De dragones y samuráis
Mi entrada a la saga Yakuza es relativamente reciente; llevo siendo consciente de su existencia durante mucho tiempo pero durante la mayor parte de este la sentí como algo ajeno, como una producción intencionadamente alejada de mi tierra. Hace poco que celebrabamos el salto internacional que recientemente pegaba la franquicia Persona, con la llegada de su tercera y cuarta entrega a todas las plataformas, traducción al español incluida. Una vez más, parece que estamos en medio del periplo de otra saga, cuya intención actual le hace mantener su mira fija en occidente.
Like a Dragon: Ishin! no es el primer juego de Ryu ga Gotoku Studio en llegar traducido al español. Las intenciones del estudio ya quedaron patentes con el lanzamiento de Judgment, la nueva rama de la franquicia, que separa “polis y cacos”. Así pues, desde que conocimos de las aventuras del detective Yagami, todos los títulos que lo han seguido han mantenido esta poliglotía. Sin lugar a dudas, ha sido Yakuza: Like a Dragon el juego responsable de elevar la fama de la franquicia fuera de Japón a los niveles de los que goza ahora mismo y si bien es cierto que desde el estudio tienen clara su mirada hacia el futuro, se han permitido mirar hacia atrás en este mes de febrero, con el lanzamiento de Ishin!.
En esta ocasión, nos reunimos para recibir la llegada de un título hasta ahora relegado al país del sol naciente. Lanzado originalmente en 2014, en una etapa inicial del catálogo de PS4, no sólo no contaba con una localización al español, sino que tampoco se servía de una al inglés. Así pues, las desventuras de Sakamoto Ryoma estaban relegadas a un segundo plano, conformando una suerte de culto extremo, cuyo acceso estaba relegado a unos pocos. Ahora, 8 años después, el título llega a las plataformas actuales (a excepción de Nintendo Switch) como un punto intermedio entre remaster y remake. Unreal Engine 4, localización a los principales idiomas europeos y muchos chistes malos, menudo combo.
Los actos de un hombre son como sus huellas
En este viaje, lejos dejamos el japón del siglo XXI para adentrarnos en una versión muy diferente del país, a mediados del siglo XIX. Encarnando a Sakamoto Ryoma, seremos testigos de momentos cruciales para la política y sociedad japonesa: la llegada de la pólvora y las destructivas armas de fuego extranjeras ha demostrado que no todo depende de la fuerza y la habilidad en combate cuerpo a cuerpo, desequilibrando la balanza que mantiene el honor a flote. El gobierno se desestabiliza, el sistema de castas en el que los samuráis se respaldan empieza a flaquear por todas partes, salpicando de corrupción e injusticia a todo el que se acerque demasiado.
En este contexto, Ryoma vuelve a su hogar en Tosa, para ser partícipe del complot familiar para derrocar el sistema. El partido imperialista, fundado por su hermano y coordinado por su padre, se propone acabar con el sistema actual. Pero nunca fue fácil cambiar el mundo y los planes familiares se ven frustrados de improviso, cuando un encapuchado da muerte a su padre, asesinato del cual el mismo termina inculpado, lo que obligará a Ryoma a abandonar su pueblo una vez más y vagar como rönin mientras busca al asesino.
Tus actores favoritos
No os imagináis lo que me ha costado hacer este resumen. Simple, desde luego, pero ha requerido un gran ejercicio de filtrado de información por mi parte. Como sucede en otras entregas de la saga Yakuza, seremos bombardeados incesantemente por nombres, relaciones, cargos y objetivos. Si ya es difícil de por sí llevar una agenda mental de estos elementos cuando podemos relacionarlos con nuestro entorno, la tarea se vuelve mucho más difícil cuando todas nuestras anotaciones apuntan a conceptos orientales. He de reconocer que he pasado más rato del que debería pensando en “qué es un Joshi”. Desde luego, este punto no puede destacarse como algo negativo dado el origen del título y su público objetivo inicial.
Lo que sí que me permito remarcar es el gran trabajo narrativo del estudio para mantenerte interesado en una trama llena de misterios y giros de guion. Seguimos estando delante de un Yakuza, hasta tal punto que los personajes principales estarán interpretados por los mismos actores responsables de la saga principal. De esta forma, nos encontramos una vez más con una trama que combina el drama y la tragedia con grandes explosiones de humor. La comedia, siempre presente en la saga, no sólo sirve para reducir la tensión del ambiente sino que también se utiliza para transmitir mensajes igual de importantes que aquellos presentados de forma más seria. A los mandos de Ishin! me he encontrado más de una vez con una sonrisa tonta ocupando la mayor parte de mi rostro.
Además, esta ambientación me ha hecho trasladarme hacia otro tipo de producto: el anime. La trama de Ishin! está dirigida y contada como uno de esos dibujos chinos, que diría mi padre. El camino de Ryoma a través del Shinsengumi es todo un shonen, que no ha hecho sino que recordarme en gran medida a Tokyo Revengers, uno de los animes estrella de los últimos años. De esta forma, la historia del título puede ser una pastilla difícil de tragar de golpe, pero que se parte en deliciosos trocitos más apetecibles.
‘Marty, nos vamos al futuro’
No hay que olvidar que estamos delante de un producto de otra década. No ha llovido tanto desde 2014, pero sí lo suficiente para que las cosas cambien. Esta parece ser la década de los remakes, por lo que hemos podido comparar esta obra con muchas otras. Hace no tanto, nos leíamos en esta página hablando de la vuelta de Crisis Core. Este título me sirve como gran ejemplo de lo que echo en falta. La historia de Zack se vio no sólo afectada por un cambio de texturas, sino que también contaba con una reinterpretación del sistema de combate que le dotaba de un mayor dinamismo.
En Ishin!, junto a los cambios en el motor gráfico se han añadido nuevas mecánicas al título, como el sistema de cartas, pero se ha mantenido fielmente el sistema de combate y de progresión, que pese a mantener el tipo a la hora de ofrecer una experiencia agradable, no se puede negar que habría disfrutado de una ligera actualización que redujese los tiempos muertos y los cortes de ímpetu, más cercano a lo visto a las últimas entregas de la franquicia, antes de la apuesta por el RPG. Independientemente, analizado con los ojos del pasado, el sistema que ofrece Ishin! es sólido, funcional y divertido, aguantando los buenos y malos vicios que hemos adquirido en estos años.
El problema viene con las misiones secundarias. Al igual que en otros títulos del estudio, estas presentan situaciones y personajes muy interesantes, por las cuales merece la pena desviar nuestro camino de la trama principal, sobre todo si nos gustan los dramas absurdos. El problema viene por la forma en la que el título te las introduce en la mayoría de ocasiones. Te encuentras tranquilamente andando por las calles de Kioto, pensando en qué cantina será la apropiada para recuperar tu salud antes de continuar la aventura cuando de repente, ¡zas! un fundido a negro te introduce en una secuencia que te presentará una nueva tarea. Bueno, ya que estás aquí, vas a completarla, no sea que luego sea demasiado tarde. De esta manera, rediriges tu camino al que indica esta misión cuando este se detiene por, adivínalo, otro fundido a negro y una nueva tarea. Son muchas las ocasiones en las que me he sentido secuestrado frente a mi camino planteado, normalmente ha valido la pena, pero no puedo evitar sentir cierto desagrado hacia este procedimiento.
Un samurái está listo para todo
Que Like a Dragon: Ishin! haya salido de Japón es toda una victoria para los jugadores, tanto para aquellos que siguen fielmente la saga Yakuza como para todo aquel que quiera introducirse en ella. De hecho, este título es una gran oportunidad de entrada a la saga, perfecta para empezar a conocer sus sistemas, reglas y personajes, en un contexto totalmente distinto, sin necesidad de absorber toda la historia desarrollada a lo largo de casi una decena de títulos.
No creo que merezca la máxima puntuación, porque por mucha visión retrospectiva que realice, seguimos estando en 2022 y a lo largo de estos ocho años hemos descubierto y aprendido mucho sobre este medio, sobre lo que nos gusta más y lo que menos. Todos hemos cambiado, todos debemos cambiar y negarlo sería un error. Ishin! sigue siendo un producto excelente, muy disfrutable en la actualidad y de haber llegado a nuestras consolas en su lanzamiento inicial, podría haber sido muy bien recibido. Pero mejor tarde que nunca, ya que siempre es un buen momento para ponerse el kimono y afilar la katana.
Esta crítica se ha realizado con un código de descarga para Steam cedido por PLAION .