Hibridando el horror

A medio camino entre Resident Evil VII y el estándar de walking simulator indie llega este Pneumata, desarrollado por Deadbolt Interactive. Una aventura de survival horror en primera persona que da muchos pasos valientes y ambiciosos, para lograr como resultado global una interesante propuesta para los amantes del género survival, sobre todo en lo referente a la atmósfera y las mecánicas marca de género, como puede ser la gestión de recursos.

Si tuviera que describir Pneumata en una sola palabra sería “valiente”, y no por atreverse a dar un salto al vacío hacia propuestas inexploradas, sino por despegarse un poco de la tónica imperante entre los indies de terror, y salirse de los raíles del walking simulator. Puede ser por la influencia de los últimos títulos que he jugado del género, o mejor dicho, por todos los que me he encontrado a lo largo de los últimos años, pero creo que el mercado está sobre saturado por walking simulators de terror que siguen la estela de Amnesia, Layers of Fear o Blair Witch, entre otros. Y en medio de esa tónica general, me llamó la atención Pneumata, porque se atrevió a meterse en el jardín de incluir más, de incluir mecánicas de combate y gestión de recursos. De esta forma, se convierte en un survival horror de pleno derecho, que combina una estética inspirada en Resident Evil VII con un desarrollo más lineal, propio de los walking simulators.

Survival horror por derecho propio

Casi desde el primer momento se nos da acceso a un sistema de inventario típico del género survival, que ya nos da pistas de cómo se van a desarrollar las cosas. Aunque pueda parecer baladí, para los amantes del género se produce una sensación placentera al saber que tenemos un inventario limitado que gestionar, recursos que craftear, y una pantalla de salud visible únicamente desde dicho inventario, por ejemplo. Tampoco tardamos en apreciar el cuidado que ha puesto la gente de Deadbolt en la imagen y estilo tanto del HUD, inspirado también en el ya mencionado título de Capcom, así como en la estética del inventario en sí mismo. Y con avanzar unos cuantos minutos nos cruzaremos con la primera habitación segura en la que guardar nuestro progreso en una grabadora de cintas VHS, y también gestionar nuestros objetos en cofres de almacenaje. Vamos, que la receta del survival está seguida al pie de la letra para conseguir una inmersión y atmósfera increíbles.

Por otro lado, la gestión de objetos y la exploración concienzuda en busca de los mismos será esencial. Retazos de tela y alcohol combinados para hacer vendajes, puñados de balas, medicinas… Objetos típicos de esta clase de aventura que nos empujarán a recorrer cada habitación, callejón y recoveco para que nunca nos falte de nada. Cabe mencionar que la variedad de armas es notable para tratarse de un título indie. Dispondremos de pistola, escopeta, subfusil y revólver, aunque, como es habitual, irán apareciendo progresivamente según nos acerquemos al final. Por otro lado, Pneumata también incluye armas cuerpo a cuerpo, tanto básicas como elaboradas a partir de un sencillo sistema de crafteo. Tuberías, hachas, bates con clavos…

La cantidad y variedad de objetos está bien equilibrada para conseguir que el juego sea un desafío razonable sin llegar a extremos. Si eres un jugador experimentado del género no tendrás grandes problemas, siempre y cuando gestiones con calma, y no te lances a disparar a saco a cada enemigo. Será clave aprovechar las armas cuerpo a cuerpo cuando sea posible, y evitar enfrentarnos a grupos grandes, para no sufrir demasiados daños. En cambio, los jugadores más novatos en este formato puede que se encuentren en mayores aprietos a lo largo de las 6 horas aproximadas que dura la aventura.

Enfrentándonos a lo desconocido, para bien y para mal…

¿Y todo este arsenal para enfrentarnos a qué? Pneumata nos lleva a explorar la aislada localidad de Milton, en la piel del detective de homicidios David Hernández. Tras un breve y confuso prólogo llegaremos a dicho pueblo para investigar una serie de asesinatos y desapariciones, y nos encontraremos con un pueblo prácticamente fantasma, con signos claros de adoración sectaria y con rastros de matanza a cada paso que demos. Nos enfrentaremos a diversas criaturas, que van desde los zombis más clásicos (o al menos eso parece) hasta sectarios mutados y otras lindezas. La acción será prácticamente constante desde el momento en el que empiezan a aparecer enemigos, con un primer enfrentamiento memorable en el interior de una iglesia abandonada. Normalmente nos enfrentaremos a grupos pequeños, pero en ciertas secciones de la aventura nos veremos asediados por auténticas hordas de enemigos.

El hilo argumental y los motivos de la existencia de todas estas criaturas es probablemente el punto más débil de Pneumata, ya que la historia se hace difícil de seguir, con una narrativa bastante dispersa. Desde el prólogo cuesta entender cómo y por qué suceden las cosas, debido a algunos saltos narrativos bastante confusos, y no ayuda el hecho de que el juego no esté subtitulado al español. La aventura comienza con lo que parece ser un found footage del pasado del protagonista, pero no queda claro si la acción luego vuelve al momento presente, o cuándo lo hace exactamente. En general, durante todo el desarrollo cuesta bastante seguir ese hilo conductor, ya sea por lo disperso de sus mensajes narrativos, por la falta de subtítulos, por el juego con las pérdidas de memoria del protagonista o el uso de found footages.

Variedad de escenarios y progresión

Como en una buena historia de inspiración lovecraftiana, la amenaza y el misterio empiezan siendo de naturaleza mundana y violenta, mayormente comprensible, pero a medida que se desarrolla dicha historia todo se vuelve más relativo a la cordura, la filosofía y los conceptos abstractos. De hecho, hacia el final del juego cambiaremos los entornos de hoteles, prisiones u hospitales por una serie de cavernas y ruinas desconocidas, plagadas de visiones y símbolos extraños. Con esta propuesta, Pneumata consigue aportar variedad a sus escenarios y atmósferas, saltando de un entorno a otro constantemente. La aventura se inicia en las calles de Milton, y tras recorrer una zona rural de cobertizos e iglesias, nos adentraremos en un laberíntico hotel, las cloacas de la ciudad, una prisión y un centro de investigación médica, para acabar en las cavernas previamente mencionadas.

Por el camino, además de combates, tendremos que hacer frente a una exploración concienzuda, ya sea para obtener recursos como para resolver acertijos y tareas que nos permitan avanzar. Al más puro estilo de Resident Evil, el juego nos hará andar y desandar lugares en busca de objetos con los que resolver situaciones, y nos hará recurrir al backtracking para encontrar cosas que antes habíamos tenido que dejar atrás. Es interesante cómo combina el avance lineal en según qué zonas con los escenarios más circulares y cerrados, como puede ser el hotel. En estas áreas pasaremos mucho tiempo yendo y viniendo, buscando códigos de cajas fuertes, llaves y otro tipo de objetos claves para progresar.

Todo esto mientras nos movemos por entornos amenazantes, llenos de esquinas y recovecos donde nos podemos imaginar a enemigos esperando, y plagados de ruidos ambiente tremendamente bien conseguidos para simular que hay movimiento a nuestro alrededor. Constantemente oímos puertas abriendo y cerrando, suspiros y respiraciones, muebles arrastrándose, etc. No se trata de sonidos scripteados, sino de un ambiente casi constante, y que tardé un buen rato en reconocer como tal. En diferentes ocasiones, y durante más tiempo del que me gustaría reconocer, me escondía esperando descubrir el origen de dichos sonidos, esperando que apareciera un enemigo doblando esa esquina…

Claros y oscuros

El principal problema de Pneumata tiene el mismo origen que sus puntos fuertes: su ambición. Este juego se atreve a ir un poco más allá del estándar indie en los juegos de terror, y aunque eso le da sus principales puntos interesantes (combate, crafteo, etc…), también saca a relucir sus costuras técnicas. El movimiento y la inteligencia artificial de los enemigos puede fallar y verse limitada en ocasiones. Habrá momentos en los que los enemigos se muevan de forma errática, se queden atascados en el umbral de una puerta o dejen de perseguirnos sin motivo. Por otro lado, a nivel estrictamente técnico, también se revelarán algunas flaquezas similares, en las animaciones de movimiento de los enemigos, principalmente, que a veces dejarán de moverse de manera natural para deslizarse sobre el escenario.

Un híbrido interesante entre Resident Evil VII y Outlast

Sumando sus pros y sus contras, Pneumata se alza como una propuesta interesantísima para los amantes del survival horror, especialmente en lo referido al gamefeel, las mecánicas y la atmósfera generada, así como a través de su sistema de progresión y obstáculos. No obstante, cabe señalar sus flaquezas narrativas, con una historia dispersa y no muy sencilla de seguir. En resumen, Pneumata es un híbrido entre Resident Evil VII y Outlast en miniatura. Así que, si te gustan estos dos títulos, aquí tienes una opción más que apetecible.


Este análisis ha sido realizado mediante una clave de descarga digital para PlayStation 5, facilitada por Perp Games.