Y no, no es algo bueno
Sí, ya se han hecho muchas referencias a que Xbox Game Pass es el Netflix de los videojuegos, por su condición de servicio de suscripción con un catálogo absurdamente profundo para el precio que marca su etiqueta y por la enorme inversión que está haciendo Microsoft hasta conseguir que todos los usuarios seamos siervos de su plataforma, pero de un tiempo a esta parte, aunque se disimule con promociones, hemos llegado a esa fase de monopolio en la que Microsoft quiere empezar a recoger los frutos que ha ido sembrando durante este tiempo. Lanzado en el mes de junio de 2017 (ha llovido desde entonces), desde el lanzamiento del servicio siempre ha habido una vista crítica al mismo, ya que la tendencia con este tipo de propuestas es acumular usuarios de la manera más agresiva posible (y qué mejor manera de hacerlo que sin competencia y absorbiendo potenciales aliados para garantizar que no pueda haberla) para luego empezar a subir precios de manera que sea un “o lo tomas o lo dejas”.
Y de la misma manera que Netflix ha ido subiendo precios y recortando prestaciones a sus tarifas, llegando a lanzar una con anuncios integrados en la aplicación, la última patente presentada por Microsoft, y adelantada por Gaming Bolt, hace indicar que más tarde que pronto podríamos ver implementada una táctica similar por parte de la gente de Redmond con Xbox Game Pass. Y tampoco es la primera vez que hay rumores de esto, ojo. Como las previsiones de ingresos o número de suscripciones no son conocidas (lógicamente, por otro lado), especular con números concretos y divisiones de funcionalidades es absurdo, pero no implica que no podamos imaginar la división en distintas categorías. La que conocemos ahora, con “todo incluido” podría ser considerada Premium, mientras que la que incluya anuncios, más allá de un precio menor, puede que no incluya la disponibilidad de los últimos lanzamientos, por ejemplo. De esta manera, si te interesa el servicio y eres capaz de pagar por un servicio con anuncios, tienes una opción más económica, y si quieres una experiencia más completa (y digna) pues a aflojar la cartera, porque esa versión Premium probablemente sería más cara de los que es en la actualidad.
Además, tampoco es que en Microsoft vayan a ser precisamente pioneros en la integración de anuncios en el mundo del videojuego AAA. Como no podía ser de otra manera, fue Electronic Arts la que ya lo llevó a cabo con UFC 4, y de manera posterior al lanzamiento del juego, de manera que por mucha polémica que se generase, el grueso de la recaudación ya estaba en sus bolsillos. Y por más que un servicio de suscripción y un juego a precio completo no sean casos del todo comparables, en ambas situaciones los que salimos perdiendo somos los usuarios.
EA decided to add full-on commercials in the middle of gameplay in a $60 game a month after it’s release so it wasn’t talked about in reviews from assholedesign
Y más allá de las típicas justificaciones basadas en “que el servicio de Xbox Game Pass no es rentable por sí mismo” y demás defensas de las grandes corporaciones, al final son este tipo de tácticas las que reviven prácticas tan temidas por la industria del videojuego como es la piratería. ¿Por qué descendió este fenómeno en el ámbito de las series y las películas? Porque se proporcionó a los consumidores una vía de acceso sencilla (y esto quiere decir sin anuncios) y asequible, que hacía más cómodo olvidarse de todos los embrollos de piratear un contenido y pagar por ello. Y de la misma manera que eso está sucediendo en la actualidad con el videojuego (unido a que ahora mismo comprar juegos, que no consolas u ordenadores, es más fácil que nunca), también puede darse un retroceso en ese sentido con este tipo de prácticas. Y la posición de monopolio que tiene Microsoft con Xbox Game Pass no es positiva en ningún caso. Pero tampoco tiene pinta de que nadie vaya a intentar siquiera hacerle frente, por desgracia.