That's what you get when you let your heart win
¿Qué tienen en común Paramore, Radiohead, Linkin Park y Pink Floyd? Bueno, las tres poseen canciones que son referenciadas sútil y brevemente en la demo de Urbano – Legend’s Debut, creado por Barosa. El juego, que es una mezcla de Simulador de vida real, novela visual y juego de ritmo con algunos tintes RPG -véase Persona pero en vez de combates por turno, son sesiones de ritmo no muy diferentes a lo que se ve en Muse Dash o en Kovok Pitch– comenzó su campaña de Kickstarter hace unos días y ya alcanzó su meta de financiamiento y su primer stretch goal que consiste en incluir un modo Arcade, por lo que, en cuanto al tema monetario respecta, podríamos decir con cierta certeza que saldrá y, si tenemos suerte, que saldrá el 2025, como prometen en su página del famoso sitio de crowdfunding.
¿Pero qué hacemos hablando de un juego que, por lo bajo, no saldrá sino hasta en dos años más? Bueno, en primer lugar, en 2017 vimos el anuncio de The Elder Scrolls VI y no vi a nadie quejándose y, en segundo lugar, porque su servidor probó la demo que está disponible en Steam y quedó gratamente sorprendido. No, qué va; totalmente enamorado.
¿Y qué tiene de especial Urbano – Legend’s Debut para que un cínico como yo haya quedado tan sorprendido? ¿Y cuándo dejaré de empezar los párrafos con preguntas? A lo segundo, debo informar que no lo sé, porque voy estructurando el texto sobre la marcha y, a lo primero, tendrán que dejar que me explaye.
Urbano – Legend’s Debut trata sobre Vailo, un joven que, por motivos aparentemente desconocidos, se convierte en un cazador de leyendas urbanas. Básicamente se pone un traje que pondría orgulloso a Nomura y sale por las noches en búsqueda de seres que bien aterran o causan problemas en la ciudad. Así es como nos introducimos en este mundo en pleno enfrentamiento entre Vailo y Half-Dead, un ente que bien podría ser el jefe de cualquiera de nosotros, quejándose de la falta de productividad y el exceso de los tiempos de ocio. Tras la pelea, que consiste en una sesión de juego de ritmo de esquivar o repeler ataques del rival en el momento justo mientras nos acercamos a él para el enfrentamiento directo, y, habiendo acabado con él, dejamos nuestra marca en el suelo, una afrenta en contra todo lo que representaba Half-Dead: “Tenemos permitido divertirnos”.
Tras esto conocemos a una mujer llamada Honor, que es parte de una raza superior a los humanos, conocidos como Entidades. Basta cruzar unas cuantas palabras con ellas para entender el contexto en el que se encuentran ambas especies jerárquicamente y qué tan desconectadas están las Entidades de la realidad humana. Pero la falta de tacto y conocimiento social de Honor la hace sino más carismática y relacionable. Basta ver a los personajes interactuar entre sí sólo un rato para darse cuenta de lo bien escritos que están los diálogos y lo genuinamente divertidos y derechamente graciosos que pueden llegar a ser, algo que, por desgracia, es muy poco común en el medio del videojuego.
Iremos conociendo a más personajes, lucharemos contra otra leyenda urbana, iremos a una Disco a ganar dinero en competencias de baile, mejoraremos nuestro equipamiento en la tienda de ropa del barrio, mejoraremos nuestras estadísticas de combate preparando comida con ingredientes que encontremos en un edificio de desafíos en el que cada piso es una ronda diferente de combates de ritmo no muy diferentes de nuestro encuentro con Half-Dead y nos relacionaremos con el variopinto conjunto de personajes que se nos presentan durante la hora y media aproximada que dura la Demo de Urbano.
Casi todas las acciones ocupan un bloque del día (tarde, anochecer y noche) dentro de un calendario que hará las veces de cuenta regresiva hasta el próximo encuentro con una leyenda urbana .-siendo un sistema no muy diferente al de las últimas tres entregas de la saga Persona con su gestión del tiempo-, pero lo que lo hace aún más especial es que, por ejemplo, las conversaciones con los demás personajes también son un juego de ritmo, en el que tendremos que calcular el timing de nuestras respuestas además de que coordinen con la temática que establezca nuestro interlocutor, para poder ir ganando experiencia y, así, subir de nivel social la relación, lo que, según Urbano promete, afectará más adelante a la narrativa del juego.
Las competencias de baile son, quizás, los desafíos más exigentes. Son una especie de Simón Dice en el que debemos imitar los movimientos de quien nos invita a participar de estos eventos coordinando tanto el paso que dar a continuación con el timing adecuado para que cuente como exitoso e ir sumando dinero a nuestra recompensa, siendo este dinero el que nos servirá para comprar mejor equipamiento y cocinar nuestras comidas especiales que nos permiten subir estadísticas.
Outro
Al final los personajes carismáticos y memorables, los diálogos divertidos y graciosos, las diferentes mecánicas de juego, un apartado visual llamativo y con mucha actitud y una banda sonora excelente terminan siendo un todo que impresiona demasiado, sobre todo para ser un juego que ha de estar en las primeras etapas o quizás a medio camino de ser desarrollado. No puedo esperar a ver qué nos tiene preparado Barosa de aquí a 2025, pero al menos por mi parte, estaré esperando ansioso al resultado.