Mantente alejado, mantente a salvo
Stay Out of the House es lo último del desarrollador Benedetto Cocuzza, mejor conocido como Puppet Combo. Cocuzza es famoso por hacer juegos de terror con un estilo gráfico fuertemente inspirado por los juegos de Playstation y con un ambiente y filtros visuales que perfectamente podrían haber sido sacados de una película clase B de terror de los 80s, específicamente de slashers lanzados directamente a VHS. Stay Out of the House es el proyecto más ambicioso de Puppet Combo hasta la fecha y se nota, para bien y para mal.
Una carta de amor al terror más camp
Encarnamos a una joven mujer que es secuestrada por un maníaco asesino en serie tras buscar a nuestro novio quien se perdió en el bosque en medio de un viaje en auto al detenerse a usar un baño público. Tendremos tres días para escapar de la casa del asesino, siendo cada día una nueva oportunidad de escapar tras ser golpeadas hasta quedar inconscientes al ser descubiertas y atrapadas por el asesino. Lo que significa que, tras los tres intentos, recibiremos una pantalla de game over que nos obligará a comenzar desde el principio, o desde nuestro último punto de guardado. Desglocemos el juego punto por punto.
Debemos recorrer la casa del asesino encontrando diversos artículos que nos irán permitiendo desbloquear nuevas habitaciones y objetos que, a su vez, nos permitirán seguir avanzando. Un sistema que bien podría haber sido copiado literalmente de las entregas más fieles a la fórmula original de Resident Evil. Contaremos con un inventario de espacio limitado y tendremos que guardar los objetos que no nos sean útiles por el momento en la habitación segura, donde podemos guardar nuestro progreso. Pero los objetos no solo nos servirán para ir progresando. Varios de estos se pueden usar para desactivar cámaras de vigilancia, trampas para osos y alarmas activadas con cables, todas puestas por el asesino con el fin de detectar nuestra presencia y acabar con nosotras.
El asesino tiene un patrón de movimiento por la casa bien desarrollado y en el que en ningún momento, salvo escenas scripteadas se teletransportará a nuestra ubicación. Si detecta nuestra presencia al vernos o al escucharnos, correrá desde donde quiera que esté hasta nuestra donde estemos en el momento de detectarnos entre medio de gritos desesperados propios de un maníaco. Aunque el asesino no es la única amenaza, también veremos a una anciana en silla de ruedas, probablemente la madre del antagonista, que se desplazará por la casa con un patrón de movimiento igualmente de bien cuidado, con mayor velocidad que el asesino pero con menor capacidad de escucharnos o de vernos.
Aquí entran en juego nuevamente los objetos que tendremos a nuestra disposición. Varios de estos tendrán más de una funcionalidad. Por ejemplo, el martillo nos servirá para sacar clavos de tablas que impiden nuestro progreso, pero también lo podemos usar para romper ventanas, tratar de herir al asesino (por poco efectivo que sea, se puede usar de igual manera) y, más importante que todo, podremos incluso asesinar a la anciana para que desaparezca por el resto de la partida y tener una amenaza menos dentro de la casa.
Ésta y otras diversas funcionalidades múltiples nos permiten enfrentar ciertos obstáculos de diversas maneras, lo que le da un cierto elemento de immersive sim a Stay Out of the House. Un género de por sí ambicioso y poco visto en el landscape actual del medio.
También es muy importante mantener el sigilo a toda costa. Para esto podemos desplazarnos agachadas, usar la oscuridad a nuestro favor y, para este propósito, tendremos a nuestra disposición un medidor de luz que nos indicará qué tan a la sombra estamos, para saber con cierta certeza si estamos a salvo o no y un medidor de ruido, aunque este último ocupa un preciado espacio en nuestro inventario y el primero no. Si rompemos nuestro sigilo y nos ve, por ejemplo, la anciana, ésta gritará y atraerá al asesino a donde sea que ella esté. Si nos ve el asesino, por otro lado, nos perseguirá rápidamente, donde tendremos que usar nuestra habilidad para correr, la cual tiene un medidor de estamina limitada. Para quitarnos al asesino de encima podemos correr hasta perderlo, escondernos en las sombras o escondernos bajo camas, mesas y otras superficies. Las superficies no son ridículamente efectivas como los Pay N’ Spray de los Grand Theft Auto, por ejemplo, donde podemos tener a un policía al lado nuestro cuando entramos con un auto y perderlo de vista solo por salir con una capa de pintura diferente. Si nos escondemos con el asesino viéndonos levantará la cobertura bajo la que estamos, dejándola inservible para el resto de la partida y la persecución proseguirá. Y, teniendo en cuenta que las coberturas son bastante limitadas, tendremos que ser extra cuidadosas cuando las ocupemos.
Usar las sombras no es infalible tampoco, pues el asesino puede prender luces en las diferentes habitaciones mientras hace sus rondas, algunas las podremos apagar con activar un simple interruptor, pero otras, específicamente las lámparas, quedarán encendidas permanentemente, aunque tienen menos radio de acción.
Mantenernos a oscuras nos protege, pero no podremos ver con facilidad por donde nos desplazamos, para esto tendremos un encendedor que nos proveerá de luz siempre y cuando lo tengamos activo, pero tiene el mismo contrapunto de servir para que el asesino nos ubique.
Las desventajas de apuntar muy alto
Todo lo mencionado anteriormente harían de Stay Out of the House un juego fantástico, para nostálgicos de la era dorada de los survival horror como de los fans del horror en general. Lamentablemente el juego pierde la marca en diversos puntos que, aunque no causen ninguna ofensa realmente grave, sí que afectan a la experiencia en general.
Como podrán haber deducido hasta ahora, Stay Out of the House es un juego bastante exigente, incluso en la dificultad fácil el juego no nos dejará tranquilas en prácticamente ningún momento. Con lo fácil que es sucumbir ante los ataques incesantes del asesino más la posibilidad de perder todo nuestro progreso por una fórmula combinada de una muerte permanente tras tres intentos fallidos de escapar del asesino más el uso de guardados limitados ligados a un objeto específico y a una habitación específica de la casa, es especialmente importante que cada vez que perdamos sea nuestra culpa y solo nuestra culpa. El problema es que el asesino nos puede encontrar con facilidad y, aunque el juego nos advierte visual y sonoramente de que está cerca de nosotros, la mayoría de veces nos percataremos de su presencia demasiado tarde y nos dará caza antes de que podamos refugiarnos. Y más de una vez tendremos que esperar que su IA lo haga moverse a otra habitación porque necesitamos un objeto del lugar donde está ubicado y esto puede tomarnos cierto tiempo, aunque existen medidas paliativas para forzarlo a moverse, como el revólver que lo hará huir por un tiempo determinado o las mismas alarmas que él dispone para detectarnos, aunque siempre estará el riesgo de que el tiro nos salga por la culata y terminemos sucumbiendo nosotras a él en vez de él a nosotras.
De nuevo, esto no es nada grave pero sí puede ser frustrante en más de una ocasión y hacernos perder progreso constantemente. Para ponerlos en perspectiva, segun How Long to Beat el juego se puede terminar fácilmente en menos de tres horas y a mí me tomó más del triple por las constantes pantallas de game over.
Nostalgia refrescante
No son muchos los juegos que exijan tanto compromiso del jugador como lo hace Stay Out of the House. Tendremos que adaptarnos forzosamente a interactuar con sus diferentes mecánicas y estar de puntillas, preparadas para escapar en todo momento si queremos sobrevivir al asesino y su casa. El juego, como todos los de Cocuzza, usan la nostalgia por el terror de antaño tanto del medio del cine como del videojuego para crear una experiencia única y refrescante. Stay Out of the House es un juego demandante, algo áspero en los bordes pero muy disfrutable y sencillamente fascinante. Es, también, uno de los juegos más aterradores y que más indefenso me han hecho sentir en mucho tiempo. Jugarlo requiere de compromiso, pero también de valor. Y una vez que hacemos clic con el juego, tendremos una experiencia sin duda diferente e inolvidable.
Esta crìtica ha sido realizada con un código de Steam adquirido por la propia redacción.