Una hora sin duda alguna oscura
La saga Persona es especialmente complicada cuando se trata de saber con qué entrega entrar a la franquicia. No sólo porque los tres primeros juegos (Persona, Persona Innocent Sin y Persona Eternal Punishment) resultan muy poco accesibles para el público actual, sino que también cada entrega desde Persona 3 en adelante cuentan con las menos dos versiones distintas. Uno podría quedarse, simplemente, con la “edición definitiva”, como lo es Persona 4 Golden y Persona 5 Royal y, aunque muchos argumentarán que Persona 4 vainilla es mejor que su contraparte Golden, no hay muchas más trancas para entrar a la saga con cualquiera de estas versiones, sobre todo porque la conexión que hay entre cada entrega es a lo más anecdótica.
La excepción a la regla
Sin embargo, en el caso de Persona 3 es diferente, pues no existe una “versión definitiva” como tal. Está la versión vainilla, la versión FES y la versión Portable. FES incluye diferentes mejoras en comparación a vainilla, incluye nuevos social links y un epílogo llamado The Answer, de una duración aproximada nada desdeñable de veinticinco horas. Portable, por su parte, cuenta con la opción de elegir un protagonista femenino y controlar a los demás miembros del equipo, algo que en la versión vainilla y en FES se limita a sólo indicarle directrices de comportamiento (que se centren en sanar, en atacar, en defenderse, entre otras). Pero, a cambio, pierde la capacidad de exploración y las escenas animadas, cambiando todo por una versión totalmente novela visual.
Con el remaster de Persona 3 Portable, no fuimos pocos los que esperamos obtener una versión definitiva donde se incluyese tanto el control del equipo, como la protagonista femenina, como las mejoras de FES. Claramente no fue el caso, siendo un simple port con resolución aumentada de la versión para PlayStation Portátil. Y al final era esperable, pues era un remaster por sobre todo. Pero con la inminente llegada de Persona 3 Reload las cosas pudieron ser muy diferentes.
En primer lugar, lanzar un remake tan cerca de un remaster necesitaría una justificación sustentable para ser una compra separada. Sí, el juego se actualiza a las mecánicas y un acercamiento visual más inclinado a Persona 5 -lo cual puede ser bueno o malo, depende de quién lo mire-, sí, el juego se construyó aparentemente desde cero en Unreal Engine y sí, el juego vendrá con mejoras con respecto a todas las versiones.
El problema yace en que Reload no será una versión definitiva; no contará con la protagonista femenina, así como no contará con el capítulo The Answer. Tendrá mejoras de ambas versiones como el manejo del equipo y los social links que fueron agregados en FES, pero sigue echándose en falta el resto de mejoras. A todas luces, con Persona 3 Reload seguirá sin haber una versión definitiva. No habrá una forma de jugar una versión de esta entrega que incluya todo lo que tiene cada versión, lo mejor de cada mundo. Seguirá siendo una opción más a la pila que tendrá sus pros y sus contras.
Atlus no entiende a Persona 3
Si además de esto incluímos que esta versión, con lo que se ha visto hasta ahora por lo menos, perderá la esencia más oscura y seria de la versión original, cambiándola por un acercamiento más a lo Persona 4 y Persona 5, con un menú de pausa claramente extraído de éste último, más una interfaz que simplemente pierde propósito de la IU del original que representaba una cámara de revólver, pone en evidencia que Atlus mismo no entiende su propia obra. O se perdió el significado en el camino o simplemente no les importa el legado y sólo quieren hacerlo más atrayente al público contemporáneo disfrazándolo de Persona 5.