Todavía sigo despertándome en la mitad de la noche...
Este artículo no es un top, ni una compilación y menos una lista. Este artículo es un relato que conforme vayáis avanzando, iréis sacando vuestras propias conclusiones de qué clase podría ser lo que estáis leyendo. Pues seguramente muchos habréis jugado a un sinfín de videojuegos, muchos de estos os habrán gustado y muchos otros no, claro está. Pero, tanto como recordáis los juegos que no os han gustado y el porqué de esa decisión, también recordaréis porqué os han gustado vuestros títulos favoritos. Me refiero a diferentes puntos y características de un cierto juego que lo han convertido en uno de vuestros favoritos, el conjunto de esas características que, metiéndolas en un bol y removiendo, forman una perfecta mezcla audiovisual que recordaréis hasta el final de vuestros días. Pues entre otros, quería compartir con todos vosotros ese pequeño puñado de juegos que tienen elementos que los hacen perfectos y como bien pudisteis leer en el título, en esta ocasión me voy a fijar principalmente en la parte sonora, en esos momentos en los que escuchas un sonido y sabes perfectamente de que juego o de que parte de tal estamos hablando. Y si, en mi caso, son ciertas partes de algunos títulos que me causan pura piel de gallina.
La épica explosión de Contra
No voy a enrollarme demasiado aquí, ya que creo que directamente no hay nada que aclarar. Contra, el clasicazo de Konami de 1987 siendo su primera casa la máquina recreativa y más tarde lanzado para Nintendo Entertainment System. Recuerdo cuando tenia la mítica Pegasus de la cual hablaré más a fondo en otra ocasión, pero la cuestión es que enchufaba ese clon de la NES a una pequeña tele de quizás unas 14 pulgadas y metía el típico cartucho que ya había perdido incluso su cubierta de plástico. Pues una vez introducido el juego, oprimía el botón de arranque y ahí aparecía, la mismísima intro de Contra con su gloriosa explosión y la pareja de comandos que no era difícil adivinar que eran Arnold Schwarzenegger y Sylvester Stallone.
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Creo que es uno de los sonidos que jamás olvidaré. Me trae muy bueno recuerdos de épocas donde lo que más importaba, era salir de clase e ir corriendo a casa a quemar la consolita. Es maravilloso como pueden llegar a marcarte simples sonidos en 8 bits.
La pelota de trescientos metros por segundo
Otro cartucho más que por cierto, mi madre acabó quemando por culpa de mis exagerados cabreos cuando perdía contra mi hermano. En fin, os hablo de uno de los juegos más exitosos del universo de Kunio Kun, Nekketsu! Street Basket: Ganbare Dunk Heroes. Ese juegazo, porque no es un videojuego, es EL videojuego, tenía un ambiente espectacular. La banda sonora, la jugabilidad y la representación tan cómica de los personajes hacían y de hecho siguen haciendo, de este juego un verdadero AAA de aquella época, al menos para mi. Así que después de estas alabanzas os quiero revelar el sonido que sigue dilatándome las pupilas cada vez que lo oigo, pero por la ilusión, no por que escuche con los ojos. Ese sonido se puede escuchar al efectuar cierto movimiento/jugada especial con una combinación de botones adecuada. En el momento de ejecutar dicho movimiento, nuestro personaje envía la pelota a las canastas de los contrincantes a una velocidad tan elevada que durante su trayectoria es incluso aplastada por diversas fuerzas físicas que nadie es capaz de explicar… Es mejor si lo veis y escucháis vosotros mismos.
(minuto 1:50)
No parece nada de otro mundo, pero lo es, creedme. Cuando escuchabas ese sonido, sabías que ibas a ganar muchos puntos y encima si la pelota le daba a otro jugador que se encontraba en la pista, se llevaba una buena colleja.
El cartucho de M1 Garand
Obviamente es un arma real, no es que sea nada de un Black Ops de esos espaciales ni nada de eso. Es básicamente un simple rifle, que al acabarse las balas expulsa el cartucho vacío y emite un sonido tan limpio e inocente que te pone la piel de gallina. Puede que a vosotros no os cause la misma sensación, pero estoy seguro que os llamará la atención si todavía no habéis tenido ocasión de escucharlo. Lo más curioso es que ese arma, aparece en un muchos juegos como Battlefield o Medal of Honor, pero creo que el juego que mejor refleja el sonido real es Call of Duty, si, el primer Call of Duty de la historia, el mejor para mi, vamos. Pero bueno, no voy a seguir alargando esto, mejor escuchar para creer.
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Y si, puede parecer un simple sonido de un arma de un videojuego, pero no lo es, al menos para mi. El momento de escuchar dos piezas de acero chocar, con una calidad de sonido impresionante y encima en un videojuego del año 2003, es lo que realmente se puede llamar arte.
Declaración de guerra en Europa Universalis II
Lo cierto es que no he jugado demasiado a ese juego, ni a esa saga en general. Es decir, si que jugué lo mío en su tiempo pero fue porque no tenía otra cosa que hacer, pues había terminado la mayoría de juegos completos y demos que tenía por ahí, y no disponía de internet en aquella época. Asique me preguntaba que es lo que le veía mi hermano a ese mapita tan colorido del que disponía ese juego. Entonces valiente yo, me puse a jugarlo, elegí un escenario, una nación y a por ellos. Pues iban pasando los minutos y mi nación iba creciendo y yo con ella. Pero no todo son paseos ni tardes de patines, pues otro en mi partida existían otros imperios y uno de esos me declaró de repente la guerra. Y lo que escuché en aquel entonces, me marcó para bastante tiempo…
El mismísimo dios de la muerte bajó y tocó su trompeta mientras algunos tambores muertos tocaban de fondo el resto de esa corta pieza. Lo que más me inquieta de esa melodía es esa trompeta, como si de un soldado moribundo tocando se tratara. Definitivamente, ese sonido lo han creado sabiendo que causaría cierto miedo al jugador.
¡ENEMY AC130 ABOVE!
Aquí vuelvo a la época dorada de Call of Duty. Vuelvo a Call of Duty: Modern Warfare 2 y sus rachas de baja que no eran cosa fácil de conseguir. Pues no sé si os acordaréis, pero entre esas rachas existía una a través de la cual podías convertirte en el artillero de un AC130. Podías disparar diferentes tipos de proyectiles, misiles, ametralladoras de gran calibre y otra cosa que ahora mismo no me acuerdo pero era algo entre las dos armas anteriores, vamos, una masacre. Claro, para el artillero era la caña estar ahí arriba reventando a todos los enemigos, pero en el momento en el que TÚ te convertías en ese enemigo, las cosas cambiaban drásticamente. Y lo que quiero recordar o mejor dicho, lo que no quiero, es el grito de desesperación que expulsaba directo de sus entrañas nuestro personaje cuando jugábamos con los Spetznaz, si, los rusos.
La verdad es que miles de personas, incluido yo, han confirmado que esa es la única voz del juego que les causa piel de gallina y les hace coger el mando de formas más tensa. Pues esa voz te hacía saber que en menos de quince segundos estabas hecho papilla en el suelo con tu racha de bajas arruinada.