Que comiencen los rumores
Ya desde la primera presentación de Xbox One, allá por 2013, se insinuaron las intenciones de Microsoft por dar una importancia sin igual a la nube, bien en el formato digital, o como apoyo para algunos títulos, como Crackdown 3. Viendo el camino que ha llevado la consola, e incluso el propio juego (que tras innumerables retrasos llegará el próximo 22 de febrero), se puede afirmar sin miedo a equivocarse que la iniciativa se ha quedado finalmente en lo que pareció desde el primer momento, en humo. Ahora, tras la confirmación oficial en el E3 de que Microsoft se encuentra trabajando ya en la sucesora de la actual generación, y desmentido el rumor de una posible presentación del nuevo hardware durante la Gamescom, han saltado todo tipo de rumores acerca de una posible nueva consola, con nombre en clave Scarlett, cuyo funcionamiento iría ligado por completo a la nube. En otras palabras, 5 años después ¿ahora sí es el momento de emplear la nube?
Antes de entrar a comentar las posibilidades que esta opción podría traer al mercado, hay que aclarar que toda la información se limita a rumores y especulaciones, y que cualquier coincidiencia con la realidad es simple y pura casualidad, incluso el propio hecho de que este producto llegara a comercializarse.
Multitud de posibilidades, pero no todas son realistas
En primer lugar, y aunque creo que la posibilidad de Microsoft lance una consola de estas características, no creo que lo haga como única opción de cara a la nueva generación, sino como una posibilidad o complemento al modelo “clásico”, porque aunque este concepto presenta carencias evidentes, también tiene sus ventajas, como en prácticamente toda situación en la industria del videojuego.
En primer lugar, porque la idea de una consola conectada permanentemente a internet es algo con lo que los de Redmond ya han coqueteado en el pasado (solo hace falta recordar la presentación de Xbox One), y cuyo resultado fue prácticamente una sepultura para la consola. Sí, es cierto que es un modelo interesante, especialmente si se aplica correctamente (solo hace falta echar un vistazo a Steam), pero es necesario explicar correctamente las ventajas que aporta, para que merezca la pena simplemente plantearse su adopción.
Este es el motivo de que, a bote pronto, me parezca complicado que Scarlett sea la auténtica sucesora a la actual generación.
Además, y antes de empezar a hablar sobre el posible final de este proyecto, queda destacar el principal problema de depende enteramente de internet para una videoconsola. Si, cada vez hay menos zonas en todo el mundo que no dispongan de conexión, especialmente aquellas que son potencialmente puntos de negocio para Microsoft, pero el hecho es que las conexiones que puedan ser viables para este modelo de juego no son tan abundantes, lo cual limitaría mucho la capacidad
Como punto de partida, Scarlett podría resultar especialmente atractiva por ofrecer un precio de entrada mucho más asequible, por el simple hecho de que no requeriría la misma potencia, al ejecutarse los juegos en servidores remotos, como hará la versión de Resident Evil 7 para Nintendo Switch, pudiendo orientarse más como un centro multimedia que además permite la posibilidad de disfrutar de los últimos lanzamientos.
Teniendo este punto en cuenta, podría intensificar aún más el propósito que actualmente Xbox One S, permitiendo a la par la posibilidad de incrementar la cuota de mercado de Microsoft y su base de potenciales usuarios de forma sencilla. Esta aplicación es la que me parece más interesante, no solo por añadir variedad en un movimiento arriesgado que, para mi sorpresa, no viene de parte de Nintendo, sino porque también me parece la más viable tanto por posibilidades como por viabilidad real. El hecho de que la nube sea utilizada como apoyo técnico para títulos concretos, visto el desarrollo de Crackdown 3 y los problemas derivados de esta herramienta, quedará como algo residual a mi juicio, además de depender enteramente en el éxito o no del título, por mera rentabilidad económica.
Otra de las posibilidades que se ha rumoreado acerca de Scarlett es su utilización al más puro estilo PlayStation Now, creando un dispositivo capaz de ejecutar remotamente títulos de anteriores generaciones, pero que siguiendo los pasos que ha dado Microsoft de cara a implementarla en Xbox One, me parecería un desperdicio de recursos no mantener la retrocompatibilidad en la sucesora real de Xbox One X, además de que sería un suicidio comercial, ya que existiendo este modelo, sería absurdo que la comunidad se moviera hacia un nuevo producto.
A esto se le puede sumar que el ejemplo ya existente de este modelo, PlayStation Now, no ha llegado a arrancar en ningún momento, pese a lo atractivo de su servicio (títulos de todas las consolas PlayStation disponibles en PlayStation 4 o PC a través de streaming).
Las circunstancias de esta falta de éxito (ya que solo internamente pueden afirmar si es un fracaso o no) se desconocen, pero la lógica me lleva a pensar que ante la incertidumbre un experimento de esta talla se cancelaría antes que fracasar. Por esto, queda en mi opinión descartada esta opción.
Como siempre, el margen de error es absoluto
Por supuesto, siempre queda la posibilidad de que el nombre en clave de Scarlett esté relacionado con la nube, pero que no se trate de nuevo hardware. Si, estoy inclinándome hacia un nuevo servicio en la nube, tal vez un sustituto de Xbox Live, que ya se rumoreó que podría variar sus características con la implementación de Xbox Game Pass. En este caso, cualquier intento de especulación sería demasiado descabellado, pero una nueva incorporación de este tipo no sería una locura, pero también una propuesta demasiado abierta como para ser definida.
Habiéndose confirmado que este año no se presentará nada nuevo, parece que tendremos tiempo de especular libremente, pero Scarlett es un nombre que va a sonar mucho en los tiempos venideros, y habrá también espacio para seguir debatiendo (e intentar adivinar por donde va a salir ahora Microsoft para intentar llevarse el gato al agua en la siguiente generación), tal vez hasta la próxima edición del E3… ¿quién sabe?