientemente amplio como para hacernos sentir que estamos realmente en el espacio. Hay anomalías estelares, como Sistemas solares con estrellas binarias, meteoritos, estrellas en colapso… y el juego se aprovechará de la naturaleza del universo para ofrecernos eventos puntuales que den algo más de imprevisibilidad a nuestra partida.

Hay que aplaudir la interfaz. Con tantos números, iconos, estadísticas y datos en general, podría resultar muy fácil perderse. Sin embargo, aquí todo parece estar muy bien estudiado, repartiendo a conciencia todos los elementos de la interfaz de una forma lógica, intuitiva y clara.

En un título de estas características, en ocasiones, hay peligro de no encontrarte nada más allá de la interfaz y enfocarlo todo a la jugabilidad prescindiendo de un apartado gráfico. Al menos Endless Space 2 lo suple con ilustraciones, concept arts, un escenario por el que da gusto pasearse y alguna que otra animación generada por el motor del juego.

El diseño de las naves se hace realmente práctico gracias a la intuitiva interfaz.

En cuanto a la velocidad de carga… qué maravilla. Esto siempre dependerá de las características de nuestro ordenador, claro, pero os digo que han pasado muchos juegos de estrategia por turnos por el disco duro de mi ordenador y la mayoría tienen razones para envidiar lo endiabladamente rápido que carga Endless Space 2. El sonido se ajusta al género de juego espacial, con esos Synths o Pads que nos recuerdan a bandas sonoras como la de Hans Zimmer en Interstellar.

Antes de cerrar el análisis, me gusta comentar, en lo relativo al contenido descargable Supremacy, que éste trae consigo una facción extra, que se une al conjunto acompañada de una nave. Todo contenido adicional es bien recibido, claro, pero lo cierto es que dicho añadido no cambia sustancialmente el juego base, por lo que recomiendo adquirirlo cuando ya hayamos explorado al menos parte del juego.

A contracorriente

Normalmente el dicho de “quien mucho abarca, poco aprieta” se cumple. Así podría haber sido perfectamente en Endless Space 2, pero nada más lejos de la realidad; se trata de esa maleta de vacaciones perfecta a la que no le falta de nada, y que cierra por poco. El género de la ciencia ficción espacial está tan explotado que es complicado conseguir una identidad propia. No obstante, Endless Space 2 lo consigue, aunque el lore del mismo no cale demasiado profundo. Podemos achacarle esto último, así como otro factor muy importante, y es que no es un juego de estrategia para los recién iniciados en el género, por mucho que faciliten las cosas desde Amplitude. Puede que no reinvente la rueda, pero, desde luego, todo lo que hace lo hace bien, y en ocasiones con eso es más que suficiente.

Esta review se ha realizado con una copia para PC cedida por los chicos de Cosmocover.