Removiendo cielo, mar y tierra
Hace unas semanas os trajimos un avance sobre la beta de The Crew 2, el nuevo juego de conducción de Ubisoft. Ahora, tras unas cuantas horas de vicio a este título de corte claramente arcade y tras probar por nosotros mismos una gran cantidad de sus vehículos acuáticos, terrestres y aéreos, os traemos un artículo en el que comentaremos sus puntos fuertes y sus puntos flojos, siempre teniendo en cuenta que, a día de hoy, el juego apenas ha contado con grandes actualizaciones de contenido, por lo que quizás en un futuro se solventen muchos de los puntos flojos que procederemos a comentar.
Desde que probamos la beta ya os dijimos que The Crew 2 era notablemente mejor que su predecesor, y esto se debía no solo a la cantidad de contenido accesible – como la ingente cantidad de coches, barcos y aviones que tenemos a nuestra disposición – sino también porque ya no nos están contando una historia que no nos interesa, reduciendo mucho las carreras que tanto se metían con calzador en la primera parte. No, no estamos aquí para criticar a la primera parte, pero es un ejemplo que me sirve para destacar un aspecto muy importante, y es que The Crew 2 parece, desde un primer instante, tener sus prioridades muy claras.
Lo que más destaca del mismo, de hecho, es la posibilidad de conducir lanchas y aviones, vehículos que no se habían visto en la primera parte y que permiten un mayor aprovechamiento del escenario disponible. No obstante, estamos hablando de un juego en el que siguen predominando los coches, y eso se refleja perfectamente en los tipos de carreras disponibles para cada vehículo.
Entre los diferentes tipos de competiciones disponibles para coches y motos, nos podemos encontrar con:
- Street Race: Consistentes en carreras urbanas cortas, de palo clásico, que siempre están protagonizadas por una amplia variedad de coches disponibles para competir.
- Drag Race: Consistentes en carreras de acelerones en las que saber cambiar de marchas en el momento idóneo es primordial para llegar primero a la línea de meta.
- Drift: Consistentes en conseguir un mínimo de puntos con derrapes. Para ello es necesario saber muy bien las características de frenada y giro del coche, y utilizar dichos parámetros a nuestro favor.
- Hyper Car: Consistentes en carreras muy largas, siempre con coches de alto rendimiento. Al decir muy largas, me refiero a carreras muy largas (como por ejemplo desde Nueva York a San Francisco).
- Alpha GP: Consistentes en carreras con vehículos monoplazas en circuitos cerrados. No tiene mucho más misterio.
- Touring Car: Consistentes en carreras en circuitos cerrados, normalmente con muchas curvas y coches muy veloces y, sobre todo, ligeros.
- Monster Truck: Consistentes en realizar trucos con el coche en grandes circuitos, preparados especialmente para realizar saltos y todo tipo de acrobacias.
- Rally Cross: Consistentes en carreras de rally en circuitos cerrados.
- Rally Raid: Consistentes en carreras campo a través con todo terrenos.
- Moto Cross: Consistentes en carreras de Moto Cross en circuitos cerrados.
Por su parte, las competiciones disponibles para barcos son:
- Power Boat: Consistentes en carreras de lanchas usualmente grandes que se desenvuelven sobre todo en mar.
- Jet Sprint: Consistentes en carreras de lanchas pequeñas muy fáciles de manejar a la par que veloces, que tienen lugar a través de estrechos ríos.
Por último, en el apartado respectivo a los aviones, podemos disfrutar de competiciones como:
- Aerobatics: Consistentes en conseguir un número mínimo de puntos con avionetas realizando acrobacias de todo tipo.
- Air Race: Consistentes en carreras de aviones de corte clásico con vehículos de gran envergadura y especialmente potentes.
Como podéis ver, hay muchas más disciplinas para coches que para el resto de vehículos, algo que en realidad no sorprende demasiado teniendo en cuenta que son mucho más llamativas que las del resto de vehículos (por la mera variedad existente entre los mapeados terrestres y aéreos/marítimos). En cambio, el número de competiciones es bastante similar para todas las disciplinas, así que tampoco esperéis que el hecho de competir a través de mar y aire sea algo puramente anecdótico. Desde luego, no es el caso.
Como he anticipado anteriormente, en la anterior entrega nos contaban una historia que para nada casaba con los coches, y que se sentía violenta, poco orgánica, en relación al conjunto jugable. The Crew 2 es todo lo contrario. Dentro del lore (si es que se le puede llamar así), eres un piloto amateur cuyas habilidades al volante son siempre excepcionales, ya sea a los mandos de un avión, un barco o un coche. Para conseguir los vehículos – y, por consiguiente, poder participar en cada disciplina – deberemos entrar en las cuatro familias que hay en el juego. No os asustéis: para lograrlo únicamente tenemos que ganar una carrera contra cada una de las crews, así que no nos costará mucho integrarnos en dicho grupo. Una vez dentro de ellas, hay unas determinadas características que diferencian a las facciones, siendo la familia Street Racing la que impulsa las carreras por asfalto en ciudades, la Pro Racing la que impulsa las carreras en circuitos cerrados, la Freestyle la que impulsa las carreras de Free Style y la Off–Road la que impulsa las carreras sobre tierra.
Pero como no podía ser de otra manera, cuando hablamos de Ubisoft nunca es oro todo lo que reluce. Ni siquiera lo que brilla un poco. Uno de los aspectos más desesperantes del juego es, sin duda, el tema de los bugs. Por ejemplo, cuando te chocas con muros – algo frecuente si no eres un jugador habitual del género – el coche se topa repentinamente con una pared invisible, fruto, al parecer, de ir rozando con el muro durante unos pocos segundos, por lo que la única forma de enmendar nuestro error es echar marcha atrás. No obstante, el aspecto negativo que más me ha llamado la atención, y que perjudica notablemente al gameplay, es el hecho de que la conducción ya no es nada cómoda para el jugador, puesto que los vehículos se hacen difíciles de manejar, incluso aquellos pertenecientes a las dificultades bajas. Imagino que, de alguna forma u otra, esto tiene que ver con una curva de aprendizaje no demasiado bien implementada, lo cual ha acabado produciendo una experiencia de juego algo más tediosa de lo que debería
Para mí, sinceramente, ha sido casi imposible no hacer una carrera completa sin chocarme ni una sola vez, y si a eso le sumamos que con el mero roce del coche con una pared ya pierdes toda la velocidad, el resultado es, cuanto menos, estresante. Esto no sería un problema muy grave si estuviéramos hablando de un simulador en el que la habilidad del piloto es lo más importante, pero el público al que va dirigido este The Crew 2 es claramente otro: un público que no se puede permitir que el choque lateral con un camión le arruine toda la carrera.
A pesar de sus obvias carencias y defectos, The Crew 2 es un divertidísimo juego de conducción arcade que otorga al jugador una libertad casi infinita.
Otros juegos de conducción que son arcade como Need For Speed tienen un sistema de conducción maravilloso y muy sencillo para todos los jugadores y que hacen que sea aún más disfrutable la experiencia. Esto nos quiere decir que a Ubisoft no se le da muy bien crear sistemas de conducción en los que los coches no se vayan a la Luna con un pequeño giro o derrape. Otro aspecto que no me ha gustado nada ha sido el sistema de daños inexistente. Cuando en los juegos de conducción vas con un Audi R8 hasta arriba de mejoras de motor y de rendimiento, alcanzas los 300 KM/H y te chocas con un muro, o bien el coche se destroza por todos sitios, o bien reapareces inmediatamente porque el coche ha quedado inutilizable. O si te chocas muchas veces de forma contundente el coche apenas rendirá, no girará, etc. Pues bien, en The Crew 2 no es así. Puedes chocarte tantas veces como quieras sin que el coche apenas sufra apenas rasguños, a no ser que sea un golpe muy fuerte en cuyo caso sí que reapareces, pero bastante más atrás de lo que estabas en muchas ocasiones.
Ahora bien, no todo el juego es malo ni mucho menos. Las carreras son muy variadas y no se repiten casi en ningún aspecto por lo que cada una es una experiencia diferente. La gran variedad de vehículos hace que el juego sea muy dinámico puesto que tienes la posibilidad de modificar todos los coches de mil formas distintas. Además de variedad hay cantidad, no se limitan en ninguna de las disciplinas, ha coches de todos los tipos para todos, puedes tener un coche favorito para ir de un lado a otro del mapa y otro para las carreras, un avión para ir de un sitio a otro más rápido que de ninguna otra forma o bien uno para esquivar edificios, arboles etc. y lanchas para ir a 200 KM/H por el mar o para explorar los ríos más estrechos. Es decir que jamás te aburrirás de vehículos, sobretodo porque cada mes sacan nuevos vehículos mejores que los que ya hay en el juego, como por ejemplo en el mes de julio el FERRARI – FXX K (2014) y el TM – X-Bow R (2016).
Otro de los aspectos que más puede gustar a las masas es el apartado gráfico. El juego es muy, muy bonito; se ve increíblemente bien tanto en consola como en PC, y lo cierto es que está muy bien optimizado ya que incluso una gráfica de gama media-alta – que no sea ni una Titán X ni una patata con cables – lo puede mover en Ultra casi sin problemas. Esto juega un rol muy importante dentro del fantástico procesado del mapa, y es que estamos hablando de que podemos correr por todo Estados Unidos sin ningún tipo de limitación ni pantalla de carga. Tampoco es que estemos ante un mapa que requiera de días para recorrerlo, pero sí que podemos tardar unos buenos 40 minutos en ir de costa a costa, algo que está bastante bien teniendo en cuenta que son 40 minutos de carretera por diferentes biomas y paisajes que, os aseguro, resultan inicialmente espectaculares.
Sin límites
Al César lo que es del César. Hay que decir que, a pesar de sus obvias canrecias y de todos los defectos que se le puedan sacar, The Crew 2 cumple perfectamente con su cometido de entretener, divertir y, sobre todo, de hacer disfrutar al jugador que únicamente quiere pasar un buen rato recorriendo EEUU a fondo. Quizás ese sea su mayor logro; el de cumplir las espectativas, y el de saber satisfacer a un público al que, desgraciadamente, no le llegan demasiadas propuestas de este tipo a lo largo del año. Menos mal que, por suerte, y al margen de la enorme cantidad de contenido disponible en el juego base, también tenemos un plan de actualizaciones que promete traernos mensualmente tanto vehículos como nuevas competiciones. Hay The Crew 2 para rato.
Este análisis se ha realizado con una copia para PC adquirida por la propia redacción.